Los habitantes de Pisco reconstruyen sus casas

Comenzaron a levantar viviendas de madera, asistidos por miembros de una ONG latinoamericana, entre ellos varios argentinos. Las casillas se realizan en sólo dos días y son destinadas a los que perdieron sus hogares en la tragedia. Esa localidad peruana fue la más afectada por el sismo del 15 de agosto.

Habitantes de Pisco, la ciudad más afectada por el sismo que devastó parte de Perú hace un mes, comenzaron a levantar casas de madera sobre sus derruidas viviendas de adobe, asistidos por voluntarios de una ONG latinoamericana, entre ellos varios argentinos.

Los más de 200 voluntarios de la ONG, Un Techo Para Mi País trabajan en el sur del país andino, donde el terremoto de 7,9 grados en la escala de Richter que el 15 de agosto último provocó la muerte de al menos 540 personas y dejó sin hogar a más de 30 mil.

Ignacio Pinto, uno de los tres argentinos que participaron en la construcción de casas en Pisco, ubicada a más de 35O kilómetros al sur de Lima, adonde llegaron una semana después de ocurrido el devastador sismo, dialogó este jueves con Télam.

"Llegamos a Perú el 22 de agosto y nos quedamos una semana. El centro de la ciudad de Pisco era desolador: el desconcierto y el olor a muerte dominaban el lugar lleno de cadáveres", describió Pinto, que se recibió de Ingeniero Industrial en la Universidad Católica Argentina (UCA) el año pasado.

El voluntario, de 23 años, explicó que "también llegaron voluntarios uruguayos, colombianos, chilenos, brasileños y salvadoreños. Nos unimos a los 225 peruanos que pertenecen a la ONG y nos instalamos en un campamento en la base aérea de Pisco, desde donde coordinamos el trabajo". "No pudimos trabajar en el centro de la ciudad, por lo que nos movimos por lugares rurales, marginados, luego de hacer un relevamiento", precisó el joven.

Pinto contó que "durante una semana levantamos 60 viviendas en zonas de Pisco que, si bien sufrieron los efectos del terremoto, la situación era de emergencia desde mucho antes".

El voluntario explicó que "buscamos trabajar con los más pobres entre los pobres para que logren, a través de su propio esfuerzo, y sin recurrir al asistencialismo, una solución concreta para tener un lugar digno donde vivir y desarrollarse también como comunidad". "Por eso -remarcó- para levantar cada casa se armó una cuadrilla integrada por la familia que iba a obtener la vivienda y voluntarios".

Los integrantes de esta ONG presente en nueve países latinoamericanos -Argentina, Chile, Brasil, Colombia, El Salvador, México, Perú, Uruguay y Costa Rica-, levantan casas de madera, un material que los pisqueños "desconocen", ya que muchas de sus casas son o eran, hasta que pasó el sismo, de adobe.

Las casas, que se levantan en sólo dos días, son viviendas de emergencia de 18 metros cuadrados de superficie. Se construyen con dos paneles de madera para el piso, seis laterales, una puerta, dos ventanas, un techo de chapa de zinc, sobre postes de madera o de cemento para mantenerlas aisladas de la humedad del suelo.

"Primero trabajamos en La Yesera, a un kilómetro y medio al sur de Pisco, donde viven unas 50 familias. Ahí no hubo muertes por el sismo, pero sí muchos de ellos perdieron sus casas que eran de barro, con techos de caña", detalló Pinto.

El voluntario contó que "en La Yesera, una zona muy pobre, levantamos 30 viviendas en dos días. Los lugareños estaban muy impresionados por el sismo, pero también porque no esperaban ninguna ayuda". "En Mencia, a unos 20 minutos del centro de Pisco, una zona rural de agricultores algodoneros, también muy humilde, levantamos las otras 30 casas.

Ahí sólo viven 40 familias que, al igual que en La Yesera, nos recibieron muy bien", agregó Pinto. Por último, manifestó que "la experiencia fue fuerte, conmovedora: éramos más voluntarios que las personas que vivían en el lugar y esto generó alboroto entre los lugareños, quienes se mostraron muy agradecidos".

Dos semanas después de ocurrido el terremoto, otro grupo de Un Techo Para mi País integrado también por argentinos, entre otros extranjeros, arribó a Pisco y levantó 70 viviendas que, sumadas a otras 44 construidas por voluntarios limeños en las localidades pisqueñas de Pacae, Zarate, San Emilio, Media Luna y San Jacinto, llegan a 174.

Desde Lima, Gonzalo Talavera, director Social de la ONG en Perú, indicó que "esta semana levantaremos 100 casas en Dos Palmas". "Nuestra meta es construir de acá a agosto de 2008, a un año de ocurrido el sismo, 2.000 casas en Pisco, Ica, Chincha y Cañete, además de otras 500 en las afueras de Lima", añadió Talavera.

Un Techo Para Mi País comenzó su trabajo en 1997 y desde entonces lleva construidas más de 34 mil viviendas de emergencia con la ayuda de diez mil voluntarios.