Anti-yanquis
El ex presidente Oscar Arias llega al poder por segunda ocasión, sucediendo en el cargo a Abel Pacheco, en medio de promesas dirigidas sobre todo a resolver la pobreza en el país.
Un 61 por ciento de los costarricenses se pronunció a favor del ex gobernante (1986-1990), de acuerdo con un sondeo divulgado por el diario local "Al Día" este lunes, día de la toma del mando.
Arias, de 65 años, Premio Nobel de la Paz en 1987, ha dicho que espera encaminar el país al desarrollo a través de mayor inversión en educación, más empleo y un gobierno comprometido con la ética y la transparencia.
El nuevo presidente fue investido en el Estadio Nacional, frente a 13.000 espectadores y con la asistencia de nueve jefes de Gobierno y Estado de América Latina, el presidente de Taiwán, el Príncipe de Asturias, y la primera dama de EEUU, Laura Bush y el Ministro del Interior Aníbal Fernández, en representación de Argentina.
En su primer discurso como presidente, Arias, del Partido Liberación Nacional (PLN, socialdemócrata), enfatizó que una de las prioridades de su Gobierno será el combate contra la pobreza y la desigualdad así como la creación de empleo. "No permaneceremos impasibles frente a la miseria de un millón de costarricenses", enfatizó Arias, quien llegó a pie al estadio acompañado por decenas de personas.
Arias, se comprometió también a fortalecer los servicios públicos, en especial la salud y la educación en su país, donde en los últimos años se han deteriorado las condiciones de vida de la clase media.
La pobreza es una de las principales preocupaciones de los costarricenses ya que ha ido en aumento en los últimos años y actualmente afecta al 21,2 por ciento de la población, según cifras oficiales, aunque otros organismos independientes elevan el porcentaje hasta el 30 por ciento.
En educación, anunció que en los próximos cuatro años no escatimará esfuerzos para llevar la inversión en educación "al ocho por ciento del PIB".
En materia económica, Arias, cuya postura a favor del Tratado de Libre Comercio con EEUU ha generado el rechazo de diversos sectores, consideró que "regresar al proteccionismo comercial y dar la espalda a la inversión extranjera son las vías más seguras para condenar a la juventud al desempleo y a Costa Rica al subdesarrollo".
Subrayó que la soberanía no se defiende "con consignas ni con prejuicios. No será mi gobierno el que por miedo y prejuicios aisle a Costa Rica de la economía internacional", aseguró. El acuerdo comercial con EEUU amenaza con convertirse en uno de los asuntos más polémicos de su gestión, pues el grueso de los sectores sociales rechaza el tratado, que se discute actualmente en el Congreso.
Costa Rica es el único país de Centroamérica que no ha ratificado el TLC con EEUU. Mientras tanto cientos de sindicalistas, estudiantes y ecologistas protestaron hoy contra
Arias, a quien le anunciaron una confrontación social "de consecuencias insospechadas" por su apoyo al TLC.
En materia de política exterior, Arias, quien fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz 1987 por sus esfuerzos en la pacificación de Centroamérica, dijo que pretende devolver a "Costa Rica el papel protagónico en el concierto internacional".
Arias apuntó que su política exterior se fundamentará en valores profundamente arraigados en la historia costarricense, como son la defensa de la democracia, la paz, y el desarme mundial. Además, convocó al mundo y en especial a los países industrializados a que den vida a lo que bautizó como "el consenso de Costa Rica", una iniciativa para impulsar mecanismos "para perdonar deuda y apoyar con recursos financieros a los países en vías de desarrollo que inviertan más en salud, educación y vivienda y cada vez menos en armas y soldados".
"Es hora de que la comunidad financiera internacional premie a quien gasta con ética", afirmó. El flamante mandatario dijo que quiere que el nombre de Costa Rica se convierta en sinónimo de "amor por la paz y por la naturaleza".
Tras su investidura, Arias juramentó a su gabinete y ofreció un almuerzo a los dignatarios invitados, que en las próximas horas abandonaran el país. (Télam)