Pompei cree que este resultado puede recomponer el ánimo de todo el plantel de Huracán

El entrenador de Huracán, Roberto Pompei, pareció hoy haber sido liberado de una cruel pesadilla al admitir que su equipo estaba "descendido" tras ser goleado por Independiente 5-1, pero el agónico empate de Boca Juniors ante Gimnasia en La Plata les permitió acceder a un desempate con el Lobo para determinar cuál de los dos pierde la categoría y cuál dispondrá de una chance más en la Promoción.

"Ya estábamos con el cachetazo y nos dio una mano Boca”

Estábamos descendidos, así que (esta nueva oportunidad que surgió a último momento) tiene que servir para recomponer el ánimo", reconoció un Pompei que ya empezó a vivir el desempate ante los Triperos.

La escena pareció de película, porque los jugadores de Huracán y el cuerpo técnico dejaron el terreno con el dolor en el alma, doblemente derrotados, por la goleada y por lo que hasta entonces era la consecuencia, el descenso, al tiempo que la tristeza se reflejaba en los rostros lacerados de la parcialidad quemera que padecía en las gradas.

Pero de repente, cuando el cortejo estaba llegando a los vestuarios, los futbolistas escucharon a sus hinchas gritar un gol y habrán rezado para que fuera de Boca. Y lo fue, era el 2-2 para los xeneizes. Así Huracán se levantó y Pompei tratará de hacerlo andar ante Gimnasia.

"Esto hay que pasarlo rápido y jugar como si fuera una final.

Teníamos que hacer un partido inteligente, pero volvimos a hacer lo mismo que en el segundo tiempo de Estudiantes. Cuando escuchamos los gritos de la gente en el vestuario les pedí (a los jugadores) que paremos hasta que podamos confirmarlo. Ahora hay que preparar el partido porque será una final y no nos podrán ayudar en ninguna otra cancha", reconstruyó Pompei durante su diálogo con los periodistas.

"En tres días tenemos que aprender a jugar una final, como lo hicimos ante Vélez, ante Tigre", enfatizó el director técnico huracanense, quien además es simpatizante confeso del club, por lo que su angustia fue extrema.

Pompei aclaró las razones por las que como conductor del grupo se aflige tanto: "Acá hay cuarenta y cinco tipos que trabajan igual que el que sale campeón. Por eso es tan duro cuando los resultados no se dan".