Más de la mitad de los profesores trabajan gratis en la UBA

Según datos preliminares de un censo conocido extraoficialmente hoy sobre un total nacional de entre 130.000 y 140.000 profesores en las universidades nacionales, alrededor de 31.000 se desempeñaría ad honorem.

Sólo en la UBA son 19.951 docentes sobre 38.000, es decir 52,5 por ciento, de acuerdo con esos datos, que fueron relevados por la Secretaría de Hacienda de

esa universidad.

El informe indica además que los sindicatos del sector calculan que en realidad la cantidad de los profesores no rentados en la mayor universidad nacional trepa a casi 2.000 más.

Néstor Correa, secretario general de la Asociación Gremial Docente de la UBA y dirigente de CONADU Histórica dice que "números más o menos, hablamos de gente que trabaja y no cobra desde hace años. Es inconstitucional. Toda función docente debe ser rentada".

El debate se actualizó a principios de año, cuando la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU) del Ministerio de Educación de la Nación, el Consejo Interuniversitario Nacional (que nuclea a los rectores de universidades estatales de todo el país) y los sindicatos docentes acordaron realizar un censo para

actualizar los datos sobre profesores no rentados en todo el sistema.

Aunque faltan cruzar y procesar los últimos informes, sobre una población nacional de entre 130.000 y 140.000 docentes, alrededor de 31.000 trabajarían gratis. Sólo la UBA aporta el 64% de ad honorem al sistema.

El perfil del ad honorem parece claro: es un profesor que tiene unos cinco años de antigüedad, con dedicación simple y ocupa, en su mayoría, los cargos de ayudante (de primera o segunda) o Jefe de Trabajo Práctico.

Debería cobrar unos $ 500 mensuales por dictar una o dos clases semanales, pero el problema es que dentro del universo de los ad honorem hay una subgrupo: los "renta precaria". Son docentes que tienen un cargo jerárquico mayor, pero cobran por uno menor. Según la Secretaría de Hacienda, en la UBA representa el

10% y son 1908 personas.

Sin embargo, la SPU ya anunció que pretende instaurar un cronograma paulatino de rentas. Con una partida estimada en unos $ 30 millones, desde el Ministerio empezarían a pagarle antes de fin de año a los docentes con mayor antigüedad en el cargo, siempre y cuando hayan recibido un nombramiento formal de parte de la unidad académica en la que desarrolla sus funciones.

A la par, comenzaría un proceso gradual de convocatoria a concursos para regularizar esa situación, pero todo esto excluiría, en principio, a los ad honorem que realizan tareas de investigación o extensión. En el mundillo de la UBA, esos casos alcanzan a 738 personas.