Tarde sin toros en la segunda de abono de la Feria de Cali
Cali (Colombia), 27 dic (EFE).- La segunda corrida de abono de la 68 Feria de Cali naufragó este sábado debido a la pobre, casi nula, presentación del encierro de la ganadería Campo Real, sumada a la condición de mansedumbre de los ejemplares.

Víctor Diusabá Rojas
Cali (Colombia), 27 dic (EFE).- La segunda corrida de abono de la 68 Feria de Cali naufragó este sábado debido a la pobre, casi nula, presentación del encierro de la ganadería Campo Real, sumada a la condición de mansedumbre de los ejemplares.
Los alternantes —Román, Joaquín Galdós y Javier Zulueta— pagaron las consecuencias del fiasco, más allá de que el peruano Galdós logró cortar una oreja y saludar en el otro de sus turnos.
Todo empezó con la indecorosa presentación del primero de la tarde. Aunque peor que la forma resultó ser el fondo, o la inexistencia del mismo.
Román porfió sin recompensa alguna ante un ejemplar pobre, manso y feo. Además, el capítulo de la espada se extendió hasta los dos avisos.
El peruano Joaquín Galdós logró despertar las primeras emociones en cuanto tomó la muleta para lidiar al segundo, también escaso de carnes.
Sus deseos de agradar a la concurrencia, sumados a un afortunado planteamiento de la faena, le permitieron mandar sobre el astado hasta tocar las fibras de los tendidos. Tras un buen espadazo, paseó una oreja.
El andaluz Javier Zulueta se estrenó en Cañaveralejo con un par de entonadas verónicas e intentó mantener esa línea con la muleta. Pero las medias arrancadas del ejemplar de Campo Real redujeron las posibilidades de éxito. Al final, fue un capítulo de mero trámite, alargado por los reiterados fallos con la espada. Silencio tras dos avisos.
El cuarto imprimió respeto de salida, más por sus acometidas que por su estampa. Los lances compartidos por Román, el lidiador asignado, y Galdós, el invitado, recibieron el beneplácito de los aficionados presentes en el coso caleño.
En la muleta hubo un comienzo que presagió buenas cosas, pero pronto el de Campo Real dejó ver sus defectos y la tarea del valenciano se emborronó. Dos avisos y silencio.
El quinto no cambió el curso de la, hasta ese momento, triste historia. Quien más hizo por evitarlo fue Galdós, empeñado en "sacar agua de una piedra". El esfuerzo del torero del Perú solo obtuvo como recompensa un saludo desde el tercio.
Finalmente el sexto, amoruchado y muy parecido —por dentro y por fuera— a su hermano primero, cerró una tarde indigna en Cañaveralejo, plaza de primera categoría.
Javier Zulueta, seguramente sorprendido por lo que debió enfrentar, intentó en vano dejar alguna huella de su irrupción en la plaza de toros de Cali.
Ficha de la corrida
Toros: Seis ejemplares de Campo Real. Mal presentados, anovillados y vacíos. El primero, feo y manso; el segundo, noble y con duración; el tercero, mansurrón; el cuarto, sin terminar; el quinto, sin transmisión; el sexto, manso con peligro.
Román. Sangre de toro y oro: Silencio tras dos avisos y silencio tras otros dos avisos.
Joaquín Galdós. Corinto y oro: Oreja y saludo desde el tercio.
Javier Zulueta. Verde botella y azabache: Silencio tras dos avisos y silencio. EFE
vdr/ocm/nvm



