Comunidad wichí

Un nuevo sendero turístico abre a la región del Chaco salteño a la industria de mayor crecimiento. Se incluye así, a franjas olvidadas pero dueñas de una geografía tan bella como salvaje.

Por Canal26

Lunes 4 de Junio de 2007 - 00:00


Segundo circuito temático en la provincia. La Ruta Aborigen toma a pueblos originarios del Noreste del mapa salteño para incluirlos en un viaje misterioso y mágico donde el visitante podrá descubrir antiguas naciones, que hasta ahora viven ausentes de las guías y promociones.

El sendero, el segundo temático después de la "Ruta del Vino", está ligado a lo que se da en llamar "etnoturismo". El itinerario -realizado por los organizadores (Diego Ibáñez y Maximiliano Fainguersch) y operadores turísticos, antropólogos y sociólogos, fue seguido con el fin de conocer este derrotero por primera vez abierto en una región donde el potencial para la industria turística es, a ojos vista, de una particularidad sorprendente, pero extrañamente ajena a ella históricamente.

Entre las múltiples razones de esta situación, se pueden mencionar, en primer lugar, a la dureza geográfica de la región chaqueña, determinada como "subtropical seca" por la falta de agua en invierno.

La situación se revierte totalmente en verano cuando llueve por jornadas continuas, volviendo impenetrable el vasto territorio. Otra: las enormes distancias despobladas en medio de una vegetación extraordinaria por sus constantes cambios y la existencia de innumerables cantidades de insectos, aves, reptiles y mamíferos, tan exóticos como peligrosos.

Sin embargo quien recorre la vasta zona nordestina salteña presiente que está transitando por un misterio que invita a ser vivenciado. Su gente, de timidez milenaria, posee miradas a puras y sonrisas verdaderas, gestos casi inhallables en las ciudades.

Cuando la caravana salió de Embarcación, los organizadores de la aventura recordaron el origen del nombre de ese municipio, enclavado en el límite Sur del departamento San Martín, 300 kilómetros al Norte de Salta: allí se había instalado un astillero que proveería de embarcaciones a la Compañía Fluvial del Bermejo, a principios del siglo pasado.

Esa intentona empresarial de hacer navegable el curso rojo, terminó encallada en los arenales. "El Chaco es indómito", dijo el guía, dándole voz a los pensamientos de los viajeros. Se atravesaron fincas interminables por rutas de ripio hasta llegar a Carboncito. Allí los alumnitos wichí de la escuela Río Bermejo, salieron a correr detrás de las 4x4. Allí se estrenó el primer libro bilingüe para la enseñanza en Salta.

Son afectuosos e inteligentes y junto a su maestro descubrieron una planta que usan para eliminar los insectos que atacan la huerta comunitaria.

La nueva ruta nacional 81 está destinada a cambiar la fisonomía de la región chaqueña. "Algunos pueblos van a crecer y otros se van a apagar", profetizó, en la misión de Arbol Solo, junto a Misión La Paloma, el cacique Demetrio Fernández., quien también trabaja en Atención Primaria de la Salud.

En este último paraje, a diferencia del primero, pocos salieron a recibir a los aventureros. Y la razón es sencilla: la mayoría de los habitantes se hallaba cumpliendo tareas en establecimientos sojeros. Y los wichís tienen una costumbre: viajan todos.

Los que se quedaron, son expertos artesanos pero no tenían nada para la venta y poco que mostrar. "Si ustedes vienen más seguido, hacemos, si no, no hay para qué", dijo el cacique.

Faingersch le explicó la intención de la Ruta Aborigen, asegurándole que la intención es traer en forma permanente contingentes turísticos de todo el mundo. Y tras sus palabras, como por arte de magia, comenzaron a emerger desde la nada algunas piezas de vestir -polleras, blusas, pareos- y artículos decorativos confeccionados con semillas como collares, vinchas, colgantes, pulseras.

Luego de pasar por Morillo, un refrigerio en medio de la ruta y numerosos animales exóticos que se atravesaron por el camino -quirquinchos, mulitas, una que otra víbora, iguanas y hasta un suri- los integrantes del primer tour por la Ruta Aborigen- llegaron a la base, un puesto en Azul donde el chaqueño (gaucho mestizo) Tuta Guerra y su sobrino crían ganado. Como todos los de la zona, son parcos. Sus palabras salen en cuentagotas pero con un peso específico que dejan huella porque son justas.

Ellos hicieron las veces de guía para una expedición nocturna. Conocen las sendas limpias de garabatos y llevaron a los expedicionarios a la búsqueda de la fauna autóctona, de la que sólo se escucharon sus peculiares sonidos.

Finalizada la caminata, un cabrito asado, condimentado con canciones, historias y chistes. Después, quedó el crepitar de los troncos esperando una nueva jornada.