Exportaciones argentinas de “servicios basados en el conocimiento” son la cuarta parte de las de Uruguay por habitante

Los datos y las cifras salen de un estudio que advierte respecto de la caída de posiciones de Argentina en uno de los sectores líderes de la economía global, cuya importancia acentuó la pandemia.

Por Canal26

Lunes 30 de Agosto de 2021 - 11:32

Servicios basados en el conocimiento.Sevicios basados en el conocimiento.

La Argentina atraviesa una dura crisis que abarca vastos sectores de la economía y que involucra a diferentes sectores de la sociedad, pero esa etapa decadente también llega a las proyecciones del país en lo que hace a la economía global. En esto, la Argentina también vive de crisis en crisis.

 

Es que pese a determinadas circunstancias, la Argentina ha cedido terreno de manera alarmante en cuestiones que hasta no hace mucho tiempo venían funcionando muy bien y eran promisorias. Así queda reflejado en una artículo exclusivo de Infobae, en el que se indica que a pesar de tener "11 unicornios, un fenómeno de capitalización bursátil y proyección regional y global como Mercado Libre y abundante talento doméstico, que incluso exporta, la Argentina está perdiendo terreno en los sectores más promisorios de la economía global, aquellos que ya venían creciendo con fuerza desde hace más de una década, aceleraron el paso con la pandemia y todo apunta a que serán líderes indiscutibles de la economía post-covid".

 

Al respecto, vale decir que se hace mención a diversas actividades a las que perfectamente se las puede reunir en el rubro de industrias y servicios “basados en el conocimiento”. Esto -tal como indica el artículo exclusivo de Infobae- va desde desarrollo de software, diseño y fabricación de semiconductores, medios y entretenimiento, hasta ventas minoristas, siempre que la actividad se realice, al estilo Amazon, en base a las nuevas armas del saber sistematizado, mediante uso –por caso- de robots, grandes bases de datos, algoritmos e inteligencia artificial.

 

Pero lo concreto es que Argentina debe ver con marcada preocupación el estado de cosas, ya que el país manifiesta que su “industria del conocimiento” exporta al mundo unos USD6.000 millones cada año y que cuenta con una ley de promoción muy específica para el sector, mientras que la realidad muestra que actualmente exporta, por cantidad de habitantes, apenas un cuarto de lo que exporta Uruguay. Y más: exporta entre una quinta y una sexta parte de lo que exportan países como Costa Rica, Rumania y Polonia.

 

El año pasado, las exportaciones de “servicios basados en el conocimiento” de Argentina se contabilizaron por USD134 per cápita, en tanto que las de Uruguay llegaron a los USD526, las de Costa Rica USD720, Rumania USD711 y Polonia USD796. Los datos, puestos en contraste, llaman la atención y deben encender todas las alarmas.

 

Durante el año pasado, las ventas al exterior concretadas por Argentina en esta materia han sido de USD6.070 millones. El grueso (60,8%) fue en concepto de “servicios profesionales, empresariales y técnicos”, 29.9 % en “servicios de informática”, 5,7% en “servicios personales, culturales y recreativos” y 3,5% en concepto de “propiedad intelectual”.

 

Ante este oscuro panorama, bueno será saber que la gran caída en estas cuestiones se dio en un proceso que se extendió durante toda una década. Así, tal como dice Infobae en su nota exclusiva "entre 2010 y 2020 las exportaciones argentinas del rubro crecieron a paso glacial, 1,3% anual, contra el 7,3% por año que en ese mismo período crecieron las ventas de Costa Rica, 9,5% las de Polonia, 12,6% las de Rumania y 13,7% las de Uruguay. El ritmo de las ventas argentinas de “servicios basados en el conocimiento” fue además inferior al promedio mundial, del 5,8 por ciento. De resultas, la Argentina, que en 2010 originaba 0,37% de las exportaciones mundiales del sector, en 2020 había caído al 0,24%, lo que le permitió a Rumania, que en 2010 exportaba menos de esos servicios que nuestro país, lo más que duplicara el año pasado: USD13.689 millones contra USD6.070 millones (Rumania tiene menos de 20 millones de habitantes y según una reciente revisión de “artículo 4” que le hizo el FMI, una inflación de 2,2% anual)".

 

Sevicios basados en el conocimiento.

 

Los datos y las cifras que tanta preocupación generan, salieron de una investigación detallada y exhaustiva que estuvo a cargo de Jorge Vasconcelos y Guadalupe González, investigadores del Ieral, quienes investigaron sobre capitalización bursátil, exportaciones y otros indicadores, en la dinámica por sectores de la economía mundial. Constataron, por ejemplo, que hacia mediados de este año la “capitalización bursátil” global (esto es, el valor de todas las empresas que cotizan en las bolsas del mundo) alcanzó los USD 66,9 billones (millones de millones), equivalente al casi 70% del PBI global, un 58% más que en 2017.

 

Así las cosas, según el informe exclusivo publicado por Infobae, se observa que más relevante ha sido la dinámica interior del fenómeno: sobre 24 sectores identificados por el índice MSCI (Morgan Stanley Capital Internacional), la participación de las empresas de “Medios y Entretenimiento” pasó del 2,4 al 7,3% de la capitalización total, la de “Semiconductores”, del 2,8 al 5,1%, la de “Ventas al por menor” de 3,5 a 5,8 por ciento. Otros rubros que ganaron espacio fueron Tecnología, Equipamiento Sanitario y Software y Servicios.

 

Entre tanto, los sectores que más han caído han sido “Bancos”, que retrocedió 3,8 puntos porcentuales, y “Energía” (- 2,8). Otros que perdieron espacio en términos de valor fueron Alimentos y Tabaco, Telecomunicaciones, Seguros y Bienes de capital.

 

La falta de conexión plena de la Argentina con las tendencias globales es un problema en sí mismo, pero se potencia en los momentos disruptivos de la economía mundial. Y la irrupción de la pandemia, así como el mundo post-covid que se perfila parecen entrar en esa categoría, obligando a nuestro país a redoblar el esfuerzo por aggiornar la agenda de políticas públicas”, dice el trabajo, según el cual “de ningún modo puede asegurarse que el país haya llegado al techo de su potencial en las exportaciones de servicios basados en el conocimiento”.

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