*Por Martín Alomo
Desde el psicoanálisis, la posibilidad de elegir conversa con la razón misma de su existencia como oferta al alcance de todas/os. El discurso analítico es una mano tendida hacia aquellos que están dispuestos a revisar sus síntomas y sus condiciones de goce, en tanto abrigan alguna suposición de que sería posible elegir otra cosa menos sufriente.
En lo que respecta al debate político, los discursos hablan por dos razones muy precisas. En primer lugar, porque es el modo de estar presente en la denominada “opinión pública”, ¿si no de qué otro modo sería posible? Luego -y esto tal vez sea menos obvio-, porque la puesta en acto de las narrativas en juego son las que determinan el campo de batalla. Comento este punto porque encuentro una coincidencia fuerte en el modo en que surgen las alternativas ofrecidas por la política y las elecciones íntimas que pueden estar al alcance de la mano para quien consulta a un analista. Paso a explicarme.
Las narrativas en pugna constituyen y delimitan el campo de batalla. Dicho de otra manera: lo hacen existir. Este teatro de operaciones, para ser tal, debe ser transparente. ¿Qué significa “transparente” en este caso? Significa que los involucrados tienen que poder acceder a la ilusión de que no se trata solo de palabras, sino que esas palabras se refieren a asuntos concretos de la vida: economía, salud, educación, seguridad, etc. Aclaro que me refiero tanto a las elecciones en las urnas de los comicios electorales como a las que se producen en el diván del/la analista: a unas y a otras se llega por medio de palabras.
Esto me lleva a una última reflexión. Los discursos que nos permiten creer que de verdad las palabras se refieren a las cosas logran delimitar un campo firme. Los cuerpos vinculados a dicho campo hablan y eligen de modos diversos las opciones en juego siguiendo una lógica no siempre evidente ni mucho menos previsible. Esto es así en el diván, en el amor y también en la política: no podemos decidir sin las palabras, pero finalmente el cuerpo inclina la balanza. “Es un sentimiento” canta la popu.
*Psicoanalista. Doctor en Psicología. Magíster en Psicoanálisis. Especialista en Metodología de la Investigación. Profesor de y Licenciado en Psicología (UBA). Entre otros libros, ha publicado Vivir mejor. Un desafío cotidiano (Paidós 2021);La función social de la esquizofrenia. Una perspectiva psicoanalítica (Eudeba 2020); Clínica de la elección en psicoanálisis. Vol. I y II (Letra Viva 2013).
1
¿Desarrollo productivo o financiero? Qué nos enseñó Ricardo Ricón
2
Reflexiones: "El peronismo es una forma de vida, es trabajo, desarrollo e independencia económica"
3
Padre Mario: el hombre que transformó con sus manos a La Matanza y que aguarda ser convertido en santo
4
Un Biden débil, temeroso y dubitativo ante una prensa cómplice
5
Cuba y Venezuela las dos caras de la misma moneda