“Inteligencia artificial, energía y territorio: la nueva geopolítica de los Data Centers”, por Germán Luis Kammerath

El corazón de la IA late en centros de datos que consumen cada vez más energía, requieren tierra, conectividad y una planificación estratégica que, si no se anticipa, puede convertirse en un cuello de botella para el desarrollo económico.
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Data center Foto: Unsplash

German Luis Kammerath, ex Intendente de la Ciudad de Córdoba, Diputado Provincial, Diputado Nacional y Vicegobernador de dicha provincia, brindó su opinión en ReporteAsia sobre cómo la inteligencia artificial marca el camino de la nueva geopolítica.

A continuación, reproducimos lo expresado en dicho artículo.

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Una revolución vibrante, territorial y energética

La inteligencia artificial ya no es una promesa lejana ni una herramienta abstracta reservada para tecnólogos. Es la nueva infraestructura invisible que sostiene al mundo: desde la medicina hasta el transporte, desde las finanzas hasta la educación. Y su corazón late en centros de datos que consumen cada vez más energía, requieren tierra, conectividad y una planificación estratégica que, si no se anticipa, puede convertirse en un cuello de botella para el desarrollo económico.

Según estimaciones del Lawrence Berkeley National Laboratory, en 2023 los data centers estadounidenses consumieron 176 TWh. Para 2028, podrían requerir entre 325 y 580 TWh*, es decir, entre el 7% y el 12% del consumo total de EE.UU. Alphabet, Amazon, Microsoft y Meta planean invertir en conjunto más de USD 322.000 millones en infraestructura de IA solo en 2025. El proyecto Prometheus, de Meta, abarca un área equivalente a Manhattan. No hay precedentes.

Energía para el siglo XXI: cuando Silicon Valley se convierte en Houston

El cuello de botella principal ya no es el software ni el silicio: es la energía. Las grandes tecnológicas han comenzado a comportarse como empresas utilities**. Google firmó un acuerdo de USD 20.000 millones con Intersect Power para desarrollar un parque solar con baterías. Amazon y Microsoft invierten en reactores nucleares modulares (SMR). Meta abastecerá parte de su nuevo campus con gas natural extraído in situ. Google también apuesta por la geotérmica y pilas de combustible de hidrógeno. El 27% de los nuevos data centers ya planifican tener generación energética propia para 2030, según una encuesta de Bloom Energy.

Infraestructura digital y cuellos de botella: lo que hay que destrabar

Para que esta revolución digital-energética se materialice en América Latina y, en particular, en Argentina, es necesario anticipar y resolver los principales cuellos de botella:

Conectividad redundante: Sin fibra óptica de alta capacidad y redundancia territorial, los data centers no pueden operar con latencia baja. Hay que planificar anillos y enlaces de alta disponibilidad, integrando backbones nacionales e internacionales.

Redes de transmisión eléctrica confiables: La infraestructura actual no está diseñada para escalas de consumo como las que se avecinan. Es imperativo desarrollar corredores energéticos inteligentes y resilientes.

Ubicación estratégica: Hay que identificar zonas con acceso a energía (renovable, hidroeléctrica, nuclear, gas de venteo), agua para refrigeración, clima templado, suelo disponible y cercanía a nodos de conectividad. Argentina tiene locaciones con esas condiciones: Mendoza, Córdoba, Neuquén, San Luis, Tierra del Fuego, Rio Negro y otras .

Permisología eficiente: Los procesos de aprobación de infraestructura deben ser reformulados. Las provincias y los municipios deben unificar criterios, digitalizar trámites y fijar plazos máximos razonables, sin sacrificar controles ambientales o de seguridad.

Estabilidad jurídica e impositiva: Por su volumen inversor, muchos data centers podrían aplicar al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), pero además se requiere un compromiso federal para evitar presiones fiscales inesperadas. Probablemente, en el caso de los SMR y de los centros de datos, merecen una nueva reglamentación específica por ser innovaciones tecnológicas tan relevantes.

Formación de talento desde la escuela: El liderazgo regional también se construye con capital humano. Argentina debe incorporar contenidos de inteligencia artificial desde la educación primaria hasta la universidad, incluyendo capacitación docente, infraestructura escolar y colaboración con la industria. Los resultados de las pruebas PISA son desalentadores, por ahora.

