Reducen a 18.000 las posible muertes en Tokio por un fuerte terremoto gracias a prevención
La mayoría de las víctimas fallecerían a causa de incendios, que podrían destruir casi 300.000 viviendas en la capital de Japón, según un informe elaborado por el Grupo de Trabajo sobre Medidas para un Terremoto en el Interior de Tokio, dependiente del...

Tokio, 19 dic (EFE).- Hasta 18.000 personas podrían morir de producirse un fuerte terremoto bajo la metrópolis de Tokio, según una estimación publicada este viernes por un panel gubernamental japonés, una mejora respecto a un informe anterior debido a los avances en prevención de desastres.
La mayoría de las víctimas fallecerían a causa de incendios, que podrían destruir casi 300.000 viviendas en la capital de Japón, según un informe elaborado por el Grupo de Trabajo sobre Medidas para un Terremoto en el Interior de Tokio, dependiente del gubernamental Consejo Central para la Prevención de Desastres.
En el peor de los casos, hasta 400.000 edificios podrían colapsar inmediatamente tras el suceso, una cifra que aumentaría hasta más de cuatro millones pasadas dos semanas. Unas 8,4 millones de personas se quedarían sin hogar.
El grupo estima además que el impacto económico del desastre podría llegar a ser de 83 billones de yenes (unos 450.000 millones de euros).
Estas cifras suponen una rebaja a las publicadas en 2013 por el mismo grupo, que cifraba en 23.000 las posibles muertes ocasionadas por un posible sismo de magnitud 7,3 en el área de la capital japonesa.
El cambio refleja una mejora en las medidas de prevención de desastres de un país propenso a sufrir terremotos, en un momento en que las autoridades estiman que hay una probabilidad de alrededor del 70 % de que se produzca un sismo de esa magnitud bajo la metrópolis en los próximos 30 años.
El informe ayudará al Gobierno japonés a elaborar planes de contingencia y objetivos de preparación ante posibles desastres, e incluye recomendaciones como fijar muebles o instalar aparatos para cortar la electricidad de manera automática en caso de detectar vibraciones producidas por un sismo.
Japón se asienta sobre el llamado Anillo de Fuego, una de las zonas sísmicas más activas del mundo, y sufre terremotos con relativa frecuencia, por lo que sus infraestructuras están especialmente diseñadas para aguantar los temblores. EFE
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