Ricardo Montaner: un porteño romántico, entre Sandro y Carlos Gardel

Tiene el don de enamorar en cada canción, sabe usarlo como pocos. Y cada vez que se presenta en Argentina, la tierra que lo vio nacer, deja los corazones colmados de amor. Una noche de duetos con el Gitano y el Zorzal, donde el oriundo de Avellaneda deleitó a sus seguidores durante más de tres horas. Ver galería de fotos. Por Claudia Seta

Las luces se apagan y

Ricardo Montaner

aparece en un videoclip. Es la proyección de su vida musical, en un evento especial en Maracaibo que reunió a decenas de artistas.

Él sonríe y cuenta detalles de un show realizado por los chicos. No está solo, muchos músicos lo acompañaron en ese momento. Desde Juanes; David Bisbal; Luis Fonsi; Juan Luis Guerra; hasta Noel, el ex Sin Bandera. Todos reparten halagos para el artista nacido en el porteño barrio de Avellaneda hace varios años. Entre tantos famosos, también está Susana Giménez, que no se quiso perder dicho evento por nada del mundo.

Cuando el clip culmina, es hora del show. Su hijo Mauricio está al mando de la batería, mientras otro de sus niños, Ricardo Andrés, está sentado en el piano. Entonces aparece el rey de la familia, ese que a fuerza de trabajo, esfuerzo y dedicación llegó un día a la Cima del Cielo.

Los Montaner entonan “Tu piano y mi guitarra”, aquella canción compuesta hace años junto a Alejandro Lerner. El público se rompe en aplausos. No caben dudas de que se trata de una noche colmada de “Ansiedad”, del amor hecho bolero como si cada fan le dijera al oído: “Hoy tengo ganas de ti”.

Él sabe que endulza con cada palabra que sale de su boca en esa voz tan particular de la que es dueño, y sigue regalando más romance en “Ay Amor”, “Castillo Azul”, “El poder de tu amor” y “Bésame”.

Hasta que el primer tributo se hace presente en “Penumbras”, que hace delirar a sus chicas, y no tanto, mientras la imagen de Sandro se ve en el fondo de la pantalla grande. Rinde homenaje a su querido y admirado Gitano, lo idolatra y hasta se da el gusto de cantarle el Feliz Cumpleaños.

En medio de mucha pasión, un Montaner muy joven está en escena. ¿Una proyección en video? ¿Su clon? No, su hijo Héctor. Son dos gotas de agua, y la gente no puede creer el parecido del muchacho con su padre, el ídolo. Es que en cada escenario donde se presenta, el show del artista deja en claro que lo primero es la familia. Cantan juntos, luego Junior interpreta su tema “Amor del bueno” y se lleva los aplausos, ovaciones y suspiros de las mujeres.

Cuando el anfitrión de la fiesta retoma el mando, comienza el momento de los quiebres de caderas. “Republica de la Alegría”, “Cachita” y “Conga” hacen bailar a todos y muchas damas, elegidas por el dueño de casa, terminan danzando sobre las tablas.

Luego el amor, otra vez, como en casi todo el espectáculo. “Soy tuyo”, “Yo puedo hacer”, “Todo” y “De mil amores” son las que el público pide escuchar al son del piano.

Hay tiempo para otro invitado especial que viste de celeste y blanco. Montaner entona las primeras frases de “Será” y presenta a Noel, el músico argentino que fue una de las mitades del impecable dúo “Sin Bandera”. Gritos, suspiros y aplausos para el joven talento porteño que viajó un día a México en busca de éxito y lo consiguió por ese carisma que porta. ¿Suena conocida la historia? Y sí, más teniendo en cuenta quién es el anfitrión del show.

Juntos, entonan “Si se apaga mi voz”, en homenaje al desaparecido Jorge Guinzburg, “3.000 Km”, “Entra en mi vida”, entre otros. El rubio va colmado por el cariño de los espectadores.

Otro tributo se hace presente cuando el artista se da el gusto de hacer un dueto con Carlos Gardel para cantar “Volver”. Con la frente bien alta y sin miedo a las criticas de los tangueros, Montaner hace lo suyo al lado del farolito mientras el Zorzal le sonríe desde la pantalla. Otro guiño imperdible a la luz del Luna.

Hay canciones que obviamente son las más esperadas en cada concierto del cantautor. Esas que hacen que la noche dure un poco más, como “Tan Enamorados”, las que son iluminadas y eternas como “Déjame Llorar”, las que hacen que el suspiro sea por él como “Me va extrañar” y las que te elevan a “La Cima del Cielo” mientras “El Mundo Gira”.

Otra noche para recordar. Más de tres horas con el corazón latiendo. La gente lo aplaude entre lágrimas mientras él levanta las manos, sonríe, agradece y desaparece entre las luces de la Ciudad. Sabe que cumplió una vez más con su gente, y que el Poder de su amor está intacto como el primer día, como hace 20 años.