Sudáfrica rechaza acusaciones de EEUU tras redada en un centro de evaluación de refugiados

En un comunicado emitido a última hora del jueves, el Departamento (Ministerio) de Relaciones Internacionales y Cooperación subrayó que la reciente deportación de los siete kenianos se efectuó "en estricta conformidad con la ley de inmigración sudafric...

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Nairobi, 19 dic (EFE).- El Gobierno de Sudáfrica rechazó las acusaciones de EE.UU. tras una redada en la que fueron arrestados -y deportados- siete kenianos acusados ​​de trabajar ilegalmente en un programa de Washington para aceptar afrikáners (sudafricanos blancos descendientes de colonos neerlandeses) como refugiados.

En un comunicado emitido a última hora del jueves, el Departamento (Ministerio) de Relaciones Internacionales y Cooperación subrayó que la reciente deportación de los siete kenianos se efectuó "en estricta conformidad con la ley de inmigración sudafricana", tras recordar que "estas personas trabajaban sin los permisos necesarios".

"El Gobierno no negociará su soberanía ni la aplicación del Estado de derecho", aseveró la nota oficial, que se refiere también a "una acusación sin fundamento sobre la información privada de funcionarios estadounidenses".

"Sudáfrica -enfatizó- trata todos los asuntos de seguridad de datos con la máxima seriedad y opera bajo estrictos protocolos legales y diplomáticos. Rechazamos categóricamente cualquier sugerencia de participación estatal en tales acciones".

No obstante, el Gobierno sudafricano dijo mantener su "compromiso con una diplomacia transparente y basada en principios".

"Se han abierto canales oficiales con el Gobierno de Estados Unidos para aclarar esta acusación y reafirmar que nuestros compromisos bilaterales deben basarse en el respeto mutuo y el diálogo fáctico", agregó.

La nota se publicó después de que la Embajada de EE.UU. en Pretoria divulgara este jueves un comunicado del Departamento de Estado en el que Washington condena "enérgicamente la reciente detención por parte del Gobierno sudafricano de funcionarios estadounidenses que cumplían con sus obligaciones de brindar apoyo humanitario a los afrikáners", pese a que Sudáfrica asegura que no se detuvo a ningún funcionario estadounidense.

Además, precisó el Departamento de Estado, "la divulgación pública de la información de los pasaportes de nuestros funcionarios estadounidenses constituye una forma inaceptable de acoso", lo que calificó como "un intento de intimidar al personal del Gobierno estadounidense en Sudáfrica en misión oficial".

"Si el Gobierno sudafricano no exige responsabilidades a los responsables, las consecuencias serán graves. Instamos al Gobierno de Sudáfrica a que tome medidas inmediatas para controlar esta situación y exigir responsabilidades a los responsables", añadió EE.UU.

El arresto de los siete kenianos se produjo después de que el Departamento del Interior, en colaboración con otras fuerzas del orden, ejecutara una operación rutinaria en Johannesburgo, dirigida a presuntas violaciones de la ley de inmigración sudafricana, según informó ese ministerio el pasado miércoles al anunciar la redada.

La operación se realizó después de que informes de inteligencia indicaran que varios ciudadanos kenianos ingresaron recientemente a Sudáfrica con visados de turista y comenzaron a trabajar ilegalmente en un centro que procesa solicitudes de los llamados "refugiados" para Estados Unidos.

El departamento aseguró que no se arrestó a ningún funcionario estadounidense durante el proceso, aunque recalcó que "la presencia de funcionarios extranjeros aparentemente coordinando con trabajadores indocumentados naturalmente plantea serias dudas sobre la intención y el protocolo diplomático".

El Gobierno sudafricano -agregó- ha iniciado contactos diplomáticos con Estados Unidos y Kenia para "resolver este asunto".

En mayo pasado, el Gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, ofreció el estatus de refugiado a la comunidad afrikáner, alegando que eran víctimas de discriminación e incluso de "genocidio", extremo que Pretoria niega rotundamente.

La relación entre Sudáfrica y EE.UU. se ha tensado desde que Trump ordenó en febrero la suspensión de ayuda económica al país austral por el contencioso de los afrikáners, entre otros reproches. EFE

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