Alejandro Iglesias: la historia de alguien a quien el 26 de abril "Le cambió la vida"
Alejandro Iglesias saltó a la fama cuando a fines de 2010 era el misterioso participante número “19” de Gran Hermano 2011. Jorge Rial lo anunció con bombos y platillos y a los pocos días se supo parte de su historia. Es un hombre cuyos genitales no se condicen con sus sentimientos.
“Me puse un nombre masculino a los 21 años”, cuenta quien fue nombrado como Silvia al nacer por sus padres y un 26 de abril de 2011 “Le cambió la vida”.
De pequeño se sintió varón y eso le trajo inconvenientes. “Me buscaba la forma de ser neutro. No me hacía llamar como una nena porque no lo sentía pero tampoco como un varón porque no me vestían como tal”, cuenta quien tuvo un dialogo sincero con su madre hace un tiempo cuando ella le preguntaba si era homosexual: “no soy lesbiana”, contestó.
“Yo de la cabeza siempre estuve muy bien, hay que hacer una reasignación”, describe Iglesias quien reclama “la Ley de Identidad de Género, ya”. El argumento es que para acceder a un DNI que sea adecuado a su aspecto, algunos debieron “presentar un certificado de que vos sufrís disforia de género. Esto está en un libro de patologías. Debo mostrar un certificado que diga que estoy 'mal de la cabeza' y luego debo volver a demostrar que 'estoy bien de la cabeza'”.
Justamente, el día mencionado fue cuando para el Registro Civil, su identificación como argentino se adecuó a su aspecto y sentir. Aunque seguramente también otra jornada que le marcó su vida fue el 21 de junio de 2011 cuando se sometió a la primera de las operaciones de adecuamiento de sexo en un hospital público de la provincia de Buenos Aires.