Un prestigioso pianista explicó la belleza del Himno Nacional Argentino y qué lo hace diferente al resto
Antonio Formaro, ganador del Premio Konex 2009-2019 en la categoría mejor pianista, reveló perlitas de la uno de los símbolos patrios.

Un país construye su identidad a través de los símbolos patrios que datan desde sus primeros años como Nación. En el caso de Argentina tenemos algunos ejemplos como: la bandera, el escudo, la escarapela y el himno.
Lo que sabemos del Himno Argentino es que la letra pertenece a Vicente López y Planes, la música de Blas Parera y fue tocado por primera vez en la casa de Mariquita Sánchez de Thompson el 14 de mayo de 1813. Muchos lo consideran el más lindo de todos y en esta oportunidad Antonio Formado, ganador del Premio Konex 2009-2019 en la categoría mejor pianista y recientemente galardonado en la terna solista instrumental argentino de la Asociación de Críticos Musicales de la Argentina, es considerado “uno de los mejores pianistas argentinos”, reveló qué lo hace diferente al resto.
¿Por qué el Himno Nacional es único?
Al ser consultado sobre cómo está construido, explica: “Es diferente a otros himnos porque es un aria, es decir, una canción de corte operístico y no una marcha. Nuestro himno tiene la belleza de las áreas de ópera que podemos encontrar en Mozart o en Rossini”.
Para ejemplificar cuenta que “está bastante basado en La clemencia de Tito de Mozart, una ópera de 1791. Donde el emperador Tito se muestra clemente ante su pueblo, se muestra benefactor, soberano, amante de la libertad y la tolerancia”. Y agrega que “quizás Blas Parera tuvo alguna idea mozartiana en él”.
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En cuanto a la melodía, “tiene un ritmo sereno a la manera de las grandes óperas de Gluck que son ejemplos de la ópera reformada pre-revolución francesa e hijas de la ilustración”. “Su estilo no es militar y no es castrense, de hecho la música anterior al coro se agregó en 1860 y lo hizo Pedro Esnaola para hacer un momento un poco más militar entre la copla ‘sean eternos’ y lo previo que es el texto fundamental ‘oíd mortales’.”

“La introducción ya existía en la versión original y toda esta estructura de introducción canción y salida es característica de las áreas de ópera italiana de comienzos del siglo XIX”.
Los datos no contados del Himno Nacional
Primero es que el Himno no se llamaba así a principios del siglo XIX, el Triunvirato -el órgano ejecutivo que gobernó de 1811 a 1812- vio con buenos ojos que el pueblo tenga un canto que los represente y el 22 de julio de 1812 se le pidió al Cabildo mandar a componer “la marcha de la patria”. La Asamblea del Año XIII, el congreso de diputados de las Provincias Unidas del Río de la Plata, ordenó en marzo de ese año que se aprobara una letra. dos meses después -el 11 de mayo- Vicente López y Planes presentó un borrador, que solo le llevó una noche escribir, y que gustó a todos. Fue así que se aprobó la “Marcha Patriótica”, pero faltaba un detalle: la música.

Acá entra en escena Blas Parera, o Blai Parera i Mont, un español de Murcia que desde chico se dedicó a la música y llegó a estas tierras en 1797. Aquí daba clases de violín, piano y laúd; pero cambió las notas por las armas cuando peleó como voluntario en las invasiones inglesas de 1806 y 1807. Parera asistía con frecuencia a las tertulias de Mariquita, en una de esas noches fue que el poeta Esteban de Luca leyó las estrofas de López y Planes y le propusieron componer la música en el piano de los Thompson y luego en el de la familia De Luca. Se cree que se inspiró en el Himno de David.
Diferentes versiones
Las versiones de cuando se tocó por primera vez, letra y música, han diferido durante los años. Pero Vicente Fidel López -nieto del letrista- afirmó que fue en el salón del Consulado en mayo de 1813 y que el 25 de mayo se presentó a la sociedad en la Plaza de la Victoria. Para ese entonces se llamaba Canción Patriótica Nacional o simplemente Canción Patriótica. ¿Los primeros autores cobraron algo? Si y no, a Parera se le pagó 200 pesos, pero López no quiso dinero.
La versión original tenía una duración de 20 minutos y se cree que ya para la década de 1840 toda la población lo llamaba Himno Nacional Argentino, de hecho, la copia más antigua donde figura con ese nombre data de 1847.

Juan Pedro Esnaola le realizó los dos primeros arreglos musicales: el primero en 1847 y el otro en 1860. En cuanto a la letra, algunas estrofas debieron ser eliminadas por su contenido de odio para con España: “…a esos tigres sedientos de sangre fuertes pechos sabrán oponer”; “…al ibérico altivo león” o “Son letreros eternos que dicen: aquí el brazo argentino triunfó; aquí el fiero opresor de la Patria su cerviz orgullosa dobló”.
Para 1928, durante la presidencia de Marcelo T. de Alvear, se estableció que se respete lo que ordenó en 1900 el entonces primer mandatario Julio A. Roca: que se canten las primeras cuatro y últimas cuatro estrofas y quedaran los arreglos de Esnaola.
El 24 de abril de 1944, por el decreto 10.302, la marcha fue oficialmente aprobada como Himno Nacional Argentino.


















