Boca quiere a Riquelme, relegado en Villarreal

Hace un tiempo que tiene diferencias con el entrenador del conjunto español, el chileno Manuel Pellegrini. En la ribera, donde es ídolo, ya planean el operativo regreso. Ayuda que no podría ir a ningún club ibérico ya que hasta junio de 2007 no podría jugar.

Mientras Boca se desprendió de Fernando Gago y al club entrarán 27 millones de dólares, ya está pensando en refuerzos de jerarquía. Y uno de ellos podría ser un hijo pródigo de la institución, Juan Román Riquelme, que no está pasando por un buen momento en el Villarreal de España.

Tiene diferencias con el técnico Manuel Pellegrini y su futuro para el 2007 sería incierto. Ayer no jugó y su equipo perdió con Racing de Santander 2 a 1. El equipo además está muy lejos de las posiciones de vanguardia.

Tras aquel fatídico penal ante Lehmann (Arsenal), que los dejó eliminados de la Champions, Juan Román se fue barranca abajo. En el Mundial, y en este campeonato, Riquelme se quedó con la bandera en el medio del mástil.

En el club se puede justificar que le influye el mal momento general, pero "El Submarino Amarillo" siempre dependió de lo que generasen sus botines y, por eso, así se le pagan. La bomba no habría estallado si, en el fondo, no molestaran otras actitudes ante la mala situación deportiva del club.

Luego de una licencia por el nacimiento de su tercer hijo, que lo marginó del duelo frente al Barcelona, el jugador disputó tres partidos. El último, el pasado domingo, fue una desastrosa derrota (1-4) en casa contra el Osasuna. "No vi un equipo, si acaso un sonámbulo", declaró Pellegrini, con quien la relación de gran parte del plantel está más que desgastada. "Prefiero tener menos jugadores y con más actitud que muchos con poca", disparó el presidente Roig.

El directivo, al igual que el Ingeniero, habrían mantenido una ácida reunión con Romy por cómo encara los desafíos. Entonces, el técnico hasta le habría comunicado que podría no tenerlo en cuenta o sentarlo en el banco de suplentes.

Lo concreto es que horas antes del duelo contra el Racing, el jugador sufrió una molestia en los aductores y quedó descartado. En otras circunstancias, le habrían dejado irse antes de vacaciones invernales. Ayer, en cambio, lo obligaron a entrenarse con los lesionados que no viajaron, señal del mal momento que se podría saldar con una salida.

Ir a préstamo a otro club español es imposible: tiene más de cinco partidos disputados y lo inhabilita a jugar. ¿En junio? Entonces Pellegrini también se irá y él podría imitarlo. O revisar su situación en un sitio al que le tiene mucho afecto.

Por la cabeza de Riquelme pasarían muchos sueños cuando dejó Boca para ir al Barcelona (2002). Ilusiones que no pudo cumplir en un equipo al que no se amoldó con Van Gaal, quien nunca lo quiso allí; con Antic, quien lo puso pero no le rindió.

Rijkaard lo descartó y fue así que en la 2003/04 aterrizó en el Villarreal. Desde entonces, siempre le sentó cómodo ser la cabeza del ratón (amarillo) en vez de vivir las presiones en la cola del león catalán. Fue una historia de amor que vivió su máximo apogeo en la temporada anterior, cuando pisó las semifinales en su primera Champions.

Aunque el lazo podría cortarse en breve, porque protagonizó un par de actos que no cayeron nada bien en una institución donde consideran que no tiene el compromiso necesario.

Después de aquel fatídico penal ante Lehmann (Arsenal), que los dejó eliminados de la Champions, Juan Román se fue cuesta abajo. En el Mundial, y en este campeonato, Riquelme se quedó con la bandera en el medio del mástil. En el club se puede justificar que le influye el mal momento general, pero esa teoría es un pez que se muerde la cola.

El Submarino siempre dependió de lo que generasen sus botines y, por eso, así se le pagan. La bomba no habría estallado si, en el fondo, no molestaran otras actitudes ante la mala situación deportiva del club. Luego de una licencia por el nacimiento de su tercer hijo, que lo marginó del duelo frente al Barcelona, el jugador disputó tres partidos.

El último, el pasado domingo, fue una desastrosa derrota (1-4) en casa contra el Osasuna. "No vi un equipo, si acaso un sonámbulo", declaró Pellegrini, con quien la relación de gran parte del plantel está más que desgastada. "Prefiero tener menos jugadores y con más actitud que muchos con poca", disparó el presidente Roig.

El directivo, al igual que el Ingeniero, habrían mantenido una ácida reunión con Romy por cómo encara los desafíos. Entonces, el técnico hasta le habría comunicado que podría no tenerlo en cuenta o sentarlo en el banco de suplentes. Lo concreto es que horas antes del duelo contra el Racing, el jugador sufrió una molestia en los aductores y quedó descartado.

En otras circunstancias, le habrían dejado irse antes de vacaciones invernales. Ayer, en cambio, lo obligaron a entrenarse con los lesionados que no viajaron, señal del mal momento que se podría saldar con una salida. Ir a préstamo a otro club español es imposible: tiene más de cinco partidos disputados y lo inhabilita a jugar. ¿En junio? Entonces Pellegrini también se irá y él podría imitarlo. O revisar su situación en un sitio al que le tiene mucho afecto.