Holanda goleó a Francia y se metió en los cuartos

La "naranja mecánica" superó al seleccionado galo por 4 a 1. Kuyt en la primera etapa, y Van Persie, Robben y Sneidjer, en el segundo tiempo, anotaron los goles del equipo que dirige Van Basten. Descontó Henry. En el otro partido, Italia empató ante Rumania.

El seleccionado de Holanda le ganó al de Francia por 4 a 1, en el partido que se disputó este viernes en la ciudad suiza de Berna, por el Grupo C de la Eurocopa’2008.

Dirk Kuyt, a los 9 minutos del primer tiempo, anotó primer gol, mientras que Robin Van Persie, a los 14’ de la segunda etapa, puso el tablero.

Descontó Thierry Henry a los 25’, pero Arjen Robben estiró la ventaja un minuto después y Wesley Sneidjer selló el resultado a los 45’.

De esta manera, el equipo que dirige Marcos Van Basten accedió a los cuartos de final del certamen.

Italia volvió a decepcionar:

Los goles fueron convertidos por Mutu a los 55 minutos, al aprovechar un error garrafal de Gianluca Zambrotta, y por Christian Panucci a los 57. Con este resultado, Rumania suma dos unidades por una de los italianos, que deberán jugársela frente a Francia el martes.

Espoleados por el energético "Seven Nation Army", el himno de los "White Stripes" que sonó a la salida de los equipos y que los hinchas italianos adoptaron como himno de guerra en el mundial 2006, los dos salieron a puro nervio, sabedores de lo que se jugaba sobre el césped del Letzigrund Stadion, informó la agencia DPA.

Italia, obligado por la necesidad de la victoria, buscaba el área rival. Rumania, en cambio, mostró desde el comienzo que el punto no le desagradaba y adoptó una postura muy similar a la del partido contra Francia: esperar en su campo para salir rápido de contra.

Roberto Donadoni pensó que cinco cambios con respecto a Holanda eran suficientes y cambió medular de la Roma -De Rossi, Perrotta- por la del Milan -Ambrosini, Gattuso-. También hizo ingresar a Del Piero arriba, y en el fondo a Chiellini y Fabio Grosso.

Pero porque no le dejaban hacer otra cosa o porque ese era su único plan para la tarde de Zúrich, Italia apelaba siempre al mismo ritual: tirar un bochazo al área para que la salvase Luca Toni y su 1,96m, ya sea metiendo un cabezazo letal o pivoteando en la cancha de arriba para la llegada por sorpresa de un compañero.

Con excepción de un cabezazo de Del Piero que se fue besando el primer palo de Lobont, en todas las restantes jugadas de peligro que generaron los de Donadoni en el primer tiempo estuvo metido el "9".

Cada vez menos comprometidos por la respuesta rumana en ofensiva -tuvo un mano a mano de Mutu y un remate desde lejos de Rat muy bien resueltos por Buffon más un tiro libre de Chivu que se desvió en Panucci y rebotó en el poste-, Italia se fue animando a más.

Pero la única vez que el grandote del Bayern Munich afinó lo suficiente la mira estaba en off-side, Lobont dijo presente o Perrotta no estuvo rápido para definir.

El segundo tiempo parecía más de lo mismo hasta que a los 55 minutos Zambrotta, ante un tiro libre hecho en forma de pelotazo cruzado desde atrás de la mitad del campo, decidió regresar a la escuelita de fútbol. Dejó el pase de cabeza a Buffon cortísimo y Mutu apareció a la velocidad de la luz para definir arriba.

Italia, eliminada con ese resultado, no llegó a ponerse nerviosa. Por una vez un corner no fue a la cabeza de Toni. Fue a la de Chiellini, que la devolvió al primer palo para que Panucci la empujara a centímetros de la línea.

Los goles envalentonaron a los dos El partido se hizo de ida y vuelta. Donadoni apostó por el descaro de Cassano y Piturca por la profundidad de Nicolita. Grosso cerró con lo justo cuando Niculae iba a fusilar a Buffon y Lobont sacó una mano milagrosa a una palomita de De Rossi, tras una dejada fantástica de Toni, otra vez de pívot en el área.

No se terminaba de jugar bien, pero las 30.000 personas que poblaban el estadio vibraban por la intensidad con la que los dos jugaban sus cartas. Faltando 15 minutos, Italia empezó a ser más, pero su otrora irreductible defensa seguía dando algún que otro susto.

Así llegó el incuestionable penal de Panucci a los 80, pero Buffon se vistió una vez más de héroe, como en el Mundial de 2006, y dejó a Mutu con el rostro demudado.

El final encontró a Italia preocupado por la posibilidad cierta de quedar eliminada por tercera vez en primera ronda en sus ocho participaciones en la Eurocopa y a los hinchas rumanos anticipando la fiesta gritando un "¡Arrivederci Italia!" que suena premonitorio.