Cossa de grandes

El dramaturgo Roberto "Tito" Cossa fue distinguido como Ciudadano Ilustre de la Ciudad de...

...Buenos Aires y aprovechó el lauro para alertar que "en la medida en que se pierde identidad se pierden los derechos de los autores".

Titular desde hace seis meses de la entidad de autores Argentores, Cossa dijo, en diálogo con Télam, que "el panorama es bastante complicado en los cuatro frentes que abarca Argentores: radio, televisión, cine y teatro".

"En radio, el rol del autor ya no existe por la desaparición de la ficción -analizó- y en televisión se ha diluido por la imposición del trabajo en equipo y el predominio de los productores que incluso firman como autores de la idea".

El creador agregó sobre este "hecho mundial de índole cultural" que "en cine los jóvenes directores hacen sus guiones y en teatro también se sostiene cierta disputa con los directores".

Por otra parte, el escritor que renovó el lenguaje del teatro argentino, señaló que "existe una necesidad en los autores y en el público de una búsqueda de nosotros mismos para finalmente dar una expresión argentina".

"Partiendo del mundo que uno conoce, con humildad, con modestia, -se explayó- se puede llegar después a las grandes síntesis".

Entre bromas, el autor de "La Nona" se mostró algo preocupado por sumar una nueva distinción a los muchos premios recibidos, "porque es señal de que estoy muy mayor".

La ceremonia que tuvo lugar en el Salón Dorado de la Legislatura, respondió a una iniciativa del legislador del PRO, Diego Santilli, en reconocimiento a la trayectoria de Cossa.

En ese tránsito y con "Nuestro fin de semana" (1962) se ubicó a la cabeza de la denominada "nueva generación realista" junto a Ricardo Halac, Carlos Somigliana, Mauricio Kartún, Germán Rozenmacher y Ricardo Talesnik.

Entre la vasta dramaturgia de quien integra la junta directiva de la Comisión por la memoria que preside el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, cabe mencionar "El viejo criado", "Tute cabrero", "Ya nadie recuerda a Frederic Chopin", "los compadritos" y "Yepeto".

Su teatro siempre ha mirado hacia adentro a los argentinos y desde el realismo, el absurdo o el simbolismo ha procurado ofrecer una radiografía de nuestra realidad.

Sin embargo, su dramaturgia es teatro comprometido pero no teatro político, con excepción de "El avión negro" , que ofrece una particular visión de un hecho político: el posible regreso de Perón.

Cossa ha definido su opinmión sobre el sentido del teatro considerando que "hay que hacer un espectáculo que haga reflexionar pero no aburrir...porque un espectáculo bello, que trate el tema del amor, puede hacer reflexionar tanto como un teatro político".

En su extensa trayectoria se lo vio liderando el fenómeno teatral que estalló en 1980 con el ciclo de Teatro Abierto, que levantó la voz de los teatristas en contra de la dictadura militar.

Frente al MATE, una asociación que involucra a los teatros independientes, contribuyó a la sanción de la Ley del Teatro y a la búsqueda de soluciones para la situación de las salas del circuito off luego del incendio en la disco Cromañón en que murieron 194 personas.