"No merece ser llamado ni médico, ni profesor. Es una basura"

El testimonio que reproducimos, exclusivo de Canal 26, es de Betiana, una joven de sólo 17 años que en septiembre del 2004 vivió una experiencia muy traumática con el mismo médico ginecólogo que, según Jorgelina -compañera de Betiana en la misma escuela secundaria, donde el médico es profesor de Biología, por ahora separado de su cargo- la violó el pasado 16 de febrero de 2006.   Por Elio Brat desde Río Negro

Los hechos que narra, en exclusiva para Canal 26, se produjeron en el mismo consultorio donde sucedió lo que pasó con Jorgelina.

Periodista (P): Betiana, contános que es lo que te pasó a vos con este médico que era profesor tuyo ¿Cuándo? Betiana (B): “Cuando a mí me pasó, me tocó ir al consultorio de él, yo tenía 16 años pero no era alumna de él. Yo estaba en tercer año y él les da a los cuartos y a los quintos. Y… él era… Mi hermana era paciente de él. En una oportunidad yo le había ido a hacer una pregunta, porque ni siquiera fue consulta. Preguntarle solamente en qué momento le tocaba a ella atenderse con él. Y fue de la puerta. El en ese momento estaba atendiendo gente. El me hizo pasar. Y bueno, yo me senté. Revisó la ficha y me dijo. Bueno, en eso que yo me doy vuelta para irme, él también se paró y cerró la puerta con llave.

P: ¿Cerró la puerta con llave?
B: “Sí”.

P: Ese es un dato muy importante. ¿Te acordás bien claro?
B: “Sí, que él cerró la puerta con llave”.

P: Bien.
B: “Es más: él la sacó de un cajón, se levantó y la cerró con llave”.

P: Bien, perfecto. En principio ¿cuándo fue esto? Decínos, ubicános.
B: “Esto fue en septiembre del 2004”.

P: Es decir, casi hace un año y medio atrás.
B: “Sí”.

P: ¿Era la primera vez que vos lo veías o ya habías hecho una consulta?
B:”Yo lo conocía del colegio, pero era la primera vez que entraba al consultorio de él”.

P: ¿Y vos fuiste al consultorio de él porqué?
B: “Yo apenas le fui a preguntar en qué momento le tocaba a mi hermana atenderse. Eso nomás”.

P: ¿Pero ahí fuiste sola?
B: “Sí, fui sola”.

P: Bien. ¿Y qué es lo que pasó? ¿Qué es lo que recordás de ese momento?
B: “Que claro… cuando él me termina de decir, bueno, lo que yo le fui a preguntar él cerró la puerta con llave y bueno, se acercó a mí y con las manos de él me quiso como acariciar los brazos. Y yo lo corrí y le dije que me abriera la puerta, que afuera estaba mi hermano. Y él me dijo: “pero ¿no te querés quedar?” “No” le digo yo, “yo me voy. Afuera está mi hermano” le decía. Y agarra y me dice: “bueno, está bien” me dijo. Y abrió la puerta con llave y yo me fui”.

P: ¿No llegaste ni a forcejear con él ni nada?
B: “No. Para mí fue más porque le dije que afuera estaba mi hermano. Osea, él no estaba. Yo se lo dije para que él me abriera la puerta”.

P: Bien. Es decir ¿él no intentó, mas allá de acariciarte los brazos como me estabas diciendo…?
B: “Claro, él lo que hizo es me agarró la cara…O sea, me acaricia los brazos y me agarra la cara para darme un beso. Yo ahí lo corro. Yo le dije que me quería ir. Yo tenía 16 años, era como que era… Es distinto ahora.”

P: Cuando saliste ¿le contaste a tu hermano?
B: “Mi hermano no estaba afuera. Yo se lo dije a él para que me abriera la puerta”.

P: ¿Te fuiste a tu casa?
B: “Mhhh”

P: ¿Se lo contaste a tus padres o cuándo tus padres se enteran de esto? ¿En ese momento o mucho tiempo después?
B: “Ellos se vinieron a enterar después del caso de la chica esta (Jorgelina). Qué él… qué él violó”.

P: ¿Hasta ese momento no lo sabían?
B: “Yo no se lo dije a nadie. O sea, yo me callé porque como él no me alcanzó a hacer nada. Pero yo cuando pasé a cuarto era alumna de él y a mí, al principio, yo cuando lo veía él me daba asco porque yo le miraba la cara y me acordaba lo que él me había… lo que él insinuó hacer conmigo. Pero yo nunca me imaginé que él hubiera podido llegar a hacer lo que hizo”.

P: ¿Este profesor nunca volvió a invitarte a que te revisara o alguna vez te dijo en el colegio algo que ver con esto que pasó en septiembre del 2004?
B: “No, él no me decía nada porque mi mamá lo conocía a él por el hecho que él había atendido el embarazo de mi hermana. Y él nunca insinuó nada conmigo. Además, yo mucho con él no me hablaba, no”.

