Una jóven húngara vivió 13 años cautiva, maltratada y violada por su propio padre

Tiene 27 años y pasó casi la mitad de su vida encerrada en su casa, prisionera de su progenitor. Durante su cautiverio, sufrió malos tratos y repetidas violaciones. Testigos dicen que parece “una niña de 12 años con canas” y que le tiene miedo a la gente.

Una chica húngara de 27 años ha vivido la última mitad de su vida enclaustrada en su casa por su padre, por lo que nunca ha llegado a ponerse en contacto con el mundo. Su caso conmueve al país centroeuropeo, tras saberse que su padre la tuvo encerrada por trece años, durante los cuales la violó y maltrató en repetidas oportunidades, informa el periódico madrileño El País.

La prensa de Hungría ha bautizado como la Natascha húngara a esta joven, en alusión al caso de la austríaca Natascha Kampush, quien vivió ocho años secuestrada en un sótano y fue recientmente encontrada.

Según la misma fuente, la mujer fue encontrada por colaboradores del servicio de asistencia social de Budapest, que fueron llamados a la casa después de que la madre enfermara gravemente. Allí descubrieron a la joven, cuyo padre había muerto hace unos años.

Por el momento no han sido develados muchos detalles, como su nombre y su paradero actual, pero se ha sabido que le cuesta hablar y está severamente traumatizada. La noticia se hizo pública cuando la publicó el diario húngaro Blikk.

En entrevista televisiva, una colaboradora del servicio de asistencia social, Petra Lombos, explicó que la joven dijo que “ni ella ni su madre podían abandonar la casa donde vivía la familia”. También afirmó que “las dos mujeres vivían bajo terror sentimental y prácticamente perdieron todo el contacto con el mundo, no podían abandonar el edificio solas”.

Además, la asistente dejó trascender que el padre era un ex guardia carcelario, y que hay señales que demuestran que violó a su hija varias veces cuando era niña. La víctima cursó los estudios primarios completos, y desde allí fue enclaustrada y perdió contacto con el mundo exterior, lo que explicaría que la gente la asusta y tiene miedo constante. “Nunca subió a un tren ni tampoco sabe lo que es un centro comercial” agregó.

Según testigos, la joven “parece una niña de 12 años con canas”, y actualmente vive sola en su domicilio y no tiene ingreso monetario alguno. Asistencia Social está procurando encontrarle una entrada de dinero mensual para que pueda sobrevivir.

Jeno Ranschburg, uno de los psicólogos que se ocupan del caso, opinó que este caso es diferente al de Natascha, ya que la muchacha húngara “pudo estudiar hasta los 14 años” a diferencia de la austríaca, y se mostró optimista sobre que la joven podrá lograr una vida normal.