IA para la gestión pública: El uso masivo de inteligencia artificial en el Estado puede generar eficiencia, reducir costos y mejorar servicios. Desde justicia predictiva hasta trámites automáticos, desde gestión ambiental hasta vigilancia sanitaria, la IA puede convertirse en un servicio esencial y realizar una enorme reforma del estado achicando gastos innecesarios,

Movilidad inteligente: Promover el uso de vehículos autónomos y transporte inteligente genera una doble ventaja: reduce emisiones y estimula el desarrollo de IA aplicada. Requiere regulación moderna, infraestructura vial adecuada y pruebas pilotos regionales escalables.

Puertos Robotizados: Para mejorar la competitividad de la logística portuaria tan importante en los costos de exportación los ejemplos como el Puerto de Tianjin o de Shanghai con ejemplo de cómo la robotización genera puertos 24×7 contribuyendo al abaratamiento de la gestión logística de las exportaciones.

Qué son los SMR y la apuesta visionaria de Argentina en los 90

Los reactores modulares pequeños (SMR, por sus siglas en inglés) representan una nueva generación de energía nuclear. Se caracterizan por su diseño compacto, escalabilidad, costos reducidos y mayor seguridad operativa. Están pensados para funcionar de manera descentralizada, con módulos que pueden instalarse cerca del punto de consumo, lo que los convierte en una opción ideal para alimentar grandes centros de datos o polos industriales con demanda energética constante y predecible.

Los SMR son considerados una pieza clave para la transición energética global hacia fuentes limpias, especialmente en países donde las redes eléctricas no permiten grandes centrales nucleares o donde el crecimiento de la demanda energética requiere soluciones flexibles y rápidas.

Argentina fue pionera en esta visión. En 1999, por iniciativa del presidente Carlos Menem, el Congreso argentino sancionó la Ley 25.160, que autorizó y dispuso los fondos para su financiamiento para el desarrollo del primer prototipo de reactor nuclear modular nacional, el CAREM (Central Nuclear de Elementos Modulares). La iniciativa fue impulsada con el apoyo técnico de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) e INVAP, quienes patentaron la tecnología.

La ley previó un financiamiento total de 132 millones de pesos/dólares, con ejecución plurianual, lo que representó una acción política e institucional anticipada a su tiempo. Sin embargo, los presidentes De la Rúa y Duhalde no lo ejecutaron, a pesar de tener el presupuesto previsto. Esta obra hubiera puesto a Argentina a la vanguardia de la tecnología nuclear en ese momento. Recién en 2006, 7 años después de su aprobación, comenzaron las acciones concretas de construcción. Construcción que, por otra parte, ya lleva un gigante presupuesto ejecutado y, por lo que se sabe, ya es considerado de ya con limitaciones desde el punto de vista comercial para su réplica en proyectos similares , siendo ahora la prioridad el “nuevo” SMR el ACR-300 con la patente US 12057240.B2, al que sí se le asigna potencial comercial muy relevante en medio de una audaz competencia de más de 20 proyectos similares de todo el mundo.

La Ley 25.160 de 1999 demostró como Argentina tuvo la visión acertada de lo que hoy es un boom en el mundo que son los reactores modulares pequeños y escalables. Extraña la política pública Argentina, que cede los liderazgos e innovaciones a otros países.

Plan de Acción en Inteligencia Artificial de Trump y la nueva geopolítica tecnológica

En julio de 2025, el presidente Donald Trump lanzó el Plan de Acción sobre Inteligencia Artificial (IA), una estrategia federal para consolidar el liderazgo de Estados Unidos en esta tecnología. El plan enfatiza la desregulación, la aceleración de la innovación y la competencia global directa internacional, articulando un nuevo mapa de poder basado en intentar mantener el liderazgo tecnológico, energético y diplomático.

Los objetivos principales incluyen:

  • Liderar la carrera de IA a escala global, estableciendo estándares de hardware, software y modelos con sello estadounidense.
  • Eliminar trabas burocráticas para acelerar la construcción de centros de datos y fábricas de chips.
  • Impulsar la “neutralidad ideológica” en la IA, excluyendo modelos considerados “woke” de contratos públicos.

El plan se sostiene en tres pilares:

Aceleración de la innovación: incluye la flexibilización ambiental, fomento del código abierto y megaproyectos como Stargate, en alianza con OpenAI, Oracle y SoftBank.

Infraestructura energética y tecnológica: se prioriza la expansión energética (carbón, gas, nuclear) y la reindustrialización de los semiconductores.

