Recalculando

Por Oscar Lamberto

Viernes 5 de Noviembre de 2021 - 14:08

Jorge Luis BorgesJorge Luis Borges.

Por Oscar Lamberto

El olvido es curativo, recordar todo como Juan el memorioso, el personaje de Jorge Luis Borges, es un terrible tormento. Normalmente apretujamos recuerdos en el fondo de la memoria, hasta que algún disparador los saca a la luz y vemos la porción del pasado que por alguna razón nos negamos a rememorar.

 

La obra de Eduardo Rollano (Re) Volver, tuvo el efecto de rebobinar una parte de mi vida en un instante, una simple ranura en el disco rígido de la mente trajo a la actualidad , vivencias , olores , emociones, alegrías y penas que permanecían guardadas.

 

Tabaco negro, vino barato, juventud, discusiones eternas, ilusiones de abarcar el mundo con nuestras manos, triunfos rutilantes, derrotas aterradoras, muertes y miedo, empezar de nuevo, otros sueños y nuevas frustraciones.

 

Pero frustraciones como un hecho colectivo que atraviesa generaciones , donde se buscan culpables fronteras afuera o en la otra facción y que constituyen solo argumentos para ocultar una cadena ininterrumpida de fracasos.

 

El espanto nos hizo valorar y conservar la democracia, pero da la sensación que en algún momento perdimos la brújula como Nación , y avanzamos en círculos sin amarrar en ningún puerto.

 

La solución de tres problemas ya crónicos marcan el camino a desandar para un nuevo comienzo, pobreza, inflación e inseguridad, que además están interrelacionados y uno se explica por el otro.

 

Un acuerdo básico que involucre a los principales actores políticos, económicos y sociales para solucionar estos temas debiera ser el camino.

 

Ninguno de estos problemas se solucionan en forma aislada , requieren consenso y un plan integral.

 

Como objetivo no son los de una gran epopeya, son los elementales en una sociedad civilizada, andar por la calle sin miedo, tener trabajo que te garantice una vida digna y estabilidad para que los precios no erosionen el salario todos los días.

 

Cuesta creer que se reiteren recetas para gobernar que nunca funcionaron, los resultados están a la vista y se come un gobierno tras otro, no importa el color ideológico del disfraz.

 

Algunos burócratas con ínfulas de pretender interpretar al pueblo y en su nombre toman decisiones que solo entorpecen la marcha normal de la economía, castigan la inversión, alientan el contrabando y la fuga de capitales. Los países vecinos se benefician con nuestros desaguisados.

 

Son escenas de viejas películas, la más emblemática “Inflación cero” donde todo tenía precio maximo, los índices se tomaban de las listas oficiales y como la inflación real seguía , se entregaba menos cantidad, o había mercado negro con sobre precio. Luego el desabastecimiento, y a pesar de pagar más caro, en el interior del país faltaba de todo, porque la mayor producción cruzaba las fronteras.

 

Todas estas películas con actores distintos y argumentos similares, tuvieron el mismo final, estallido y crisis y el pueblo humilde como víctima. Quienes tomaron las medidas correctivas pagaron altos costos políticos y personales, los que implementaron medidas insensatas quedaron por lo general olvidados en los pliegues de la historia.

 

El Estado cuenta con armas poderosas para intervenir en la economía, con medidas fiscales puede fomentar, disuadir, influir en la distribución de la renta, puede y debe fijar las líneas estratégicas para priorizar inversiones y usar todo su poder para proteger el medioambiente, pero fundamentalmente garantizar educación, salud , justicia, seguridad y generar las condiciones para que la economía crezca, aumente la actividad privada y genere trabajo.

 

Nada se logra con infantilismos discursivos , sino tomando decisiones correctas , probablemente no estemos en condiciones de puntear en el campeonato, pero seguramente podríamos estar mucho mejor.