"Secuestradores de mi hijo fueron violentos y le pegaron hasta aturdirlo"

Daniel Alvarez sostuvo que el hecho “aparentemente no fue al voleo porque conocían el nombre de mi hijo” y dejó una frase que grafica la sensación de inseguridad: “Yo sabía que en algún momento nos podía pasar porque en Argentina le pasa a cualquiera”.

Daniel Alvarez, el padre del abogado de Quilmes que fue secuestrado y liberado tras el pago de un rescate de $ 30 mil, dijo que los criminales que tuvieron cautivo a su hijo por unas nueve horas fueron “violentos y le pegaron golpes hasta que lo aturdieron”.

Visiblemente conmovido, Daniel consideró que el hecho “aparentemente no fue al voleo porque sabían cómo se llamaba y ellos venían a buscarlo. Lo que no entiendo es de dónde sacaron que nosotros teníamos dinero como para pagar”.

“Diego tenía la cabeza vendada con trapos y cinta. Nunca escuchó nada sobre que su primo podría estar inmiscuido en el caso. ¿Si él está con miedo? Todos estamos con miedo”, dijo diálogo con Canal 26.

En la puerta de su casa de Quilmes, en el sur de la provincia de Buenos Aires, Daniel expresó que la sensación de inseguridad constante que se vive los tuvo siempre alerta: “Yo sabía que en algún momento nos podía pasar porque le pasa a cualquiera”.

“Tenía toda la cabeza vendada con trapos y cintas. Nunca escuchó que nombraran a su primo. El está con miedo igual que toda la familia. Yo sabía que en algún momento nos podía pasar, porque le pasa a cualquiera”, dijo acerca del calvario que vivió su hijo.

Daniel reiteró en varias ocasiones que se quedó “helado” cuando se enteró por la policía que uno de los entregadores podría haber sido el primo de su hijo, aunque aclaró que “no sabe si fue así porque con esa parte de la familia no tengo trato desde que me separé de mi mujer, hace 27 años”.

“Los secuestradores le hicieron la del bueno y el malo. Mientras uno lo asustaba, el otro lo tranquilizaba”, manifestó.

Diego Alvarez, de 28 años, fue secuestrado el viernes por la mañana cuando estaba por abordar un Peugeot 206 gris para salir de su casa.

Tras pasar momentos de tensión que fueron relatados por su padre, los captores lo liberaron luego de que se efectuara el pago de $ 30 mil de rescate en la estación ferroviaria de Avellaneda.

El primo de Diego, uno de los dos detenidos por el caso, está acusado como presunto “entregador”.