Uno de los detenidos por el asesinato de Lucas, admitió su culpabilidad: "Lo hice solo"
Uno de los tres hermanos detenidos por el crimen de Lucas Ivarrola, hallado el martes torturado, baleado y quemado en Luján, confesó el miércoles a la noche haber cometido el homicidio del adolescente, a quien le reclamaba un televisor que supuestamente le había robado a su padre días atrás, informaron fuentes judiciales.
El caso generó durante la mañana del miércoles una fuerte reacción de un grupo de jóvenes que saqueó e incendió la casa del padre de uno de los tres hermanos detenidos por el asesinato, luego de que la jueza de menores de Moreno y General Rodríguez asegurara que se trataba de un "crimen mafioso".
Fuentes judiciales aseguraron a Télam que Carlos Romero, un suboficial de la Armada, confesó ante la fiscal María Gabriela Urrutia haber torturado, baleado y arrojado al fuego a Lucas, con lo que intentó desligar a sus hermanos Jorge y Oscar, también apresados por el caso. "Lo hice solo", le dijo Carlos Romero a la fiscal, ante quien relató con lujo de detalles cómo se llevó al muchacho y lo asesinó.
En tanto, los otros dos hermanos admitieron haber acompañado a Carlos hasta la casa de un vecino del barrio La Perlita de Moreno, donde se hallaba Lucas, y dijeron habérselo llevado cautivo en un Ford Falcon color verde con los vidrios polarizados, aunque aseguraron que lo abandonaron pocas cuadras después.
La víctima fue vista por última vez el lunes último a las 17.20, cuando se encontraba en la casa de un vecino y fue capturada por los tres hombres que se lo llevaron en el Ford Falcon.
Los hombres le reclamaban al chico un televisor que presuntamente les había robado de la casa de su padre días atrás, aunque los investigadores aseguraron que por ese robo nunca se hizo una denuncia policial.
Según las indagatorias de los detenidos, Lucas les dijo que los podía llevar hasta el lugar donde se encontraba el televisor, por lo que lo subieron al auto sin la utilización de violencia.
De acuerdo a esos testimonios, al llegar a ese lugar, en un barrio de Moreno, el chico les dijo que el televisor estaba dentro de una casa, pero no lo encontraron.
Entonces, según contaron, decidieron abandonar a Lucas en ese lugar y regresar a casa de su padre, quien aparentemente se encontraba enfermo.
Carlos Romero explicó que cuando llegó a la casa de su padre y lo vio en muy mal estado de salud, decidió tomar su arma reglamentaria y salió a buscar nuevamente a Lucas para matarlo, esta vez sin la compañía de sus hermanos.
"Lo cargué en el auto y me lo llevé. No sé como llegué hasta Luján. Lo bajé y le disparé", dijo palabras más, palabras menos, el acusado a la fiscal.
Fuentes judiciales dijeron a Télam que la fiscal pedirá que los tres hermanos continúen detenidos mientras se aguarda el resultado de distintos peritajes ordenados en relación a los distintos elementos secuestrados.
"Quiero agradecer a la policía de Moreno por haber detenido a los autores del hecho, y a todas las personas que se están acercando a mi casa", dijo el padre del chico asesinado, Víctor Ivarrola, tras una reunión con el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde.
En tanto, el abogado Néstor Manguieri, quien representará a la familia de Lucas, dijo que pedirá "una segunda autopsia a fin de dar certeza de la mecánica" del crimen y precisó que el chico tenía "la mano, el brazo, una oreja y la lengua cortada y después fue prendido fuego". "Todo un itinerario de torturas hecho aparentemente antes de que fallezca", definió.
Durante la mañana, la jueza de Menores de Moreno y General Rodríguez, Mirta Guarino, aseguró que el crimen tiene "un signo mafioso" y llamó a la reflexión por considerar que la "infancia está en riesgo".
"La muerte de Lucas lamentablemente es un signo de que nos tenemos que ocupar de los chicos, no pidiendo mayores castigos, tampoco dejándolos en la calle sin hacernos cargo y dejar este discurso ultra progresista que dice a los chicos no hay que hacerles nada", agregó.
La magistrada explicó que "todos los días hay menores abusados, menores maltratados, menores muertos y creo que hay que discutir y ejecutar acciones para proteger la vida".
"Yo tendría que poner a toda la infancia de Moreno bajo custodia de un tribunal, este es un problema de políticas públicas de infancia", agregó, al tiempo que comparó el caso de Lucas con el de los hijos de los "Padres del dolor", con la salvedad de que el primero está "mucho más desvalido" y "no tiene padres con dinero e inteligentes que hablen por televisión".
