El M+ de Hong Kong inaugura primera monográfica sobre Rauschenberg y su relación con Asia

Comisariada dentro de la serie Pao-Watari -reservada a figuras y episodios clave del arte contemporáneo asiático- y alineada con las celebraciones globales del centenario del creador, la muestra reúne más de cuarenta obras del inventor del 'Combine' ju...

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Logo de Canal 26 Foto: Canal 26

Hong Kong, 22 nov (EFE).- El M+, museo insignia de la cultura visual contemporánea en Asia, presenta desde este sábado 'Robert Rauschenberg and Asia', primera exposición monográfica que explora íntegramente la producción del artista estadounidense (1925-2008) generada durante y a partir de sus viajes por el continente entre 1964 y 1990.

Comisariada dentro de la serie Pao-Watari -reservada a figuras y episodios clave del arte contemporáneo asiático- y alineada con las celebraciones globales del centenario del creador, la muestra reúne más de cuarenta obras del inventor del 'Combine' junto a piezas de artistas orientales que lo conocieron personalmente, evidenciando diálogos bidireccionales perdurables.

Permanecerá abierta hasta el 26 de abril de 2026 en las galerías Cissy Pui-Lai Pao y Shinichiro Watari.

Rauschenberg, figura pivotal del siglo XX que borró fronteras al integrar objetos encontrados, serigrafías y técnicas artesanales, mantuvo una relación prolongada y transformadora con Asia.

Su primer desembarco significativo en el continente ocurrió en 1964, como diseñador de vestuario y escenografía de la gira mundial de la Merce Cunningham Dance Company: en Tokio realizó performances propias y piezas con materiales locales, suscitando admiración y recelo simultáneos.

La historiadora Hiroko Ikegami ve estos episodios no como propaganda estadounidense en la Guerra Fría, sino como procesos recíprocos en los que comunidades asiáticas buscaban identidad propia ante la americanización, tejiendo redes transnacionales que anticiparon la globalización artística.

La exposición se organiza en dos grandes capítulos. El primero rescata esos contactos seminales: la mítica actuación tokiota de 1964, las series Unions (1975) y Jammers (1975-1976) nacidas en el ashram de Gandhi en Ahmedabad, y los Japanese Recreational Clayworks (1982-1985) surgidos en Shigaraki.

El segundo eje se centra en los episodios asiáticos del Rauschenberg Overseas Culture Interchange (ROCI, 1984-1991), proyecto autofinanciado que, en plena confrontación bipolar, defendió la paz mediante el intercambio cultural.

Aunque algunas críticas locales denunciaron injerencia cultural y "colonialismo estético", el legado de ROCI ha permeado decisivamente generaciones posteriores.

Xu Bing vio en Rauschenberg un modelo de experimentación lingüística; Wang Guangyi, padre del Political Pop chino, adoptó su estrategia de yuxtaponer iconos propagandísticos y consumistas, y Qiu Zhijie incorporó la lógica cartográfica y conceptual del 'Combine' en sus grandes mapas tatuados.

Por su parte, Ai Weiwei heredó el uso del objeto cotidiano como arma de denuncia política, y Cai Guo-Qiang reconoció en las explosiones controladas de pólvora un eco de la energía imprevisible y efímera que Rauschenberg buscaba en sus assemblages.

Todos ellos han declarado públicamente que la visita del estadounidense en los ochenta supuso un punto de inflexión legitimando la hibridación, la crítica social y la apertura experimental en un contexto aún cerrado, e influyendo de forma duradera en el arte chino contemporáneo.

Archivo audiovisual, fotografías y documentación completan un recorrido que, según el M+, confirma que "antes de que el mundo del arte se volviera global, Rauschenberg ya miraba hacia Oriente".

En Hong Kong, la exposición resuena con fuerza en un museo de vocación planetaria que recupera la trayectoria de quien planteó el diálogo intercultural como antídoto a los bloques ideológicos y la censura. EFE

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