Diplomacia y seguridad tecnológica: con incentivos para exportar soluciones de Inteligencia Artificial a países considerados aliados

Medidas controversiales: entre ellas, permitir el uso de obras con copyright para entrenar IA sin compensación, condicionar fondos federales a estados que no flexibilicen regulaciones, y revocar las exigencias de transparencia adoptadas por la administración anterior. El Plan sustituye la Iniciativa del Presidente Biden en esta materia y está en etapa de implementación.

Alicia, el Gato y el Futuro Digital

En “Alicia en el País de las Maravillas”, Alicia le pregunta al Gato de Cheshire cuál es el camino que debe seguir. El gato le responde: “Eso depende de adónde quieras llegar”. Esa es, también, la pregunta que deben hacerse Argentina y América Latina en este momento histórico.

¿Queremos ser solo exportadores de litio, gas, agroindustria y software? ¿O también estamos dispuestos a convertirnos en sede de un nuevo complejo productivo global: los data centers para inteligencia artificial, que definirán la economía del futuro?

La respuesta requiere decisión, visión y velocidad.

Argentina: Potencial con Nombre Propio

Argentina está bien posicionada:

  • Tiene gas de venteo en Vaca Muerta, que puede ser aprovechado mediante tecnologías modulares como las que emplea Crusoe Energy o similares a las que se usan para minería de Bitcoin
  • Cuenta con el diseño de un SMR ACR-300 nacional, desarrollado y patentado por INVAP, más escalable y eficiente que el CAREM, con el cual adquirió experiencia en esta materia.
  • Cuenta con un stock de infraestructuras de energías renovables enorme ya instalada o en proceso de instalación, con una Ley muy beneficiosa para esa energía para atraer nuevas inversiones.
  • Cuenta con infraestructura de energía hidroeléctrica, la mayoría antigua pero que puede rápidamente y con inversiones razonables sumarse a la producción.
  • Dispone de talento técnico competitivo, buena infraestructura en ciertas regiones y una matriz eléctrica diversificada.
  • Dispone de grandes represas hidroeléctricas, como Yacyretá, que pueden, en el marco de la cooperación con Paraguay, desarrollar zonas especiales para Data Centers.
  • También dispone de una infraestructura de Fibra Óptica con empresas privadas sólidas, empresas cooperativas con experiencia y solvencia, con algunas empresas estatales provinciales con excelente cobertura y con ARSAT, verdadera caja de pandora si las hay, pero que en términos teóricos tiene un amplio despliegue nacional.
  • Dispone de empresas de gran experiencia en construcción e integración de tecnología informática, electrónica y eléctrica, aptas para la instalación de los Data Centers.
  • Dispone de tierras fiscales nacionales, provinciales y municipales, infraestructuras ferroviarias sin uso e instalaciones fabriles como la del CONAE (Falda del Carmen), FADEA y otras instalaciones propiedad del estado nacional.
  • Otras instalaciones nacionales sin uso o escaso uso.

Pero el tiempo apremia. Las decisiones se toman ahora.

Una Economía Digital con Base Territorial

La inteligencia artificial necesita tierra, energía y reglas claras. No es solo código y algoritmos. Es infraestructura y gestión gubernamental.

Argentina puede tomar el liderazgo en América Latina si articula un plan maestro que combine visión estratégica, regulación habilitante, inversión pública inteligente y una alianza sólida con el sector privado nacional e internacional.

El futuro de la economía digital se juega también en cómo generamos, transmitimos y usamos la energía.

La ventana está abierta. El camino, como le dijo el Gato a Alicia, dependerá de dónde querramos llegar.

Glosario

*¿Qué es TWh? Significa Teravatio-hora y es una medida de energía eléctrica que se utiliza para cuantificar grandes cantidades de energía generada o consumida a nivel nacional

** ¿Qué son las empresas utilities? Son empresas de servicios de interés público, según la tradición regulatoria anglosajona, que prestan servicios de energía, agua, gas natural. La traducción literal es “empresas de servicios públicos” sujetas a regulación estatal.

Fuentes:

  • Ley 25.160 / 1999 (programa CAREM)
  • Decreto 1107/2006 (Reactivación programa CAREM)
  • Plan de Acción sobre Inteligencia Artificial. Orden Ejecutiva (decreto) firmada el 23 de julio de 2025 (Presidente Donald Trump)
  • Reactor Argentino CAREM www.argentina.gob.ar