14 de julio, el Día Nacional de Francia: ¿por qué se celebra la Toma de la Bastilla?

La Libertad guiando al pueblo. Cuadro pintado por Eugène Delacroix en 1830 y expuesto en el Museo del Louvre. Foto: PD.

Así como la Revolución de Mayo en Buenos Aires, la Toma de la Bastilla en París marcó un antes y un después en la historia de Francia. Probablemente una de las revoluciones más famosas del mundo, que se produjo cuando el Gobierno francés dejó de ocuparse de su pueblo y las calles de París se abultaron de violencia para hacer notorio el reclamo.

Es parte tanto de la historia como de la cultura de Francia que el abuso de poder y las decisiones perjudiciales para la sociedad sean reclamadas en las calles, muchas veces con suma violencia. Como parte de un legado desde los pilares que fundaron las bases del país, los manifestantes se hicieron notar en diferentes generaciones a lo largo de la historia y con reclamos que se adaptaron a las épocas que transcurrieron. Esta cultura de protesta nació en los días de la Revolución francesa, en la fortaleza de la Bastilla en París, que fue tomada por civiles un 14 de julio de 1789.

En honor a esos acontecimientos, cada 14 de julio se celebra el Día Nacional de Francia. En este día se recuerda y destaca el poder del pueblo al levantarse unido frente a un gobierno tiránico, pero también les recuerda a sus gobernantes que, así como se les otorgó el poder de dirigir al país, también se les puede quitar por la fuerza si es necesario.

La toma de la Bastilla. Cuadro pintado por Jean-Pierre Houël y expuesto en la Biblioteca Nacional de Francia. Foto: Archivo.

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¿Qué fue la Toma de la Bastilla y por qué se destaca este hecho?

El hecho comenzó con el levantamiento de los ciudadanos franceses contra los Borbones, una muy cuestionada monarquía de Francia. Un largo período de hambrunas, impuestos impagables y decapitaciones públicas de la mano del "Reinado del Terror", llevaron al pueblo a que se revelara tomando la Bastilla en París, una fortaleza militar que se utilizaba como prisión.

La Toma de la Bastilla fue un hito clave en el desarrollo de la Revolución Francesa. Aunque actualmente se celebra como un día patriótico nacional, representa mucho más que un festejo. Para el pueblo francés, este día sirvió para arraigar una cultura de desobediencia civil que inspiró incontables revoluciones, levantamientos y manifestaciones no sólo en el Francia y en Europa, sino que en todo el mundo. A continuación, algunos momentos destacados de la historia francesa.

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El "mayo francés" de 1968

Hace más de cincuenta años atrás, los estudiantes de la Universidad de la Sorbona marcharon después de haber ocupado las instalaciones de la universidad, lo que provocaría un violento enfrentamiento con las fuerzas de la policía. Las protestas del Mayo Francés, se destacaron por los adoquines que los manifestantes desenterraron de las calles para lanzar hacia la policía. Casi 9 millones de estudiantes, trabajadores y funcionarios se levantaron apedreando la opresión del gobierno que no podía responder más que con acatar el reclamo de su gente. La revuelta finalizó con un 35% de aumento del salario mínimo, una subida salarial del 10% y la disolución de la Asamblea Nacional. El precio a pagar fueron las vidas de 7 personas y cientos de heridos entre los manifestantes.

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Los "chalecos amarillos" en 2018

Del pasado, a un acontecimiento mucho más reciente. En 2018 más de 300.000 personas de todo el país se movilizaron para protestar contra un impuesto acordado por el gobierno, que afectaba los precios del combustible.

Marcha chalecos amarillos. Foto: Reuters.

Los "gilet jaunes" (chalecos amarillos, por un distintivo atuendo que servía para ser más visible en las calles), bloquearon rutas, calles, depósitos de combustible, vandalizaron propiedad pública e incluso prendieron fuego una cantidad de vehículos durante el tiempo que duró la manifestación. Las protestas en ese entonces se convirtieron también en un refuerzo a la resistencia contra el gobierno de Emmanuel Macron.

Esta fue una de las protestas de mayor magnitud que había visto Francia en mucho tiempo y se extendió, con menor intensidad, hasta comienzos de 2019.

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Las protestas en la actualidad

A principios de este año las manifestaciones volvieron a golpear a Francia, nuevamente en contra de una medida tomada por Emmanuel Macron, lo que terminó con millones de ciudadanos protestando en las calles de diferentes ciudades durante marzo. El caos se desató por la reforma de pensiones que propuso el gobierno para aumentar la edad jubilatoria de 62 a 64 años.

El presidente de Francia defendió que las reformas eran esenciales para detener las finanzas públicas, y se mostró firme al decir que "el país debe ser avanzando" pese a la queja del pueblo.

En abril, el tribunal supremo de Francia aprobó el proyecto para subir la edad jubilatoria hasta los 64 años. El Consejo Constitucional dentro de esta nueva ley, anuló diferentes elementos de la sanción, aunque mantuvo los más controversiales e impopulares como el aumento gradual de la edad de jubilación.

Manifestantes protestando contra la ley de reforma de las pensiones en París, Francia. Foto: EFE.

Una vez más, las protestas generaron enfrentamientos repletos de violencia con la policía, se afectaron servicios por todo el territorio francés, principalmente en las grandes ciudades, y Francia volvió a levantarse en contra de una decisión que perjudicaba a las personas.

El descontento por parte de la sociedad y que el gobierno no haya dado marcha atrás con esta ley, causó un daño irreversible en la imagen de Macron durante su segundo mandato. Como respuesta a la crisis, el mandatario se reunió con sus ministros en un intento de sanar la división y poder unir a su país, pero el pueblo francés no perdona.