El fotolog de un chico asesinado es un santuario en la red

Francisco Vrech tenía su espacio en Internet, como miles de chicos argentinos. Allí intercambiaba fotos, frases y saludos con sus amigos. También en ese espacio virtual el chico escribió un poema en el que alude a su muerte. Tras el fallecimiento del joven el fotolog se convirtió en un sitio para conservar su memoria.

Francisco estaba en cuarto año. Iba a estudiar Ciencias Económicas, como su mamá y su hermana de 19. El 20 de setiembre había cumplido 16. Amaba la cumbia, jugaba al fútbol desde los seis años y fue en el country "El bosque", donde sus padres tienen una casa, que hizo los primeros goles. Dentro de una semana, esa misma cancha tendrá una placa y un nombre: Francisco José Vrech.
“Más de una vez vas a soñar conmigo", más de una vez. Así, sin siquiera fantasear con lo que cada una de esas palabras iban a significar seis meses después, Francisco Vrech bautizó a su fotolog (fotolog.com/franvrech).

Es el mismo sitio en el que Francisco escribió un poema de amor que habla de su propia muerte

"¿Cómo carajo se hace para aceptar algo así? Fran te kiero. Cada segundo es un recuerdo que voy a llevar conmigo siempre. Desde arriba quiero creer que todo esto lo lees y lo ves, que nos ves y nos cuidás, y cuando te hablo me escuchás, porque en ese mundo de tranquilidad infinita debés poder... tus rulos que decías que eran sexys... tus rulos Piero... tus ojos de papel de calcar, tu sonrisa. Date por seguro que algún día nos vamos a volver a ver... porque quedaron tantas cosas por decir, tantas cosas por hacer...". Como un cuaderno de bitácora, la carta de despedida de su amiga Pamela guarda la fecha del domingo gris que siguió a la muerte de Francisco. Pamesh, como se hace llamar en la jerga, no rezó muda arrodillada en su tumba: escribió en su fotolog (fotolog.com/cucaracha86). Veinte días antes, la misma Pamesh había "pasado" por su blog y le había dejado escrito: "Te kiero demasiado Fran... sos el hermano que siempre soñé nene... ojalá nunk pero nunk me faltes.... porque sin vos no sé qué haría...". El, en otro mensaje le había contestado: "Te kiero mucho hermanita".

Y hay rezos anónimos que le hablan: "Que Dios te cuide" o "Nunca pasé por acá, pero sé que ayer no la pasaste bien. Esperemos que se haga justicia por lo tuyo y el otro chico. Estés donde estés, te merecés estar de lo mejor", escribe alguien.

Tras la muerte del joven el sitio se convirtió en un verdadero santuario en la red y miles de desconocidos dejan sus rezos diarios para Francisco y el pedido de justicia para que se esclarezca su muerte.

Francisco estaba en cuarto año. Iba a estudiar Ciencias Económicas, como su mamá y su hermana de 19. El 20 de setiembre había cumplido 16. Amaba la cumbia, jugaba al fútbol desde los seis años y fue en el country "El bosque", donde sus padres tienen una casa, que hizo los primeros goles. Dentro de una semana, esa misma cancha tendrá una placa y un nombre: Francisco José Vrech.


Un poema premonitorio
El 26 de noviembre del año pasado Francisco Vrech dejó hilvanados los versos de un poema. En él, compara su tristeza por los males de amor con su propia muerte.

"Mi corazón dolido está y con este frío más dolerá, pues mi cuerpo vida no tiene y mi razón no ha de funcionar.

Mi cuerpo sigue tirado ahí, podrido y solitario, nadie me vio morir ni nadie me ha lamentado.

Luego de mi hermosa muerte, mi alma libre se encuentra, el dolor se desvanece y ya no quedan penas."