Por otra parte, esta madrugada un grupo de jóvenes del barrio La Perlita, de Moreno, incendió y saqueó la casa del padre de los tres hermanos Romero, detenidos por el hecho, ubicada sobre la calle 12 de Octubre al 5700, debido a la indignación por el caso.
Según las fuentes, en esa casa vivía Romero padre con uno de sus hijos y está ubicada a pocos metros de la vivienda de la familia del chico asesinado. Policías de la Distrital local y los bomberos acudieron al lugar, sofocaron el siniestro e detuvieron a dos personas mayores y tres adolescentes por los destrozos.
Durante la tarde del miércoles, decenas de familiares, amigos y vecinos participaron del velatorio de Lucas, durante el cual expresaron la indignación por lo ocurrido y exigieron el esclarecimiento del hecho. En tanto, la fiscal Urrutia dispuso el secuestro del Falcon de uno de los apresados, en cuyo interior se secuestró un bidón con combustible.
En uno de los allanamientos realizados por los pesquisas en las casas de los hermanos Romero, se encontró un revólver calibre 32, el cual será peritado para determinar si fue el utilizado para disparar contra Lucas.
El secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde, toda la metodología de secuestro y asesinato del joven Ivarrola -hasta el uso del emblemático Falcon verde- es un calco del actuar del terrorismo de Estado que asoló a nuestro país en tiempos de la dictadura militar genocida".
"Si todo crimen nos consterna, este crimen horrendo nos produce una mayor repulsa aún. En primer lugar, por encontrarse imputados dos agentes públicos de las Fuerzas Armadas a quienes el Estado le confió el uso de armas para la defensa de la Nación y no para el asesinato de ciudadanos", expresó Duhalde.
Esta mañana, familiares del adolescente que fue hallado el martes asesinado a balazos y calcinado en Luján tras permanecer un día desaparecido incendiaron y saquearon la casa del padre de los dos suboficiales de la Armada y un hermano de estos detenidos por el hecho.
Los familiares de Lucas Sebastián Ivarrola, de 15 años, se acercaron cerca de las 5.30 de la madrugada a la casa situada en 12 de Octubre 5742, del barrio La Perlita, de Moreno, donde iniciaron el incendio tras saquear la vivienda.
Policías de la Distrital local y los bomberos acudieron al lugar, sofocaron el siniestro e inicialmente demoraron a cinco personas por los destrozos.
La indignación surgió tras el hallazgo del cuerpo del adolescente con tres balazos y calcinado en un descampado de la ciudad de Luján.
La víctima fue vista por última vez el lunes último a las 17.20, cuando se encontraba en la casa de un vecino y fue capturada por tres hombres que se lo llevaron cautivo a bordo de un Ford Falcon verde con vidrios polarizados.
Por el caso fueron detenidos los tres hermanos, dos de ellos suboficiales de la Armada en actividad, quienes fueron identificados por los vecinos como quienes se habían llevado cautivo al chico durante la tarde de este martes.
Los acusados serán interrogados durante la jornada por la fiscal de Instrucción de Mercedes María Gabriela Urrutia, a cargo de la causa. La pista de crimen apunta a que los hermanos capturaron al adolescente y lo maltrataron para que devolviera un televisor que lo acusaban de haberles robado.
A pesar de que el chico dijo que no sabía nada de ese asunto, los hombres se lo llevaron por la fuerza, lo subieron al Falcon y desaparecieron.
"Lo vamos a solucionar de alguna manera", dijeron los hombres cuando se llevaban al muchacho, según el testigo. El vecino se dirigió de inmediato a la casa de la madre del joven para contarle qué había pasado e identificó a los agresores como los hermanos Romero, muy conocidos en la zona.
Así, la madre del adolescente, Graciela Gauto, de 39 años, aguardó el regreso de su hijo y al ver que no aparecía radicó una denuncia en la seccional primera de Moreno. Este martes, un vecino de Luján denunció ante la policía que había encontrado un cadáver totalmente calcinado en un descampado. Efectivos de esa seccional policial concurrieron al lugar y hallaron el cuerpo de un adolescente, que presentaba tres balazos en la nuca y estaba carbonizado.
La fiscal ordenó la aprehensión de los tres hermanos llamados Carlos, Jorge y Oscar Romero y el secuestro del Ford Falcon verde que pertenece a uno de ellos, dentro del cual se encontró un bidón con restos de combustible.