"Jamás pensé que me iban a cortar el dedo"
Un colectivero sufrió la mutilación de la primera falange de uno de sus dedos al ser asaltado por una mujer y dos hombres que le querían robar su anillo en proximidades de la estación Terminal de Escobar, y los investigadores creen que se trató de un ataque vinculado a la "mafia de los pungas".
El colectivero relató que los delincuentes se llevaron la falange mutilada "en una cajita", explicó que "la que tenía la voz de mando" era la mujer y dijo que por "la forma de hablar y por el tono de voz, los asaltantes podrían ser chilenos".
En tanto, un jefe policial dijo que la principal sospecha apunta la "mafia de los pungas", es decir los delincuentes que aprovechan el amontonamiento de pasajeros para robarles sus billeteras o celulares, y afirmó que dos de los tres delincuentes ya estarían identificados.
Fuentes policiales y judiciales dijeron que el episodio que fue dado a conocer hoy, ocurrió el sábado 10 de noviembre último, a las 18:30, cuando el chofer Sergio Jesús Trejo, de 35 años, había terminado su recorrido en el interno 536 de la línea 60 y se dirigía a la terminal a buscar un nuevo horario de salida.
"Al llegar a Escobar, descendieron todos los pasajeros y yo cerré la puerta para volver a la cabecera e iniciar el segundo recorrido. En ese interín, a 100 metros de la terminal, se paran dos personas que estaban sentadas en el fondo y pensé que se habían quedado dormidas", dijo el colectivero.
En ese momento, uno de ellos lo amenazó con un arma y lo obligó a conducir hacia la colectora de la ruta Panamericana, después lo llevó hasta una rotonda y finalmente lo hizo detenerse junto a la banquina.
"De golpe apareció una mujer que yo no había visto, que aparentemente estaba escondida, quien tomó la voz de mando y me empezó a insultar", agregó.
Según su propio relato, los delincuentes le pidieron que abriera la máquina expendedora de boletos y que les diera el dinero de la recaudación, pero él les explicó que no tenía acceso a la plata.
"La mujer me insultaba y me pegaba en la boca. Me preguntaban qué tenía en el bolsillo. Les di 22 pesos. Después me preguntaron qué tenía en la mano y yo les dije que tenía la alianza", contó Trejo, quien recordó que las preguntas y los insultos provenían de la mujer.
"En ese momento, se abrió la campera y de una riñonera sacó una cajita negra. Me agarró la mano y me empezó a decir 'hijo de puta, huevón'. Yo pensé que en la cajita iba a poner la alianza que me iba a robar, pero sentí un 'tac-tac', como una abrochadora, y ahí siento como un calor en la mano", dijo.
El hombre sufrió la mutilación de una falange del anular de la mano izquierda.
El colectivero explicó que, luego de que le cortaran el dedo, se desmayó, y cuando se despertó condujo el micro como pudo hasta la terminal, donde un compañero lo llevó hasta el Hospital de Escobar.
Según Trejo, los delincuentes se llevaron el dedo mutilado dentro de la cajita, porque la falange no fue encontrada dentro del colectivo.
"Jamás pensé que me iban a cortar el dedo. Si yo lo hubiese pensado, hubiera atinado a sacar la mano o a luchar, pero no iba a dejar que me corten tan fácilmente el dedo", dijo.
Los investigadores policiales lograron confeccionar, en base a la declaración de la víctima, dos identikit de dos de los presuntos delincuentes, los cuales tienen una similitud del 80 por ciento.
Para los pesquisas, el ataque al colectivero está vinculado a la "mafia de los pungas", cuyo accionar es muy frecuente en esta y otras líneas que funcionan entre la Capital Federal y el norte del conurbano.
"Mientras me pegaban, me decían 'ustedes no nos dejan trabajar'. Los investigadores lo relacionan con la mafia de los pungas", agregó Trejo, quien dijo que hace ocho años que conduce un colectivo de la línea 60.
Un jefe policial explicó que desde hace varios meses se realizan controles en los colectivos de esa zona para evitar ataques de "punguistas", y que ya tienen individualizados a varios de ellos.
El episodio es investigado por la fiscal 1 de Escobar, descentralizada del departamento judicial de Zárate Campana, a cargo de Paula Gaggiotti.