Llegó el hombre tecnosexual
Un relevamiento de la empresa Universal McCann hecho sobre cuatro millones de hombres de casi todo el país, revela que el dieciocho por ciento, 718.000, son tecnosexuales, u hombres tecnológicos.
El hombre tecnológico usa Internet todos los días, que están informados al minuto de los adelantos tecnológicos, que por eso se convierten en punto de referencia para familia y amigos a la hora de recomendar uno, que son los primeros en hacerse del último avance técnico y, en general, concuerdan con frases que aseguran: "Pagaría lo que fuera por un aparato que realmente quisiera", o "Entre mis amigos siempre soy el primero en tener lo último".
Este nuevo hombre aprendió a combinar la solidez con la sensibilidad. Son varones sensibles, democráticos, solidarios, que dejaron atrás el modelo patriarcal y machista de generaciones anteriores; han roto las barreras de los estereotipos tradicionalmente considerados femeninos: aceptan la propia vulnerabilidad, aprenden a expresar sus emociones y sus sentimientos, a pedir apoyo y ayuda. También se ven nuevos íconos del consumo masculino. Y la tecnología es uno de ellos. Los mismos hombres reconocen que se dejan tentar por esa categoría de consumo como las mujeres con la ropa.
Son gente más hedonista, para quienes también la tecnología es un símbolo de estatus, y están conscientes de que la tecnología es un saber de hombres. Si hace generaciones se decía que el hombre sabe de autos, hoy se dice que el hombre sabe de aparatos, de tecnología.
Van a gimnasios, toman vitaminas, suplementos alimenticios, controlan su peso, se cuidan, pese a la comida rápida, compran por Internet y en shoppings y, en su mayoría, viajaron en avión en el último año y oscilan entre los 30 y los 54 años, una franja de edad asociada al poder adquisitivo. Debe haber muchos chicos que no llegan a poder comprar la tecnología de última generación.