Prisión perpetua para hombre que mató a esposa que lo había perdonado tras violarla
El Tribunal de Audiencia de la ciudad pampeana de General Pico condenó este miércoles a la pena de prisión perpetua a Marcelo Tomaselli, quien llegó al juicio oral y público luego de violar a su pareja, ser liberado tras casarse con la joven y finalmente asesinarla de varias puñaladas.
Los jueces Florentino Rubio, Fabricio Losi y Luis Abraham, de la ciudad de General Pico, lo consideraron autor del delito de "homicidio agravado por el vínculo".
El fiscal Alejandro Gilardenghi había pedido prisión perpetua y que se considerara al imputado responsable precisamente del delito de homicidio agravado por el vínculo.
La defensa oficial de Tomaselli, a cargo de Walter Vaccaro, había solicitado una pena de 10 años aduciendo al estado de emoción violenta del acusado en el momento del crimen.
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"Es un hito para la jurisprudencia argentina. Este fallo va a marcar a la Justicia del país", expresó Gilardenghi a la prensa, luego de la lectura de la sentencia.
Tras conocerse el fallo, un familiar de Carla se acercó a Tomaselli y le pegó una trompada en la cara.
El acusado, durante las audiencias del juicio, confesó ser el autor del asesinato, pero dijo que no recordaba nada acerca del episodio.
"Quiero declarar lo que todo el mundo ya sabe. Sólo quiero que me condenen por algo que hice, porque las evidencias las tuve en mis propias manos", dijo al pronunciar sus últimas palabras antes del fallo.
Tomaselli fue condenado por haber violado a la joven en abril de 2011 y posteriormente fue liberado, luego de que jueces del Tribunal de Impugnación Penal aplicaran la figura del "avenimiento", es decir, el "perdón" de la víctima, casamiento de la pareja mediante.
Una semana después de la liberación, el 10 de diciembre de 2011, el joven tomó un cuchillo y le aplicó 15 puñaladas a su esposa, frente al hijo de ambos, de apenas tres años de edad.
El caso de Carla Figueroa, quien en el momento de su muerte tenía 19 años, provocó una gran conmoción a nivel nacional y llevó a la derogación de la figura del avenimiento por parte del Congreso nacional, en el Código Penal.
A su vez, uno de los jueces que permitió el "avenimiento", Gustavo Jensen, se jubiló anticipadamente para evitar el juicio político, en tanto que otro, Carlos Flores, decidió afrontarlo.