Procesión entre candilejas

El teatro, en su mística y proverbial arrogancia, mantiene con una displicencia imbatible, su natural inclinación al pluralismo y a la versatilidad. Responde a sus fueros personales tan desaprensivamente como se le antoja y no se resiste a ningún tema, ritual o liturgia, desparramados en el camino de la vida. Una semi escueta muestra de su devota complicidad con el universalismo convicto y confeso, puede ser la que sigue: Por Norma Dumas

Una furtiva exploración por la desopilante cantidad de escenarios que imperturbablemente asolan la ciudad.

Piedra libre para Chejov

No es difícil que cualquier apegado más al sub-mundo que al mundo quimérico de esta vida , encuentre en Antón Chejov más que una inspiración un irrefrenable acicate anímico y emocional.

Cualquiera de sus insondables personajes - como en este caso su fulgurante Nina de “La Gaviota" - puede exaltar la imaginación y despertar el deseo y hasta la necesidad de crearle parangones y de adosarle histriónicamente una existencia paralela.

Con una edificante unción y con un entusiasmo inefable, Ana María Marchi se apoderó del emblematismo de esta subsistente Nina y concibio un espectáculo alegórico en el que la realidad y la ficción se enciman como una configuración que solo puede identificarse consigo misma.

Cada Domingo a las 18 horas, el intimista underground de “La Biblioteca Café“, le regala a la tarde ese programado “Extraño Chejov" sustentado por su autora y una participación emotiva y convincente en la persona de Luciana Massanet, afiliadas a una puesta en escena decorosa y con la yapa del motivante violín de Tamara Jazmín Zakour

Nada por aquí…..nada por allá

La magia existe desde siempre…..lo verdaderamente excitante es descubrir al mago.

Enfrentarse con Carlos Barragán es un exultante modo de dejarse atrapar por el hechizo y aceptar el sortilegio, más allá de los cánones que circulan en nuestra memoria como un ritual resguardado en el tiempo.

Es un ilusionista prestidigitador de ilusiones y capaz de transformar cualquier realidad en un insondable sustituto de la fantasía.

Tan impecable como imprevisible , ostenta la virtud de preservar el asombro

aún en quienes el asombro es una mística que murió perdida en la lontananza.

Cada Sábado a las 21 horas y cada Domingo a las 18, en un enigmático recinto del Centro Cultural Borges, la magia fluye perpetua e innovada a la vez, resucitada a puro arte y dispuesta a demostrar que, en el mundo de lo imposible, siempre hay una posibilidad esperando ser rescatada , aunque sea, por un ilusionado segundo.

Predestinadamente, Barragán es un mago con magia propia y un gesticulador del misterio que sabe como interceptar al mismo tiempo el enigma del todo y de la nada.

Amado camarada Stalin

Este fue seguramente el imaginario encabezamiento de las imaginarias cartas que la imaginería virtual de Juan Mayorga le adjudica Mijail Bulgacov, un venerable escritor a quien el Stalinismo había silenciado ignominiosamente.

Quien profundiza en el alma humana sabe que todo artista necesita ser amado por el poder, tanto como el poder pretende -- a su clásica y coyuntural manera-- ser amado por el artista.

En el “Centro Cultural de la Cooperación “estas alegóricas “Cartas de amor a Stalin “ deschavan el lirismo sublimado de su autor (Juan Mayorga) capaz de interceptar lo pronosticadamente imposible y darle forma de excelsa realidad.

Una excelente trilogía actoral y la comprometida y minuciosa dirección de Enrique Ducal transforman este semi artificioso alarde escénico en una emblemática posibilidad del milagro que, inefablemente, conserva su magia intacta.

Se ha formado una pareja

El arte, con su enigmático discernimiento, es capaz de producir esotéricas asociaciones y afiliarse a complicidades que, de pronto, transforman cualquier posible estupor en un desopilante acierto.

En esa super histrionista y perseverante Casona de Beatriz Urtubey, registramos otro gran alarde funambulesco de ese alucinante hombre-orqueta que es Rubén Celiberti.

Registramos tambien que la vida es una sorpresa eterna porque este descomunal showman que es Celiberti, catapultó a su rincón escénico, a esa auténtica gestación del tango reo que es Inés ( Galleta ) Miguens.

Evidentemente, no hay lucubración fantasiosa que por bien no venga porque la audiencia de la referida providencial CASONA, asistió a una odisea artística divertida y, consecuentemente, gratificante.

La historia es una…..y no otra

De no interferir la pasión y el rigor epopéyico de Pacho O´Donnell, nuestro de algún modo insondable pasado, persistiría en dormir el sueño de los justos en la sintomática y legendaria Historia de Grosso.

En esa casi heroica propensión a predigitar al mismo tiempo con la historia, la literatura y la dramaturgia, el genioy el ingenio de O´Donnell fluctúan entre el lirismo y la realidad y se sobreponen a sus mismas instancias para crear -- predestinadamente-- eso que llaman “ espectáculo “.

En “La Tentación"-- una sublimada alusión al drama interior de Manuel Borrego -- complicita la realidad con el magnetismo que la fantasía lleva siempre implícita en su bagaje para que nadie muera de sopor o de inconsistencia anímica.

Las excelentes interpretaciones de Juan Palomino y Raúl Rizzo, revelan la proverbial estrategia escénica y a deambulante sensibilidad de Santiago Doria.

En ese exuberante romance teatral que mantiene Pacho O´Donnell con la city, “ La Tentación“ se inscribe en el Teatro Payró como una propuesta ineludible.