Las frases y obras más destacadas para entender a Domingo Faustino Sarmiento: de ser “el padre del aula” a formador de un país

Cada 11 de septiembre se conmemora el Día del Maestro en Argentina, ¿el motivo? En homenaje al padre del aula: Domingo Faustino Sarmiento, quien murió en esta fecha en 1888. Sarmiento fue presidente de la República y entre varios de sus logros se encuentra el de haber impulsado la educación, viéndola como un pilar para el desarrollo del país.
Sarmiento murió en Asunción, Paraguay, a los 77 años, por una deficiencia cardíaca. Había viajado a ese país, justamente por motivos de salud, para evitar que el frío de Buenos Aires siga haciendo estragos en su cuerpo ya golpeado. Pero que hay detrás de aquella versión de pensador y como formador del Estado naciente.

Las obras de Sarmiento
El sanjuanino fue un adelantado, sabía del poder de la palabra y de su impacto a quienes llegara su mensaje. Su yo periodista terminaría siendo uno de sus grandes maestros, para lo que vendría después. La vida de El Zonda fue corta, pero bastó para marcar al periodismo argentino. Sirvió como herramienta para informar, intentar cultivar el hábito de lectura y ante todo política, al desnudar en sus relatos y recursos literarios un pensamiento y una búsqueda para establecer una base ideológica que terminaría siendo el puntapié para la construcción de una identidad y país.
Entre logros más importantes durante su gestión tenemos que mencionar primero el sistema educativo: se fundaron escuelas, se promovió la formación docente y se contrataron maestras extranjeras. Además, se impulsó la primera gran reforma educativa para garantizar la enseñanza común, gratuita y obligatoria, que sería conocida como la Ley 1420.
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Cuando llegó a la presidencia, en 1868, creó instituciones científicas como el Observatorio Astronómico de Córdoba. En materia de salud, tras la epidemia de fiebre amarilla de 1871, fundó la Asistencia Pública, un organismo destinado a mejorar la atención sanitaria de la población.
Se extendieron las líneas ferroviarias, se fortaleció el sistema postal y se desarrolló la red de telégrafos. En 1869 llevaría adelante el primer Censo Nacional de Población que permitió conocer datos demográficos, económicos y sociales del país.

Las frases más destacas del pensamiento de Sarmiento
- ”Hombre, pueblo, Nación, Estado, todo: todo está en los humildes bancos de la escuela”.
- ”Todos los problemas son problemas de educación”.
- “Es la educación primaria la que civiliza y desenvuelve la moral de los pueblos. Son las escuelas la base de la civilización”.
- “El buen salario, la comida abundante, el buen vestir y la libertad educan a un adulto como la escuela a un niño”.
- ”Escribo como medio y arma de combate, que combatir es realizar el pensamiento”.
- ”Si no existieran dificultades, no habría éxitos”.
- ”Fui nombrado presidente de la República y no de mis amigos”.
- ”No está prohibido que un hermano del presidente sea ministro, pero la decencia lo impide”.
- ”Es la práctica de todos los tiranos apoyarse en un sentimiento natural, pero irreflexivo de los pueblos para dominarlos”.
- “Puede juzgarse el grado de civilización de un pueblo por la posición social de la mujer”
Curiosidades de Domingo Sarmiento
Sarmiento no era Domingo
El padre del aula en realidad respondía al nombre de Faustino Valentín Quiroga Sarmiento. Un detalle es que el apellido de la madre era Paula Albarracín y Quiroga Sarmiento era el compuesto de su padre, de su abuelo y de su bisabuelo, convirtiéndolo en un pariente lejano de Facundo Quiroga.

Pero, ¿entonces por qué lleva solo u apellido? Sucede que un tío de Domingo le sugirió a su madre que lo anotase únicamente con el segundo paterno con el fin de preservarlo en el tiempo a través de su descendencia. ¿El Domingo? La familia era devota de Santo Domingo, motivo por el cual así le comenzaron a llamar, y con el tiempo le nombre Valentín desapareció del uso común.
Autodidacta: aprendió a leer a los cuatro años
Nacido en San Juan, Sarmiento no pudo ir a ninguna escuela y fu su mamá Doña Paula quien fue determinante. Comenzó a asistir a la escuela a los 5, pero ya sabía leer desde los 4, puesto que su madre se encargaba de que sus parientes y amigos lo supieran llevándolo a lecturas en voz alta.

La madre de Sarmiento se encargó de que nunca faltara a la escuela, algo que seguramente debe haber marcado al niño que se convertiría en Presidente. Con los años pudo forjar una envidiable formación académica, producto en gran parte del esfuerzo de su madre.
Anotaba cada gasto que hacía
Era increíblemente minucioso para anotar todos los gastos que realizaba como funcionario de gobierno. Por ejemplo, viajó a Europa por encargo del gobierno de Chile para hacer un relevamiento de los nuevos métodos educativos y anotó: “un pastel para comer”, “un par de zapatos”, “guantes, medias y corbatas” y “una pieza para secar la pluma” como parte de sus compras durante el viaje.

Incluso se puede leer la palabra “orgía”. Pero no con el mismo significado que pensamos hoy, el término era utilizado en ese momento como sinónimo de grandes excesos en comidas y bebidas.
Su muerte inspiró el Día de Estudiante
Podría decirse que los establecimientos educativos le deben dos fechas al Padre del aula. La primera es el 11 de septiembre, Día del maestro, y la segunda, poco conocida, es el 21 del mismo mes al celebrarse el Día del estudiante. Sabemos qué pasó en la primera fecha, pero casi nula información de lo que aconteció 10 días después y el vínculo con sanjuanino.

Tras siete días de viaje, sus restos llegaron a Buenos Aires el 21 de septiembre, donde hoy descansan en el cementerio de La Recoleta. Años después, en 1908, el alumno de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, Salvador Lorenzo Debenedetti propuso celebrar el día del estudiante, el día en que sus restos llegaron a su eterna morada.