Megaproyectos chinos en Serbia: contratos sin licitaciones y bajo la sombra de corrupción
Belgrado, 31 dic (EFE).- Serbia está levantando sus obras más ambiciosas, desde la Expo 2027 al metro de Belgrado, con contratos adjudicados a empresas chinas al margen de concursos públicos, un atajo defendido por el Gobierno por las garantías de fina...

Bogdan Dasic
Belgrado, 31 dic (EFE).- Serbia está levantando sus obras más ambiciosas, desde la Expo 2027 al metro de Belgrado, con contratos adjudicados a empresas chinas al margen de concursos públicos, un atajo defendido por el Gobierno por las garantías de financiación pero denunciado por permitir sobrecostes y corrupción.
Serbia y China firmaron en 2009 un acuerdo bilateral de cooperación económica y técnica que, con un anexo añadido en 2013 -un año después de la llegada al poder del presidente Aleksandar Vucic-, permite eximir a las empresas chinas de las licitaciones públicas.
Según datos de 'Forbes Serbia', de 25 grandes proyectos de construcción o reconstrucción de autopistas, vías rápidas o ferrocarriles, los gigantes de la construcción chinos, o sus filiales registradas en Serbia, están a cargo de 17.
Las empresas chinas deciden los subcontratistas serbios y pueden incluir cláusulas de confidencialidad.
Según el diario digital 'Nova', por una "regla no escrita" los contratos suelen acabar en manos de empresas próximas a la formación gubernamental SNS, mientras que el semanario 'Nova Ekonomija' subraya que los costes a menudo se disparan.
El aviso de Bruselas
El último informe de la Comisión Europea (CE) sobre la candidatura de Serbia a la UE, del pasado noviembre, destaca que la transparencia en los proyectos otorgados por acuerdos internacionales es limitada y aumenta el riesgo de corrupción.
"Serbia sigue teniendo la tendencia de eludir su legislación en este ámbito mediante acuerdos intergubernamentales y leyes especiales", señala el documento.
En 2024, la contratación pública representó el 10,87 % del PIB de Serbia y el valor de los contratos exentos de la normativa alcanzó 5.700 millones de euros, con los acuerdos intergubernamentales como segunda justificación legal (1.200 millones), según la CE.
"El Gobierno de Serbia nunca se ha esforzado por convencer a los ciudadanos de que lo que hace está en consonancia con el interés público", afirma a EFE Nemanja Nenadic, de 'Transparencia Serbia', una ONG anticorrupción.
Nenadic explica que el Gobierno suele justificar el uso de acuerdos internacionales en que garantizan la financiación y que, sin ellos, no habría recursos para grandes proyectos.
"Sin embargo, hoy ese argumento pierde credibilidad, ya que tenemos ejemplos de financiación mediante créditos de otros prestamistas así como de bancos locales", sostiene el experto.
Derrumbe con 16 muertos
Uno de los ejemplos más trágicos asociado a esa supuesta corrupción es el derrumbe de la marquesina de la estación de tren de Novi Sad, en el norte de Serbia, el 1 de noviembre de 2024, que causó 16 muertos y desató las mayores protestas en el país en décadas.
Las obras de la estación estuvieron a cargo de las empresas estatales chinas CRIC y CCCC que, según la fiscalía serbia, subcontrataron a otras empresas y obtuvieron un beneficio de al menos 18 millones de dólares.
'Power China' es la empresa china más importante en Serbia y su filial en Belgrado, fundada en 2017, registró en 2024 unos ingresos totales de alrededor de 220 millones de euros, según 'Forbes Serbia'.
Esta compañía ha conseguido en Serbia proyectos clave, entre ellos la Expo 2027, el Estadio Nacional de Fútbol y la primera línea del metro de Belgrado, con un valor total, según estimaciones, superior a los 2.700 millones de euros.
El pasado agosto, el exministro de Construcción Tomislav Momirovic fue detenido por presunta corrupción en la modernización del tramo ferroviario Belgrado–Budapest, un proyecto de 'Power China' en el que se sospecha que Serbia sufrió pérdidas de más de 115 millones de dólares.
A escala global, 'Power China' emplea a más de 180.000 personas y opera en más de 100 países.
La oposición parlamentaria y el movimiento civil 'Get Going for Change' pidieron a la Oficina Internacional de Exposiciones (BIE) la cancelación de la Expo 2027 por falta de transparencia, posibles prácticas corruptas y riesgos de seguridad, en una solicitud respaldada por más de 119.000 firmas.
Un estudio señala que la superficie del proyecto pasó de 119 a 813 hectáreas, sin justificación, mientras el Estado compra terrenos a precios de hasta 100 veces el valor original de venta.
El politólogo Vuk Vuksanovic, del Centro de Política de Seguridad de Belgrado, dijo a EFE que la corrupción solo se produce si el Gobierno local lo permite: "Si el anfitrión (Serbia) no respeta el Estado de derecho, tampoco los chinos lo harán".
Según datos del Banco Nacional (NBS), la deuda de Serbia con China se multiplicó por 12 en la última década, al pasar de unos 305 millones de euros a alrededor de 3.700 millones, y ya representa el 8,5 % de la deuda externa.
"Mientras tanto, durante parte de su mandato, el SNS ha presentado mayoritariamente los créditos chinos como inversiones", critica en declaraciones a EFE Dragoslav Raseta, de la ONG 'Novi treci put'.EFE
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