San Lorenzo le ganó a Cruzeiro y alimenta su ilusión

El equipo dirigido por Edgardo Bauza sacó ventaja mínima con un gol de cabeza de Santiago Gentiletti, a los 20m. del segundo período.

La revancha se jugará el miércoles próximo en el estadio Magalhaes Pinto, más conocido como Mineirao, en Belo Horizonte.

El ganador de la llave enfrentará en semifinales a Lanús o Bolívar, de Bolivia, que mañana disputarán el encuentro de ida en Buenos Aires.

En un estadio repleto, las emociones brillaron por su ausencia en toda la primera parte. San Lorenzo, sin contundencia, y apenas con control de pelota hasta tres cuartos poco pudo hacer ante un ordenado equipo, que intentó, sin suerte, lastimar de contra.

Apenas un par de remates de Ignacio Piatti y un buen centro de Héctor Villalba que no llegó a conectar Mauro Matos fueron las aproximaciones del local, que se fue al descanso con la impotencia de no haber desbordado nunca a su oponente.

Ausente el desequilibrio de Angel Correa, inexpresivo Piatti, y la falta de gol que sufrió a lo largo de todo el semestre marcaron esa primera etapa para los locales.

A los 10 minutos de la segunda parte, el arquero visitante Fabio le ahogó el grito de gol a los de Edgardo Bauza en dos ocasiones seguidas: primero ante un cabezazo potente de Matos y en el rebote ante el disparo de Correa.

Empujado por el aliento de la gente, entusiasmada con esa llegada, San Lorenzo llegó a la apertura del marcador tras un preciso tiro libre de Néstor Ortigoza y un cabezazo de Gentiletti ante una estática defensa y una nula reacción del arquero visitante.

Hacia la media hora, Bauza reforzó la defensa con el ingreso de Walter Kanneman por Correa, con la importancia de mantener el cero en el arco propio en su casa en esta clase de duelos.

San Lorenzo ganó un partido apenas discreto, con poco juego vistoso, pero nuevamente, como sucedió en octavos de final ante Gremio de Brasil, terminó con la valla invicta en su casa.

La próxima semana, seguramente, apelará a alguna réplica en Belo Horizonte, ya que si concreta un gol, obligaría a los brasileños a convertirle tres.