Castells marchó a Plaza de Mayo en favor de los pequeños productores

El titular del Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (MIJD), Raúl Castells, marchó hacia Plaza de Mayo "a favor de los chacareros" y en contra de las retenciones móviles.

Acompañado por transportistas de cereales autoconvocados, Castells protestó frente a la Casa Rosada para reclamar que se "retrotraigan a marzo las retenciones móviles y revisarlas" en pos de "solucionar el conflicto del campo".

"La forma de resolver rápidamente esto es tomando dos medidas: una, la derogación de la Resolución 125, que se termine el robo descarado a los chacareros de todo el país, y dos, un aumento de sueldo a obreros rurales, a todos los trabajadores del país y a los jubilados y pensionados", sostuvo Castells, quien además criticó el acto kirchnerista del miércoles y afirmó que "la Plaza de Mayo es de todos los argentinos".

Aproximadamente 200 personas encabezadas por el líder social se concentraron a las 10:30 en Avenida de Mayo y 9 de Julio y marcharon desde allí a la histórica plaza "en apoyo al paro de los pequeños y medianos chacareros", con la adhesión de dirigentes de otras fuerzas de oposición.

Con sus pecheras amarillas y pancartas, los manifestantes ingresaron a la Catedral Metropolitana, donde leyeron un documento con reclamos hacia el Gobierno de la presidenta Cristina Kirchner en el marco de la nueva escalada de conflicto con el sector agropecuario.

Si bien estaba previsto que ese petitorio fuera entregado en la Casa de Gobierno, el líder del MIJD explicó en diálogo con Noticias Argentinas que los pequeños productores que acompañaron la manifestación desistieron de la idea al comprender que no serían recibidos allí por ningún funcionario nacional.

"No querían dejar algo en mesa de entrada, sino que los atendieran", explicó Castells, quien además reveló que en ese petitorio se repudiaba "la judicialización de la protesta social" con la apertura de causas contra ruralistas que protestaban en las localidades de Ceibas, Entre Ríos, y San Pedro, Buenos Aires.

La protesta se extendió por unas tres horas y terminó con una misa en la Catedral Metropolitana.