Promotora china Vanke busca postergar pago de un bono por primera vez tras desplome récord
En un comunicado remitido a la Cámara de Compensación de Shanghái, Vanke convoca a sus accionistas el 10 de diciembre para considerar la extensión del plazo del mencionado bono, valorado en 2.000 millones de yuanes (282 millones de dólares, 243 millone...

Shanghái (China), 27 nov (EFE).- El endeudado gigante inmobiliario chino China Vanke, otrora mayor promotora del país asiático, propuso por primera vez postergar el pago de un bono con vencimiento en diciembre después de que algunos de sus títulos de deuda cayeran a mínimos históricos ante la incertidumbre por su posición financiera.
En un comunicado remitido a la Cámara de Compensación de Shanghái, Vanke convoca a sus accionistas el 10 de diciembre para considerar la extensión del plazo del mencionado bono, valorado en 2.000 millones de yuanes (282 millones de dólares, 243 millones de euros), con un interés del 3 % y vencimiento cinco días después de esa fecha.
La promotora anunció esta propuesta inédita apenas horas después de que varios de sus bonos en yuanes comercializados a través de la Bolsa de Shenzhen se viesen obligados a congelar momentáneamente su negociación al registrar caídas superiores al 30 % en algunos casos.
Bloomberg apunta que, en la mañana de este jueves, uno de sus bonos en dólares, con vencimiento en 2027, cayó unos 17 centavos hasta situarse en torno a los 23, lo que supone su nivel más bajo desde que fueron emitidos en 2017 y una pérdida acumulada de un 60 % tan solo esta semana.
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Además, las acciones de la promotora en la Bolsa de Hong Kong caían un 5,67 % pasadas las 10:00 hora local (02:00 GMT), situándose en mínimos históricos tras acumular este año un descenso de casi un 29 %.
Efecto contagio
La situación de Vanke -considerada durante mucho tiempo como una de las promotoras con mejor salud financiera, al ser de titularidad estatal- ha elevado el temor a un contagio a otras firmas que por ahora habían esquivado el impago, como Longfor Group, con uno de sus bonos en dólares dirigiéndose hoy hacia su mayor bajada diaria en más de dos años.
"El principal temor de todo el mundo es simple: si un buque insignia como Vanke incurre en impago o fuerza un gran recorte (a los pagos de sus bonos), el contagio al total del sector inmobiliario y a los mercados de crédito será enorme", advirtió Li Huan, confundador de la gestora de activos hongkonesa Forest Capital, citado por Bloomberg.
El caso Vanke es relevante porque, tras el derrumbe de gigantes privados como Evergrande o Country Garden ante sus respectivas crisis de deuda, era una de las pocas promotoras estatales que todavía contaba con una calificación crediticia favorable hasta que, en marzo del año pasado, las principales agencias la rebajaron a categoría de 'bono basura', con varias revisiones a la baja en 2024.
Esto la situó como una firma clave a la hora de evaluar la postura de las autoridades para con el sector; Vanke ha evitado caer en el impago de su deuda este año únicamente gracias a préstamos por unos 4.200 millones de dólares por parte de su principal accionista, una firma pública controlada por el gobierno de la megalópolis suroriental de Shenzhen, en la que tiene su sede.
Sin embargo, ese apoyo está en duda desde el mes pasado, tras la dimisión del presidente de Vanke, Xin Jie, ya que el máximo accionista, Shenzhen Metro, apunta ahora hacia condiciones más estrictas para seguir financiando al grupo, lo que ha hecho que los inversores duden de su capacidad para seguir evitando el impago.
Alta deuda
Vanke afronta el vencimiento de unos 13.400 millones de yuanes (1.891 millones de dólares, 1.632 millones de euros) en bonos 'onshore' (negociados en la China continental) antes de junio del año que viene, cantidad que supera la financiación que Shenzhen Metro pone aún a su disposición según su último acuerdo.
Al cierre de septiembre, según cálculos de Bloomberg, Vanke disponía del equivalente a unos 8.474 millones de dólares en liquidez, pero su deuda a corto plazo ascendía a unos 21.468 millones.
La posición financiera de muchas inmobiliarias chinas empeoró después de que, en agosto de 2020, Pekín anunciara restricciones al acceso a financiación bancaria a las promotoras que habían acumulado un alto nivel de deuda, entre las que destacaba Evergrande, con un pasivo de casi 330.000 millones de dólares.
Ante la coyuntura, el Gobierno ha anunciado diversas medidas de apoyo, con los bancos estatales abriendo asimismo líneas de crédito multimillonarias a diversas promotoras, priorizando la finalización de los proyectos vendidos sobre plano, preocupación de Pekín por sus implicaciones para la estabilidad social, ya que la vivienda es uno de los principales vehículos de inversión de las familias chinas.
No obstante, el mercado no está respondiendo: las ventas comerciales medidas por área de suelo se desplomaron un 24,3 % en 2022, otro 8,5 % en 2023 y un 12,9 % en 2024. EFE
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