Piñón Fijo en vacaciones, para chicos... y no tan chicos

El famoso payaso cordobés, creador del tema “Chu chu ua”, se presenta en el Teatro Coliseo hasta el 30 de julio. Se trata de un show pensado para los más chicos pero que también entretiene a los más grandes.

El payaso más famoso del país dejó su Córdoba natal por un tiempito para recalar en Buenos Aires y entretener a los chicos –y no tan chicos- durante las vacaciones de invierno. Pero no vino solo. Junto a él están los personajes más famosos de su programa y sus dos hijos, Jere y Sol, que son músicos y lo acompañan sobre el escenario del Teatro Coliseo.

El creador del “Chu chu ua”E supera ampliamente el estereotipo del animador infantil ya que conoce como nadie las inquietudes de los chicos y las plasma en sus pegadizas canciones. Es así como “Basta de mamadera” o “Nene dejá el chupete” funcionan como una buena excusa para que los más chiquilines –de a poco- se olviden de ellos. Pero esos no son los únicos temas con “mensaje” ya que “Cepillo cepillo” también concientiza sobre la importancia de lavarse lo dientes.

El show, que tiene alrededor de una hora y media de duración, recrea el ambiente de un recital de música en el que se van hilvanando las canciones de Piñón Fijo con juegos, sketches y monólogos. Pero lo más importante es la interacción que establece con su público.

Ellos también se convierten en protagonistas involuntarios debido a que cantan, bailan y saltan al “ton y son” de sus melodías. Y los padres no se quedan atrás. Es el mismísimo Piñón el que les da rienda suelta a su infancia y los invita a sentirse “como un chico más” participando de cada uno de los juegos que él propone.

Todos quedan encantados con este simpático personaje –interpretado por el artista cordobés Fabián Gómez- que siempre lleva su cara pintada con una lágrima en la mejilla, viste un pantalón varios talles más grande, luce unos zapatos larguísimos y se caracteriza por estar vestido con un traje rasado en amarillo y rojo.

Con una buena acústica, ritmos pegadizos y letras de canciones divertidas, Piñón hace de las suyas acompañado de su tradicional mochila, en la que atesora su querido saxo cloacal (construido por él mismo con tuberías de agua) y su amiga la guitarra.