Reaccionó Bush y prometió investigar las fallas en la crisis del Katrina
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, ha anunciado la creación de una comisión de investigación para analizar si las autoridades federales, estatales y municipales reaccionaron de forma adecuada ante la llegada del ciclón Katrina y para paliar sus efectos destructivos en el sur del país. Bush se ha enfrentado en los últimos días a críticas airadas de ciudadanos y demócratas por lo que consideran una respuesta tardía de su Gobierno a la crisis; su popularidad se ha desplomado al ritmo en que se sucedían las imágenes de inundaciones, saqueos y pillaje en Nueva Orleans. Sin embargo, caben dudas sobre la independencia de la investigación, puesto que será el propio Bush quien la encabece.
“Una de las cosas que la gente quiere que hagamos es empezar a echar culpas... Pero tenemos que resolver los problemas. Ya habrá tiempo para determinar qué se hizo bien y qué mal”, ha explicado. “Lo que pretendo hacer es encabezar una investigación para determinar en qué se acertó y en qué hubo errores”, y así poder “garantizar que podamos responder de manera adecuada si se produce un ataque con armas de destrucción masiva u otra tormenta de grandes dimensiones”. Este anuncio coincide en cualquier caso con el del Senado (de mayoría republicana), que ha hecho pública su intención de abrir una audiencia sobre los errores de gestión de la catástrofe.
En cualquier caso, y en otra decisión que puede considerarse como de árbitro y parte al mismo tiempo, el vicepresidente, Dick Cheney, viajará el jueves a la zona afectada por el ciclón para juzgar si el Gobierno está haciendo todo lo necesario y paliar las lagunas que pudiera haber en la ayuda federal. El propio Bush lo ha anunciado tras visitar esa área por segunda vez este lunes, día festivo en Estados Unidos. “La burocracia no se va a interponer en el camino de la ayuda a la gente”, ha explicado Bush, para añadir a continuación que su principal prioridad ahora es “socorrer a esas personas”.
Mientras tanto, el jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld, aseguró que la catástrofe provocada por el huracán Katrina no cambiará los planes militares de Estados Unidos en la guerra contra el terrorismo en Irak y Afganistán. "Tenemos las fuerzas, la capacidad y la intención de llevar a cabo la guerra contra el terror y responder, al mismo tiempo, a la crisis humanitaria sin precedentes aquí en casa", dijo Rumsfeld.
"Podemos y haremos ambas" cosas, sostuvó el secretario de Defensa tras subrayar que aún hay más de 300.000 efectivos de la Guardia Nacional del Ejército y la Guardia Nacional Aérea disponibles en caso de necesidad. Rumsfeld destacó que ya habrá mucho tiempo para analizar la respuesta del Gobierno y lo que funcionó bien o no. Ahora, dijo, la prioridad es "salvar vidas y estabilizar la situación".