Megan Fox, diosa de Transformers y sucesora de Angelina Jolie

Bella por donde se la mire. Sólo tiene 21 años. Es la protagonista del film que llega a la pantalla grande esta semana. Cinco kilos de puro músculo ganó durante el rodaje de esta película de robots (ver trailer de la película). Conocela a fondo y disfrutá de la galería de fotos.

Manejo de armamento militar y técnicas de pelea aprendió Angelina para interpretar a Lara Croft en 'Tomb Raider'. Gracias a su belleza salvaje y su personalidad desinhibida y rebelde, Megan Fox, la actriz de 21 años (nacida el 16 de mayo de 1986), protagonista de la película 'Transformers', pide pista para consagrarse como una rompecorazones.

Su pancita sexy y su excelente condición física para correr sin freno, como si alguien la persiguiera para hacerle daño, fueron suficientes para que Michael Bay, director de 'Transformers', le dijera a Megan que la quería en su película.

Eso sí que es tener estrella o estar en el lugar indicado. "Pensé que tendría que correr con un top corto, pero no tenía ni idea de que haría tantas cosas. Y, sinceramente, no me va el ejercicio, soy una vaga", asegura esta actriz que protagoniza la famosa serie de cómics de los años ochenta, llevada al cine.

Y era tan importante que corriera, realmente, pues ella misma sostiene que hubo momentos durante el rodaje que sentía "que el 10 por ciento del tiempo interpretaba y el restante estaba corriendo". ¿Solo eso? Sí, una pequeña confesión que podría poner en entredicho su verdadero talento actoral (que lo tiene), pero no le preocupa lo que piensen.

Ella desconoce lo que es la prudencia. Se pasa de sincera y cada vez que abre la boca crea un cotarro a su alrededor que raya en cierta desfachatez, como cuando dice que tiene sus hormonas en ebullición -de ahí su gusto confeso por vivir intensamente su vida sexual-; su experiencia con la marihuana y ese interés de querer probarlo todo, para formarse opiniones más personales.

Declaraciones explosivas, que sumadas a su cuerpo de curvas peligrosas y grandes ojos verdes que lanzan esa mirada penetrante, recuerdan a Angelina Jolie en sus años de más rebeldía. Tanto así que Megan, nacida en Tennessee (Estados Unidos), empieza a ganar reconocimiento en el mundo del espectáculo con el calificativo de 'la nueva Angelina', por supuesto además de su talento natural frente a las cámaras, por ese parecido físico con la pareja de Brad Pitt, y porque comparten un estilo de vida desinhibido, sin prevenciones frente a nada.

Quién sabe si le guste mucho la idea de que las comparen (aunque quien podría molestarse un poco es la propia Angelina, bueno, si la crianza de sus cuatro hijos y sus asuntos como embajadora de honor de la ONU le dan tiempo de ocuparse de esas nimiedades). Lo cierto es que se semejan en su fascinación por los tatuajes. Megan los prefiere pequeños, aun cuando de los nueve que tiene, algunos son largas frases como una de William Shakespeare en su espalda que reza: "Todos nos reiremos de las mariposas doradas".

Angelina la supera en cantidad, se ha tatuado 18, pero varios ya se los ha borrado o cambiado. Figuras o leyendas en sus cuerpos que ambas no temen ocultar en cada una de sus apariciones públicas, al contrario, tienen la costumbre de dedicar a su pareja.

La Jolie se hizo varios para demostrarle su amor al actor Billy Bob Thornton, con quien estuvo casada; y Megan a su novio, el actor David Austin Green, uno de los protagonistas de la serie Beverly Hills 90210.

Megan, por lo menos, todavía tiene espacio en su escultural figura para seguirse tatuando. Esa es su intención porque dice que le resulta una buena terapia para sobrellevar alguna tristeza o pena. La verdad no es que tenga muchas; desde jovencita pareció destinada a formar parte de la industria del espectáculo. A los 5 años estudió danza, a los 10 arte dramático. Modela desde los 13 y en 1999 se alzó con varios premios en la Convención Americana de Modelaje y Talento de Carolina del Sur.

Sin una vasta experiencia en televisión -participó en la comedia estadounidense 'Hope & Faith'- y mucho menos en el cine -hace tres años actuó en la comedia 'Quiero ser superfamosa', con Lindsay Lohan-, obtuvo el papel de Mikaela en la película 'Transformers', dirigida por Michael Bay, ('Pearl Harbor', 'Armageddon'), en la que comparte protagónico con Shia LaBeouf (Sam Witwicky), otra joven revelación a quien califican en Hollywood como el próximo 'Tom Hanks'.

El director de esta cinta, inspirada en la serie de cómic famosa en los años ochenta, tiene los mejores comentarios de su novel actriz: "No hace mucho que trabaja en el cine, pero aparenta una gran seguridad, no es falsa. Me gustó que no fuera conocida, aunque era peligroso darle un papel tan importante, pero ella y Shia funcionan de maravilla juntos. Tienen mucha energía", dijo.

Megan ahora en su nueva condición de estrella, tendrá que controlar ese espíritu contestatario que en el colegio le trajo tantos problemas con sus compañeras. Desde su adolescencia no ha sido muy buena su comunicación con las mujeres, quizá en algo influyen sus innegables encantos físicos, pero no se dejó amedrentar. Cuando le jugaban bromas pesadas, ella, ni corta ni perezosa, no desestimaba la posibilidad de la revancha y la ejecutaba. Falta ver cómo le irá con sus colegas en Hollywood, pues no sabe lo que es tener la lengua quieta y allí las cosas pueden ser a otro precio.

Alguna vez dijo que no le había ido muy bien con Lindsay Lohan cuando rodaron 'Quiero ser superfamosa'. Ahí, como que hubo corto circuito. Por lo pronto, rueda en Londres la comedia 'How to Lose Friends and Alienate People', al lado de Kirsten Dunst. Vamos a ver si esta rebelde no tiene problemas con esta nueva diosa de Hollywood.