Zelaya anunció la ruptura del diálogo; elecciones el 29 de noviembre

CRISIS POLITICA EN HONDURAS

Los negociadores que representan al depuesto presidente de Honduras Manuel Zelaya dieron el jueves un ultimátum hasta las 06 del viernes al gobierno de facto de Roberto Micheletti para restituir al mandatario en el poder o darán por concluida la instancia del diálogo.

"Si a las 12 de la noche (06H00 GMT) no hemos recibido ninguna respuesta de la delegación del señor Micheletti, damos este diálogo por concluido", dijo a la prensa el coordinador del equipo de negociadores de Zelaya, Víctor Meza.

El asesor del mandatario depuesto Rasel Tomé había asegurado con anterioridad a la AFP que Zelaya "condicionaba" el regreso a la mesa de negociación a la firma de su restitución. "De lo contrario, no tiene ningún sentido" seguir dialogando, aseguró.

La respuesta del gobierno de facto no se hizo esperar y, tras rechazar el plazo, los delegados del régimen de Micheletti anunciaron que harán una contrapropuesta el viernes.

"Habiendo esta comisión rechazado categóricamente el ultimátum de las doce de la noche (06H00 GMT) para responder a la propuesta en la mesa, expresamos: que nuestra contestación o nuestra contrapropuesta será presentada mañana (viernes) a las 10H00
(16H00 GMT)", anunció Vilma Morales, del equipo de Micheletti.

"Pedimos a nuestros socios de la mesa de diálogo que pongan a un lado los juegos políticos (...) y llegaremos a la meta final mañana (viernes)", agregó.

Zelaya había rechazado la propuesta del gobierno de Micheletti el 19 de octubre para que sea la Corte Suprema la que decida si se le restituye en el puesto del que fue desalojado el 28 de junio por los militares. El presidente pretende que sea el Congreso quien disponga su restitución.

El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) pidió el miércoles a las partes un esfuerzo para superar el estancamiento del diálogo. Estados Unidos y otros países miembros endurecieron el tono al pedir al gobierno de facto mayor
compromiso y evitar tácticas dilatorias.

Zelaya, que el miércoles cumplió un mes refugiado en la embajada de Brasil, exige ser restituido en su puesto antes de las elecciones presidenciales del 29 de noviembre.

El gobierno de facto mantiene la fecha para los comicios pese a las advertencias de la comunidad internacional de que desconocerá los resultados si antes no han devuelto la faja presidencial a su legítimo dueño.

Miembros del Tribunal Electoral hondureño, de visita en Washington, aseguraron este jueves que no les importa lo que piense o diga la comunidad internacional.

"No podemos dejar que se hunda, que nuestros compatriotas se enfrenten, se dividan y sigan en una polarización que haga feliz a la comunidad internacional, pero que destruya a nuestro país", dijo el magistrado del ente electoral, Enrique Ortez.

La Unión Europea (UE) echó un jarro de agua fría al régimen de Tegucigalpa al asegurar que no va a enviar a Honduras observadores debido a la situación de "violencia" y "restricciones a las libertades" en el país.

"Bajo ninguna circunstancia podremos enviar una misión de observación electoral a Honduras", dijo este jueves en Panamá el jefe de la unidad de la Comisión Europea para las relaciones para México y Centroamérica, Petros Mavromichalis.

Mientras tanto, al régimen de facto le siguen lloviendo las críticas por la represión que ejerce contra los partidarios de Zelaya. Según el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (Cofadeh), 21 personas fueron "ejecutadas" desde el golpe
de Estado del 28 de junio y se produjeron más de 4.234 casos de violaciones a derechos humanos.

"En el país vivimos en situación de emergencia nacional", advirtió la coordinadora del Cofadeh, Bertha Oliva, en una conferencia de prensa.

CON O SIN ACUERDO EL 29 DE NOVIEMBRE HABRA ELECCIONES EN HONDURAS

El magistrado del Tribunal Electoral Supremo de Honduras, David Matamoros, aseguró que el proceso electoral "va a caminar y se va a dar, haya o no haya un acuerdo” entre el gobierno de facto y el derrocado presidente, Manuel Zelaya.
Ya sea que “una semana antes o dos días antes o una semana después hay un acuerdo, lo más importante es que las elecciones hayan sido lo mejor posibles, lo más correctas y lo más transparentes”, expresó Matamoros en la conferencia brindada en el think tank (grupo de pensamiento) Dialogo Interamericano.

Por su parte, el magistrado Enrique Ortiz Sequeria, coincidió que “es mejor que haya elecciones dentro de 36 días a que dentro de dos años o cuatro años, porque el 93 por ciento (de los hondureños) cree que la solución está en ese proceso libre y transparente”.

Reafirmando su “autonomía e independencia” de las demás instituciones, los funcionarios alejaron además las sospechas sobre el rol de las Fuerzas Armadas en el proceso.

En ese sentido, mencionaron que por primera vez las Fuerzas Armadas se encontrarán durante el período de sufragio, “bajo el mando de funcionarios designadas por el Tribunal Electoral Supremo”.

Por otro lado, y sin poder contar con la observación para los comicios de la Organización de Estados Americanos (OEA) tras su suspensión del organismo, el Tribunal dispone actualmente de 14.800 observadores internacionales.

Además, firmó convenios con catorce organizaciones representativas y abrió espacios de diálogos con diversas organizaciones del ámbito civil dedicadas al seguimiento electoral.

Al mismo tiempo, según comentaron los magistrados, también cuentan con el apoyo de veinte congresales estadounidenses para este proceso y con el Departamento de Estado que está financiando “parcialmente” tres proyectos relacionados con el “voto para discpacitados, con el monitoreo de medios y la capacitación de los delegados que van a las mesas electorales”.

Buscando separar en todo momento su función de los acontecimientos políticos de su país que lo llevaron a estar hoy bajo un régimen de facto, Matamoros señaló que si bien las elecciones “no se han visto afectadas” por la situación actual, existen “voces disonantes contra el proceso, que apuestan a que fracase”.

Por lo que “no podemos tomarnos el riesgo de que vayamos a una elección donde no tengamos las garantías y la certeza de que los resultados van a ser lo más oportunos”, explicó comparando la situación con lo ocurrido en las elecciones que proclamaron presidente a Zelaya en 2005, donde “no tuvimos una transmición de resultados” hasta una semana o diez días después.

“Nuestra obligación es llevarlas a cabo de la mejor manera posible, con la mejor garantía”, insistió aseverando que más allá de todo “las elecciones van a llegar el 29 de noviembre”.
A treinta y ocho días de las elecciones y sin acuerdo aún entre Roberto

Micheletti y Manuel Zelaya sobre el punto del Plan de San José que exige el retorno de éste último antes de los comicios, los funcionarios dicen “reconocer el momento histórico” por el que atraviesa su país y que a su vez, es su historia nacional la que “en gran medida se define” ese día.

Pero es también la historia mundial la que “nos ha demostrado que cuando hay dictadura, que cuando hay guerras civiles, desordenes y convulsiones dentro de cualquier país, sólo hay una forma donde los seres humanos podemos volver a vivir en paz y tranquilidad”.

“Esa forma se llama escuchar a la voz del pueblo y la voz del pueblo sólo se escucha a través de elecciones libres, transparentes y cristalinas que nosotros vamos a celebrar el 29 de noviembre”, concluyó Ortiz Sequeira.