Batman y Robin enfrentan al Guasón en Buenos Aires

Buenos Aires, viernes 18 de mayo de 2012. Es deber anunciar que está en peligro Ciudad Gótica, cuya escenografía se vive en el Luna Park: el Guasón y los suyos atacan el lugar, en este monumental evento llamado Batman Live.

¡Recorcholis! Hay miedo, todo es incertidumbre. Las miradas de chicos y grandes así lo confirman y más cuando la policía se hace presente en las calles para controlar que todo esté en orden... pero algo está por ocurrir.

Una hecho de violencia enfrenta una familia que vuelve de su noche de descanso. El niño Bruce Wayne (nuestro Bruno Díaz) y sus padres caen en manos de un delincuente que comete dos crímenes. La historia así lo cuenta y la leyenda nace para hacer justicia.

El ayer y el hoy, en un segundo. El despliegue escénico es circense. Más de una decenas de bailarines saltan y se mueven por todos lados. Mientras, la pantalla de fondo muestra con imágenes de cómics cada situación de la que se es testigo con propios ojos: desde la presentación del Murciélago y los malvados hasta los hechos de violencia que sufre CiudadGótica.

Otra vez, un joven es víctima de una tragedia, alguien provoca un accidente fatal para los "Grayson Voladores", los padres de Dick Grayson (para nosotros, Ricardo Tapia). Vivían en un mundo trapecista, dedicados a esa profesión de familia. Aquel hecho lo dejará huérfano y quedará bajo la custodia de Bruce.

De allí en adelante, la vida del joven maravilla dará un vuelco total. Conoce la mansión Wayne y a su mayordomo fiel, Alfred. Buscará venganza, pero Bruce le dirá que lo más importante es hacer justicia.

A continuación, y en esas noches donde la ciudad está en peligro ante un nuevo robo, aparece ella, la que despierta más de un suspirar con ese caminar felino. Gatúbela se roba una joya... pero Batman intenta impedirlo. Ese encuentro face to face de los enmascarados los deja muy cerca, sensualmente cerca.

¿Gótika está en peligro? Sí, los malvados acechan. El Pingüino aparece ante el público en el salón Iceberg para presentar a los chicos y chicas de nieve que bailan al compás de la música regalando acrobacias por el aire, mientras los mozos hacen de las suyas subidos en patines. “Aquí, la señorita Crystal Frost”, dice el pequeño gordinflón de nariz larga.

Será la previa a una reunión clave con un solo objetivo: destruir a Batman. Dos Caras, Gatúbela y El Pingüino piensan de qué manera podrían derrotarlo. Hasta que El Acertijo les dará la respuesta... unirse junto a El Guasón, quien aparece junto a sus secuaces para capturar al joven Dick y regalar un acto de magia tras otro junto a su enamorada Harley Quinn.

Entonces, el superhéroe debe salvar a su nuevo amigo y protegido. Una intensa pelea se desata entre buenos y malos. El joven maravilla logra escaparse en medio de tanta locura de ese increíble hombre de sonrisa burlona. Cuando llega el comisionado, intenta revelar qué es lo que sucede y Dick le cuenta que estaba peleando junto a Batman... quien ya no está en la escena y desaparece como suele hacerlo siempre.

El Guasón también huirá en una inmensa escenografía que tiene su rostro sonriente y espeluznante al mismo tiempo. La única detenida será Harley.

Mientras tanto, en la mansión Wayne, Bruce le explica a Dick que vivió lo mismo con su familia, perdió a sus padres. Será la ocasión perfecta para confesarle su secreto: “Soy Batman”. Como dos hermanos, hablarán del pasado. Uno admiraba al Zorro. El otro, a Robin Hook. Algo los une, la sed de justicia.

Los malvados también seguirán con sus planes, pero la gata más seductora de los cómics se quedará pensando en ese hombre murciélago que la cautivó detrás de su máscara. Sola, en el tejado, definirá de qué lado está...

Pero no hay tiempo de pensar para Batman, que deberá hacer frente a todos los malos, incluida Poison Ivy (Hiedra Venenosa). Subirá a su increíble Batimovil camino al Asilo Arkham. Las escenas de cómics en pantalla gigante mostrarán todo el trayecto recorrido de su viaje. En la Baticueva, Alfred diseñará el traje de... Robin, quien ahora ya tiene una nueva identidad.

Al entrar al asilo, las tenebrosas imágenes invadirán la mirada del superhéroe. Caminando entre cuerpos colgando, se verá sorprendido por el Espantapájaros y Hiedra Venenosa, que lo seduce con un beso. Ese encanto lo dejará en problemas. Todos los villanos están presentes, unidos contra el enmascarado. ¿Es el fin de del hombre murciélago? Así parece y El Guasón lo anuncia: "Llegó el gran día, el momento final de Batman".

Pero no está solo, llega Robin a salvarlo y también... Gatúbela. Una increíble pelea vuelve a desatarse y cuando el delirante burlón parece tener todo bajo control, queda al borde de la muerte en manos de Dick. La bronca interior del joven es frenada por su protector con unas simples palabras: “Buscas justicia, no venganza".

El Guasón prepara una nueva huida pero esta vez, es Harley quien lo evita con una explosión en vivo, y lo manda a prisión. Triunfa el bien, una vez más. Batman le agradece su ayuda a Gatúbela y ella... le roba un beso. El anonadado Robin le cuestiona su frialdad con su tradicional "¿vas a dejarla ir?". "Eres muy joven para entender", le responde el enmascarado que ahora tendrá un compañero para luchar contra el mal.

“Te gusta Batman y Robin... ya te acostumbrarás”, reflexiona el joven maravilla antes de subirse al Batimovil camino a su nuevo hogar, la Baticueva, donde esperarán la señal que indique que otra vez está en peligro su Ciudad Gótica.

Por Claudia Seta

Twitter: @setaclaudia

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*Batman Live en Buenos Aires: hasta el 21 de mayo en el Luna Park.