Cómo salir del armario
El paso más difícil ya se ha dado. En muchos casos las amistades ya están informadas antes de que la familia lo supiese. Esta información suele aceptarse más positivamente de lo que uno se espera. Los que son realmente amigos nuestros suelen tener prejuicios similares a los nuestros, una capacidad de tolerancia semejante y comparten unos valores en los que la orientación sexual no es lo más determinante. Puede que a las amistades del mismo sexo a veces se les plantee la duda de si el homosexual se ve atraído/a por él/ella.
Nada tiene por qué cambiar
Lo mejor es dejar claras las cosas. Si existe alguna duda, con el tiempo y el diálogo suelen subsanarse, especialmente si observan que el adolescente entabla relaciones sexuales o de pareja con otras personas. Las amistades del sexo contrario suelen ser igual de comprensivas, incluso en el caso del homosexual varón pueden hacerse aún más fuertes. Las mujeres parecen verse libres de la idea de poder ser un objeto sexual para su amigo y llegan a una mayor intimidad. Además suelen afanarse en apoyar y proteger emocionalmente al amigo que está tratando de superar la crisis, sobre todo familiar.