Asesino al volante Sebastián Cabello no podrá volver a manejar
El Gobierno bonaerense anunció que "no habilitará ni avalará" la emisión de una nueva licencia de conducir a favor de Sebastián Cabello "hasta el 25 de noviembre de 2017".
"Es de público conocimiento la evidente ineptitud para conducir del imputado, a partir de los hechos probados y por los que fuera penalmente condenado lo que configura una inadecuación de las condiciones requeridas a tales fines, habilitando a la autoridad competente, la posibilidad de denegar el otorgamiento de la licencia de conducir, si es que eventualmente, así se lo solicitara", se señaló en un comunicado oficial.
El Gobierno provincial fijó su posición, a través de la Dirección Provincial de Política y Seguridad Vial dependiente de la Jefatura de Gabinete de Ministros que encabeza Alberto Pérez, tras la polémica generada por la decisión judicial de recalcular la pena de inhabilitación para conducir que pesaba sobre Cabello y que lo habilitaba para gestionar una nueva licencia.
Sebastián Cabello, condenado por matar a una mujer y a la hija de 3 años al embestirlas con su auto mientras corría una picada en agosto de 1999, fue habilitado por la Sala III de la Cámara de Casación Penal.
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Dicha sala recalculó la pena de inhabilitación de diez años para conducir que había recibido Cabello, al considerar que no debía computarse desde que la condena quedó efectiva sino desde que recibió la prisión preventiva.
De esta manera, los camaristas, después de que la defensa apelara, dejaron sin efecto la pena impuesta oportunamente por el juez de ejecución de sentencia y declararon caduca la prohibición.
Esta tarde, el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, instruyó a la Agencia Nacional de Seguridad Vial para que acompañara judicialmente a la familia Rosales con el objetivo de que Sebastián Cabello no pueda volver a conducir.
Randazzo recibirá mañana a las 10:00 en su despacho a Sergio Rosales, esposo de Celia González Carman y padre de Vanina, víctimas del siniestro que produjo Cabello en el año 1999.
"Así como logramos impedir que Rodrigo La Hiena Barrios vuelva a manejar, lo mismo vamos a hacer con este caso, porque estas situaciones nos indignan como ciudadanos", dijo Randazzo al anunciar el encuentro.
El ministro ordenó a la Agencia Nacional de Seguridad Vial que "solicite a la Provincia de Buenos Aires que no se permita conducir a Sebastián Cabello hasta tanto se resuelva definitivamente su situación judicial".
"Este tipo de decisiones de la Justicia atentan contra el enorme esfuerzo que hacemos desde la Agencia Nacional de Seguridad Vial", cuestionó Randazzo.
El fatal incidente se produjo el 30 de agosto de 1999 cuando Cabello tenía 19 años y con un Honda Civic corría una picada por la avenida Cantilo, en el norte de la ciudad de Buenos Aires.
El Civic, que se desplazaba a más de 137 kilómetros por hora, embistió el Renault 6 en el que viajaban Celia González Carmán, de 38 años, y su hija Vanina Rosales, de tres, quienes perecieron carbonizadas al incendiarse el auto.
Cabello fue condenado en 2003 a 12 años de prisión por el delito de "homicidio simple con dolo eventual", una pena que supone que el responsable tenía conocimiento del riesgo para terceros por conducir a alta velocidad por una avenida.
Sin embargo, en 2005 la Cámara de Casación redujo la pena a tres años, al recaratular el caso como "homicidio culposo", por lo que el joven salió en libertad en septiembre de ese año.
La pena incluyó la inhabilitación para conducir cualquier tipo de vehículo por un plazo de diez años que el juez de ejecución entendió debía cumplirse a partir de 2006, cuando la condena quedó
firme, es decir hasta 2016.
Sin embargo, los camaristas Liliana Catucci, Mariano Hernán Borinsky y Eduardo Riggi, tras una apelación de la defensa, consideraron que se debía contar la inhabilitación desde el momento en el que se dictó la primera prisión preventiva, es decir en 1999, por lo que Cabello quedó habilitado para volver a conducir.
Sergio Rosales, viudo y padre de las víctimas, dijo que consideraba el fallo como "una burla de la Justicia, justo a 14 años de que murieran Celia y Vanina".
Rosales recordó el antecedente de que Cabello intentó evadir la inhabilitación al tramitar un registro en el municipio bonaerense de Malvinas Argentinas, hasta que se produjo un escándalo y el Gobierno bonaerense revocó la licencia, la cual tuvo que ser enviada por Caballo desde Brasil, donde está radicado desde hace unos años.
"Quiso sacar una licencia trucha con connivencia oficial, porque es un enfermo de los autos y no puede estar sin correr carreras", expresó Rosales.
Sobre el incidente, las autoridades explicaron que el Tribunal porteño que había dictado la condena proporcionó al Registro Único de Infractores de Tránsito un número de DNI de Cabello erróneo.
Asimismo, Rosales sostuvo que se debería advertir a las autoridades de Brasil porque "tienen allí a un asesino".
Vivian Perrone, de la Asociación Madres del Dolor, entidad que agrupa a víctimas de accidente de tránsito, consideró el fallo de Casación como una "vergüenza".
"Muestra que todo se soluciona con dinero: quienes tienen dinero apelan a través de los años hasta que encuentran jueces corruptos que los apañan", sentenció.