Cómo llegó un cuadro de San Martín a estar exhibido por años en el Salón Oval: el rol clave del presidente argentino más famoso

Una de las grandes curiosidades que unen de alguna forma la historia de Estados Unidos con Argentina. Las gestiones de un regalo que no pasó desapercibido.
San Martín, prócer máximo sudamericano
San Martín, prócer máximo sudamericano Foto: Facebook

Pensar en la idea de que una figura sudamericana sea protagonista del Salón Oval, despacho del presidente de Estados Unidos, ya de por sí puede sonar fantasioso. Pero a ello agregarle el condimento de que un cuadro del mismísimo Padre la Patria, José de Martín, estuvo colgado por años allí, es aún más increíble. Lo cierto es que este episodio pasó y detrás hay una interesante historia que une a los dos países.

¿Cómo San Martín llegó a Washington?

Para contextualizar, era fines de la década del 40 y el presidente estadounidense era Harry Truman. Fue el 33º en la lista de primeros mandatarios, ocupando el cargo desde 1945 hasta 1953, entre los estertores de la Segunda Guerra Mundial y el comienzo de las tensiones con la Unión Soviética. Asumió tras la muerte de Franklin D. Roosevelt en abril de 1945 y fue él autorizó el uso de bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki.

La oficina del presidente durante la época de Truman Foto: Archivo

Además de este oscuro episodio, pasó a la historia por su doctrina basada en el apoyo económico y militar a los países “amenazados” por la expansión del comunismo y por el famoso Plan Marshall, fundamental para reconstrucción de Europa. Pero Truman tenía una especie fanatismo por exhibir, a través de retratos, a héroes de origen extranjero en el famoso Salón Oval de la Casa Blanca y ahí es donde asoma el Libertador de Chile, Perú y Argentina, quien fue el único prócer argentino cuya imagen estuvo presente en ese sector de la Casa Blanca.

Cuando Juan Domingo Perón asumió la presidencia, en 1946, nombró a Oscar Ivanissevich como embajador argentino en Estados Unidos. Al ser recibido por Truman, le regaló un retrato del general San Martín abanderado con los colores celeste y blanco. El entonces presidente decidió ubicarlo cerca de los cuadros de Andrew Jackson, George Washington y Simón Bolívar.

El embajador argentino le regala un cuadro de San Martín a Truman Foto: Archivo

El cuadro que le obsequió el gobierno de Perón a Truman es, según las fuentes consultadas, la reproducción de un retrato al óleo cuyo original fue ejecutado en Bélgica en el siglo XIX. La entrega del mismo tuvo lugar el lunes 11 de noviembre de 1946.

Con respecto a cuánto tiempo se mantuvo el cuadro del prócer en la pared del despacho presidencial, se sabe que Truman lo mantuvo durante su mandato y se quedó en el Salón Oval, mínimo, hasta septiembre de 1957.

El cuadro exhibido del Libertador Foto: Archivo

La accidentada primera visita de un presidente estadounidense a la Argentina

Fue la de Franklin D. Roosevelt en 1936. La misma reunió todos los elementos dignos de un capítulo de una novela que incluyeron espías, muertes y una protesta en el Congreso. Los detalles de un viaje de 48 horas que quedó para la posteridad.

Roosevelt fue el primer presidente en ejercicio en pisar suelo argentino, pero antes tuvimos tras visitas. En 1913 pasó su primo, Theodore Roosevelt, quien había terminado su período en 1909 y Herbert Hoover llegó al Río de la Plata en 1928, una vez electo pero antes de asumir.

Franklin D. Roosevelt junto a Pedro Justo
Franklin D. Roosevelt junto a Pedro Justo

Roosevelt llegó con su secretario de Estado, Cordell Hulk; su asesor en política exterior, Sumner Wells; y su hijo James, una de las personas a las que más escuchaba. En tierra, participó del comité de bienvenida un norteamericano que una década más tarde daría que hablar en Argentina, Spruille Braden, por entonces un lobbista que en la guerra que había desangrado a Bolivia y Paraguay velaba por los intereses de la Standard Oil.

Lo que pasaría sería digno de un capítulo de House of Cards: uno de los edecanes argentinos designados para integrarse a su comitiva, Guillermo Mac Hannaford, fue un oficial que desempeñaba importantes funciones en el Estado Mayor de Ejército y al día siguiente de la partida del presidente norteamericano, sería detenido acusado de espía. Se lo acusó de vender documentos militares a Bolivia y a Paraguay.

La oveja negra

Si algo estaba fuera de los planes es lo que ocurriría con el hijo del presidente Justo, Liborio. Resulta que su madre, Ana Bernal, facilitó su acceso a la ceremonia y consiguió pasar desapercibido. Pero cuando Roosevelt, ubicado en el estrado junto al general Justo, estaba por dar la bienvenida a las delegaciones de 21 países, se escuchó “Abajo el imperialismo”. El norteamericano, con su mano derecha, hizo el típico gesto de calma mientras que el Presidente argentino murmuró: “Este fue Liborio”.

Franklin D. Roosevelt llegó en 1936
Franklin D. Roosevelt llegó en 1936

Una muerte

El 1º de diciembre el gobierno ofreció una cena de gala en la Casa de Gobierno, Esa misma noche, en otro lugar, con otros asistentes, ocurriría un hecho desgraciado. August Adolph “Gus” Gennerich era un ex policía de Nueva York de 49 años que había comenzado a trabajar como custodio de Roosevelt, pero además lo ayudaba en sus problemas de movilidad. Se había convertido en su amigo.

Esa noche salió a divertirse con sus colegas de la Policía Federal, pero en un local bailable sufrió un ataque al corazón y falleció. El miércoles 16 de diciembre por la mañana Roosevelt suspendió sus actividades oficiales, y en el ala este de la Casa Blanca el reverendo Lenski ofició los funerales de su fiel amigo y custodio ante 300 personas.

El 2 de diciembre, Agustín P. Justo lo acompañó hasta el puerto y lo despidió en la cubierta del Indianápolis.