Informe secreto relaciona atentados del 7 de julio con la guerra de Iraq
La investigación, encargada por el ministro del Interior, Charles Clarke, concluyó que los suicidas del 7 de julio "se inspiraron" por la política exterior británica, en particular la decisión de Londres de invadir Iraq, informó hoy el dominical The Observer.
Según el periódico, con la investigación, el gobierno que encabeza el primer ministro Tony Blair se vio obligado a admitir el vínculo entre la guerra de Irak y los atentados de Londres, lo cual era rechazado hasta ahora por las autoridades británicas.
El informe será publicado en las próximas semanas, cuando se anuncien los resultados de una investigación similar de un comité parlamentario, sobre los atentados de julio pasado en la capital británica. El borrador inicial del reporte del gobierno sobre los ataques del 7-J, que fueron vistos por el Observer, indican que Iraq "fue un factor de contribución central".
Según los servicios de Inteligencia británicos, esa invasión inspiró a los cuatro atacantes suicidas, Sidique Khan, Hasib Hussain, Shehzad Tanweer y Germaine Lindsay.
Por su parte, otro informe publicado por la prensa de Londres señala que los servicios de Inteligencia británicos advirtieron a Blair que la guerra en Iraq hará del Reino Unido blanco de una campaña de la red radical islámica Al Qaeda, que durará "por muchos años".
Según un documento secreto del Comité parlamentario de Inteligencia Conjunta (JIC), que fue filtrado a la prensa local, la guerra en Iraq "radicalizó a los musulmanes británicos y atrajo a nuevos reclutas anti-occidentales para atentados terroristas".
El informe de cuatro páginas, titulado "Terrorismo Internacional: Impacto de Iraq", contradice abiertamente las garantías dadas por el propio Blair acerca de que la invasión a Irak hizo del mundo un lugar más seguro.
De acuerdo con el informe, el conflicto iraquí será "una motivación importante durante algún tiempo, en la radicalización de musulmanes británicos y para aquellos extremistas que ven los ataques contra el Reino Unido como algo legítimo".