¡A comer cerdo!

Con grandes mordidas a suculentos tacos de carne de cerdo, el gobierno...

... mexicano intenta a toda marcha reactivar el consumo de ese producto, altamente afectado por la epidemia del virus H1N1 que provoca la gripe porcina.

El declive de las ventas de ese sector, que genera 30.000 millones de pesos al año (unos 2.250 millones de dólares), llegó a tal grado que algunos empresarios porcícolas amenazaron con sacar a las calles 15.000 cerdos ante la falta de ventas.

"Están buenísimos, me comí seis tacos", dijo el jueves el secretario de Trabajo, Javier Lozano, que en compañía de su colega de Agricultura y Ganadería, Alberto Cárdenas, y de representantes del sector, se pusieron al frente de una ofensiva para evitar la debacle.

Los tacos degustados bajo la presión de una veintena de amontonadas cámaras y decenas de micrófonos eran de "carnitas", uno de los platillos más accesibles y favoritos de los mexicanos que consiste en la cocción de casi todas las partes del cerdo en una cacerola de más de un metro de alto llena de aceite.

El primero en darle cara a la campaña fue el presidente Felipe Calderón en su natal estado de Michoacán (centro), cuna de las "carnitas".

"También está buenísimo el chicharrón" (piel de cerdo cocida en el mismo tipo de cacerola hasta que se infla y luego se deja endurecer para comerse por separado con salsa y limón o sobre las carnitas), añadió satisfecho el secretario del Trabajo.

"Esto es una muestra de lo seguro, sabroso y nutritivo que es comer carne de cerdo", reiteró.

El sector porcícola de México emplea de manera directa a 350.000 personas y un millón y medio más de manera indirecta porque es una de las "cadenas de producción más larga", dijo a su vez Cárdenas, que en días recientes ha tenido que comer ante las cámaras las supercalóricas "carnitas" en varias ocasiones.

"Casi en cada pueblo de este país hay puestos de chicharrones", añadió Cárdenas.

En efecto, las "carnitas" forman parte del paisaje cotidiano de México y suelen sacarse de la gran cacerola al momento de pedirse o de una especie de vitrina que con potentes focos incandescentes muestra al consumidor su atractivo.

Se puede encontrar un puesto de carnitas o de chicharrón en casi cualquier esquina urbana de México. Esos expendios estuvieron cerrados durante el pico de la epidemia que dejó hasta el momento 66 muertos y más de 2.829 contagiados.

La fuerte baja en el consumo de carne de cerdo se debió a que el virus se generó en esos animales, aunque luego mutó y se comprobó que sólo se contagia entre humanos, reiteró en varias ocasiones la Organización Mundial de la Salud.

Ante la denominación inicial de gripe porcina, Rusia fue el primer país en prohibir la importación de carne de México, le siguió China y luego Ecuador aunque, según el ministro de Agricultura mexicano, esos países de hecho no compran ese producto a los empresarios del sector mexicanos.

La campaña en realidad está dirigida más a los propios mexicanos y a los japoneses, uno de los mayores importadores de carne de cerdo mexicana.