"Estuve cerca de tener un gran problema con el alcohol"
El entrenador de River Plate, Matías Almeyda, admitió este miércoles que se manejó de manera "horrible" en el receso invernal con las salidas de su equipo de Alejandro "Chori" Domínguez y Fernando Cavenaghi, figuras clave en el regreso del equipo de Núñez a la Primera División.
"La manera en la que me maneje fue horrible. Se me fue de las manos. Serán cosas que aprenderé en mi carrera como entrenador", reconoció el Pelado en declaraciones para FM Metro.
En una charla totalmente distendida el adiestrador se mostró abierto para abordar las inquietudes de los periodistas, inclusive cuando las preguntas le apuntaron a cuestiones personales.
"Estuve cerca de tener un gran problema con el alcohol. Fui ayudado. Tuve una familia espectacular que me hizo entender que iba por mal camino. Le di valor a la vida. Mi di cuenta de que era un egoísta de mierda", así de contundente se expresó el azuleño.
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Pero dio más detalles de problemas que debió superar mucho antes de convertirse en el director técnico que guió a River en su camino de regreso a la máxima categoría del fútbol argentino y que ya en Primera lo tiene en una racha favorable y ascendente, que incluye dos goleadas consecutivas.
"He tenido suerte en la vida. Cuando me deprimía no había nada que me levantara. Lo único que quería era estar con los ojos cerrados. Me acostaba en un sillón y estaba tres horas despierto, pero no mirando a nadie", describió.
"Me decían que tenía que ir a un psicólogo. Me sirvió un montón hacerme analizar. Al principio no creía. Ahora tengo un dialogo más abierto con mis familiares, mi señora y amigos", precisó Almeyda acerca de los caminos que transitó y le permitieron emerger.
Ya en el plano actual y en cuanto a lo específicamente futbolístico, Almeyda valoró las dos victorias por goleada consecutivas y volvió a referirse al abrazo que le dieron sus jugadores, encabezados por Leonardo Ponzio, tras el primer tanto ante Arsenal en Sarandí, cuando el conjunto Millonario empezó a dejar atrás una crisis de nivel y resultados. "Nunca esperás que un jugador te venga a abrazar. Esa semana había sido muy fuerte. El abrazo fue una mezcla de sensaciones y sentimientos. Me descompuse porque se me bajó la presión", remarcó el conductor.
Otro tema que tocó Almeyda fue el Ariel Ortega, el ídolo riverplatense que distó de irse del club de la mejor manera.
"Ojalá que Ortega pueda hacer su despedida y la disfrute como se merece. Hace poco hablé con Ariel. Sabe el cariño que le tengo y sabe que la decisión que tomé era para incluirlo dentro de otra etapa de la vida", sostuvo el entrenador respecto de la propuesta que le hizo en su momento para que colaborara con el cuerpo técnico, como obsdervador de los adversarios, la que el jujeño rechazó.
Y Almeyda también se refirió al futuro en el corto plazo, al primer superclásico que se realizará tras el retorno de los Millonarios al círculo principal del fútbol doméstico, el que ya tiene fecha y lugar: el 28 de octubre en el Monumental.
"La semana previa al partido con Boca la trabajaremos de una forma especial. Porque es una semana especial. El jugador la tiene que disfrutar", aunque insistió con que "primero" debe pensar en el partido ante Quilmes, el oponente previo que le presenta el calendario del Torneo Inicial.