P: ¿Vos sos de la misma división que Jorgelina?
B: “No”.

P: ¿Te enterás de esto, cómo? ¿En la escuela? ¿Cómo? De lo que le pasó a Jorgelina…
B: “Me enteré en la escuela cuando me dijo una profesora que se había enterado lo que a ella le había pasado. Y yo al principio me quedé así como que… o sea en ningún momento dudé de lo que me había dicho. O sea, lo creí porque como él lo había intentado conmigo. Yo lo creí de un primer momento. Para mí era cierto y no había vueltas”.

P: Esto que estás hablando ante la cámara ¿se lo contaste al juez?
B: “Al fiscal. Yo con el juez no he hablado”.

P: Al fiscal, a la justicia. ¿Acá en Cinco Saltos?
B: “Sí”.

P: Y si el juez pide que vayas como testimoniante ¿lo vas a hacer?
B: “Sí, yo lo voy a hacer”.

P: ¿Cómo te sentís en este momento ante lo que está pasando? ¿Vos ya te conocías con Jorgelina o nunca te habías hablado?
B: “Nos conocíamos del colegio, no más”.

P: ¿Nada más?
B: “Sí”.

P: Y ahora sí ¿pudiste hablarlo con ella esto?
B: “Sí, porque yo en el momento que me enteré lo que le había pasado a ella, yo lo dije. Y ese mismo día también se lo dije a mi mamá. Y tenía bronca. O sea, bronca conmigo. Bronca con ese basura, porque no se merece decirle ni doctor ni maestro ni nada porque es una basura. Porque le arruinó la vida a una chica, todavía. Y además le da más vergüenza a Jorgelina (le dió) lo que le pasó a ella que a él. Que él después de la que se mandó salió como que “ay, yo no hice nada” y él dando la cara en todos lados. Esa es la bronca que me da a mí: que sentimos más vergüenza nosotras que somos las víctimas que ellos que se mandan las cagadas. Esa es la bronca que yo tengo con él. Y bueno, la bronca conmigo porque yo me quedé callada, porque yo no dije nada. Porque si capaz si yo lo hubiese dicho, que se yo, ella… o no hubiese ido o si iba no iba a ir sola. Pero me callé y bueno, pasó lo que pasó”.

P: ¿Esto que pasó fue en el mismo consultorio?
B: “Sí”.

P: ¿En el mismo que hoy fueron a peritar?
B: “Sí”.

P: Este médico dijo a la justicia que él atendía con la puerta prácticamente abierta…
B: (hace una mueca de risa)

P: ¿Eso es así?
B: “Eso es mentira y él lo sabe”.

P: ¿El cerraba con llave?
B: “Yo no sé si él a las otras mujeres le cerraría la puerta pero a mí sí me lo hizo. Además, yo en este momento que se divulga todo lo que había pasado, que yo lo empecé a hablar porque yo en ningún momento decía “no, porque parece que el hombre este violó a tal”. No. O sea, yo decía: “miren, él hizo esto y es así”. Ahí me enteré de varios casos de chicas que se quedaban calladas, que no dicen nada, que les cerraba la puerta. Inclusive me enteré de un caso que le cerró la puerta y le puso música… Yo no sé porque esta chica no quiere hablar. Y si le dijera yo lo que le dijo a ella no sé…”

P: ¿De otro caso con el mismo médico?
B: “Sí, fue en el consultorio de él: le cerró la puerta con llave y le puso música”.

P: ¿Una piba que vos conocés?
B: “Yo no la conozco. A mí me dijo la amiga, que esta chica, supuestamente, se quedó callada por vergüenza. Y esa es la bronca que a mí me da: porque la vergüenza la tenemos nosotras en vez de él”.

P: ¿De qué edad?
B: “La chica esta también era alumna de él. Por lo que me contaron, esto habrá sido en el 2003”.

P: Betiana, por último, también el médico le dijo a la justicia o al juez, en su declaración espontánea, que tenía una ventana que dejaba abierta, por lo tanto es imposible que puede haber llegado a violar a alguien. Como diciendo que esto se veía desde afuera. ¿Cómo quedaba el consultorio?
B: “No se ve nada, porque el consultorio es muy oscuro. Apenas tiene un cosito de luz, como un velador, que eso es lo único que ilumina el lugar. O sea, no hay luz, no hay nada… Es chiquitito el consultorio”.

P: Te pregunto esto, si querés contestámelo: ¿si en algún momento dado, el la justicia, no en los medios, te pondrían con el mismo profesor, con el mismo médico y un juez o un fiscal, vos estarías dispuesto a hacer con él un careo? ¿Y decir esto mismo delante de él?
B: “Yo sí, porque él sabe que lo que yo estoy diciendo no es mentira. O sea, lo haría yo como lo tendría que hacer Jorgelina y todas las chicas… O sea, él no tendría cara para –creo, yo, no sé, porque la basura que es le va a dar para todo- decirme en la cara que “no, esto es mentira”.