La industria del bienestar, la última apuesta de Tailandia para atraer turistas
Héctor Pereira
Nakhon Pathom (Tailandia), 29 jun (EFE).- Detrás de un masaje en Tailandia hay una industria del bienestar soportada por casi 29.000 empresas y por un Gobierno que busca oxigenar el turismo, con menos llegadas de lo esperado, e impulsar la economía, en medio de reajustes a la baja de su crecimiento.
El segundo PIB del Sudeste Asiático, altamente dependiente del turismo y las exportaciones, se enfrenta a dos obstáculos: por un lado está inmerso en negociaciones comerciales con Washington, que amenaza con imponer un arancel a Bangkok del 36 %, y por otro intenta resucitar el turismo, palanca que ha funcionado en el pasado y que intenta empujar a niveles más altos.
El llamado "país de las sonrisas" quiere posicionarse como centro mundial del "wellness" o bienestar, aprovechando su conocida hospitalidad y que se trata de un tipo de negocio de rápido crecimiento en el mundo, cuya promoción Tailandia ve como una "una prioridad nacional".
"Del tradicional masaje tailandés a las modernas innovaciones médicas, estamos posicionando a Tailandia como centro global del bienestar", dijo en mayo la primera ministra, Paetongtarn Shinawatra.
La apuesta
De los 2.189 centros de 'wellness' registrados en el país, 96 ya tienen la certificación "Thainess" porque se adaptan al "modo tailandés" y promocionan la cultura, el lenguaje, la arquitectura, los productos, las tradiciones, el arte, la sabiduría y gestos reconocidos como propios, según cifras del Departamento de Relaciones Públicas del Gobierno.
En ese sentido, las autoridades tailandesas ven en la provincia de Nakhon Pathom -situada a unos 60 kilómetros de Bangkok- un oasis de posibilidades para quienes buscan experiencias de bienestar, como la agricultura y la cocina orgánica, sonoterapias o baños térmicos, diversas técnicas de masajes o la popular lucha tailandesa, conocida como muay thai.
La directora de la división de Economía Herbal, Monthaka Teerachaisakul, defendió, en declaraciones a EFE durante una visita a uno de los centros de bienestar, la efectividad de la medicina herbal.
"Son altamente efectivas y eso está demostrado, especialmente para atender dolencias superficiales o problemas respiratorios", indicó.
"Nuestra fortaleza como país está en el wellness", dijo, durante un foro con periodistas en Nakhon Pathom, el doctor Nuttapon Pinnimitr, miembro del subcomité gubernamental para la promoción de la industria del bienestar, quien cree que Tailandia debe promover la atención a pacientes sanos antes de que enfermen.
Asimismo, Tailandia impulsa programas para aumentar la producción y el consumo de los productos herbarios, que exporta más que ningún otro país en el Sudeste Asiático, mientras el ministerio de Salud pide a los hospitales aumentar las prescripciones de estos.
La apuesta gubernamental es amplia y va desde vender el atractivo de un retiro de meditación al consumo de jabones sin químicos, toda una narrativa en torno a la idea de Tailandia como un país 'mindfulness', con el negocio del bienestar como una forma de aumentar su poder blando a nivel internacional.
Los números
El turismo por salud y bienestar generó algo más de 12.300 millones de dólares en 2023, cuando Tailandia recibió a 27 millones de turistas extranjeros, según cifras del Gobierno. Los visitantes internacionales crecieron en 2024 hasta los 35,5 millones y con ello las ganancias se dispararon en spas y sitios de prácticas budistas.
Los foráneos gastan en el país un 35 % más que los locales en salud y bienestar, un dato que el Gobierno maneja y por el que ha incluido el 'wellness' dentro de las 13 industrias clave en su política económica, junto a otras como los festivales, deportes y gastronomía.
Según el Instituto Global de Wellness, la industria del bienestar generó en todo el mundo unos 6,3 billones de dólares en 2023, superando a la farmacéutica, y llegará a 9 billones en 2028, y Tailandia no quiere desaprovechar la tendencia.
Sobre todo cuando el país, que se propuso inicialmente llegar a 40 millones de turistas en 2025, ha tenido que ir reduciendo la meta, ahora hasta los 37 millones, según anunció en mayo.
Y también cuando la nación lucha por reavivar su economía, con un crecimiento previsto ahora para 2025 en una horquilla de entre el 1,3 % y el 2,3 %, 1 punto por debajo de la proyección de comienzos de año, y muy lejos del objetivo de países vecinos, como Vietnam, de llegar al 8 %. EFE
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