AI denuncia que cientos de personas murieron por la represión de las protestas en Tanzania

“Las fuerzas de seguridad dispararon munición real y gases lacrimógenos directamente contra manifestantes y otras personas que no representaban una amenaza inminente de muerte o lesiones graves”, indicó AI en un informe.

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Logo de Canal 26 Foto: Canal 26

Nairobi, 19 dic (EFE).- Amnistía Internacional (AI) denunció este viernes que cientos de personas murieron y miles resultaron heridas en Tanzania tras la represión policial de las protestas electorales, entre el 29 de octubre y el 3 de noviembre pasados, en las que las fuerzas de seguridad también secuestraron cadáveres de víctimas y pacientes que tenían posibilidades de sobrevivir.

“Las fuerzas de seguridad dispararon munición real y gases lacrimógenos directamente contra manifestantes y otras personas que no representaban una amenaza inminente de muerte o lesiones graves”, indicó AI en un informe.

La organización constató que la Policía hirió y mató a transeúntes, en medio de un apagón nacional de las telecomunicaciones, además de efectuar arrestos, negar atención médica a heridos y retirar cuerpos de las morgues a lugares desconocidos.

El investigador de Amnistía Internacional para África Oriental y uno de los autores del reporte, Sikula Oniala, dijo a EFE que el uso de la fuerza letal por parte de las fuerzas de seguridad causó “cientos de muertos y miles de heridos”.

Tras ser electa con el 97,66 % de los votos en las polémicas elecciones del 29 de octubre, de las que quedaron excluidos sus principales rivales, la presidenta de Tanzania, Samia Suluhu Hassan, anunció la creación de una comisión para investigar las muertes de jóvenes tanzanos después de las protestas.

La secretaria general de AI, Agnès Callamard, remarcó en el documento que “la creación de la comisión es sólo el primero de muchos pasos que deben darse para garantizar la rendición de cuentas”.

“Las autoridades deben asegurarse ahora de que todas las investigaciones sean independientes, exhaustivas e imparciales (…). Cada familia en duelo merece respuestas, justicia y la posibilidad de solicitar reparaciones. Cualquier cosa que sea menos que eso, sería un ejercicio de encubrimiento de abusos”, añadió.

Muerte y secuelas

El mes pasado, Amnistía entrevistó a 35 personas -testigos, sobrevivientes, abogados que asistieron a manifestantes detenidos y profesionales de la salud que trataron a víctimas y familiares de fallecidos-, mientras su equipo de investigación verificó 26 videos y seis fotografías publicados en redes sociales o compartidos con la organización.

Tres sanitarios de hospitales públicos de Dar es Salam (capital económica), Arusha (norte) y Mwanza (noroeste) dijeron a AI que entre el 29 y el 31 de octubre cientos de personas ingresaron con heridas de bala para recibir tratamiento, entre ellas mujeres y niño; al tiempo que centenares de cadáveres fueron llevados a los hospitales o quedaron fuera por falta de espacio en las morgues.

Según el informe, un video verificado por la ONG muestra al menos 70 cuerpos amontonados en el suelo y sobre camillas en la morgue del Hospital Regional de Referencia Mwananyamala, en Dar es Salam.

“Tenemos información sobre algunos funcionarios que ordenaron a los médicos segregar o tratar como delincuentes a personas con heridas de bala, sometiéndolas a arrestos en hospitales. Cualquiera que haya dado las órdenes o haya estado involucrado deberá responder individualmente por los delitos”, afirmó Oniala.

“Si la Comisión (del Gobierno tanzano) falla, pasaremos a la siguiente etapa, solicitando a otras agencias de investigación, organizaciones internacionales como la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU y los mecanismos de la Unión Africana para que intervengan”, aseguró el investigador.

Tras la represión, la ONG reportó que los niños tanzanos expuestos de forma directa o indirecta presentan problemas de concentración en sus hogares y en las escuelas, tras oír el sonido de los disparos y, en algunos casos, compartir las mismas salas de guardia médica donde eran atendidos los manifestantes.

“Sabemos de niños que caminan o duermen con los oídos tapados por la gravedad de las violaciones ocurridas en Tanzania”, relató Onila.

AI lamentó que estos episodios responden a un patrón en el que cada cinco años -que suele ser la duración habitual de los mandatos en países democráticos africanos- estallan este tipo de protestas en naciones de la región que celebran elecciones. EFE

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