No es una historia romántica más: la serie de tres temporadas que expone el amor sin filtros ni finales felices

Con solo 30 minutos por episodio, esta ficción creada por Judd Apatow propone un retrato honesto, incómodo y profundamente humano del amor en tiempos caóticos.
"Love", serie de Netflix.
"Love", serie de Netflix. Foto: Netflix.

Con catálogos saturados de ficciones románticas “idealizadas”, las producciones que buscan retratar el amor de otra manera son la que, al fin y al cabo, se llevan todos los halagos.

En este sentido, Netflix destaca a “LOVE”, una serie que presume de su capacidad para incomodar y conmover a los espectadores en partes iguales. Con tres temporadas completas y estrenada en 2016, esta comedia desafía las convenciones del romance televisivo a través de una historia de vínculos rotos, contradicciones emocionales y una intimidad que rara vez se muestra en pantalla.

"Love", serie de Netflix. Foto: Netflix.

¿De qué trata la serie “Love”?

Creada por el reconocido productor y guionista Judd Apatow junto a Paul Rust y Lesley Arfin, “LOVE” narra la historia de Gus y Mickey, dos treintañeros tan opuestos como complementarios. Él, un aspirante a guionista algo neurótico y pasivo-agresivo, y ella, una mujer irónica y brillante que lucha contra sus adicciones y patrones autodestructivos.

Desde su primer encuentro, queda claro que esta no será una historia de amor convencional: cada episodio expone los altibajos de una relación marcada por los miedos, las inseguridades y la necesidad de no perderse a uno mismo mientras se está con otro.

La serie se sostiene en gran parte por la química imperfecta entre Paul Rust y Gillian Jacobs, quienes logran transmitir cercanía sin caer en lo artificial. Su naturalidad vuelve cada escena creíble, incluso cuando lo que se muestra incomoda. Junto a ellos, personajes secundarios como Bertie (Claudia O’Doherty) y Chris (Chris Witaske) aportan momentos desopilantes, pero también anclajes de empatía y realidad.

Cada episodio dura solo 30 minutos, lo que permite disfrutar la serie tanto en pequeñas dosis como en maratón de fin de semana. Su formato ágil y guiones filosos la convierten en una opción ideal para quienes buscan una historia distinta: una que no prometa finales felices, sino verdades emocionales.

A casi una década de su estreno, “LOVE” sigue generando identificación porque no todos fuimos príncipes ni princesas, pero muchos nos sentimos alguna vez como Gus o como Mickey. Y eso es precisamente lo que hace a esta serie tan poderosa: su sinceridad brutal.