El cura Brochero ya es beato: su fiesta será el 16 de marzo

La celebración fue presidida por el prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, cardenal Angelo Amato, enviado del papa Francisco. Fue la primera beatificación de un argentino en el pontificado de Francisco. Más de 200 mil personas participaron del evento religioso.

El sacerdote José Gabriel Brochero fue proclamado beato esta mañana por el prefecto para la Congregación de la Causa de los Santos, cardenal Angelo Amato, ante una multitud reunida en el predio de Villa Cura Brochero, en Córdoba.
Amato leyó una carta por la que se inscribe a Brochero en el libro de los beatos, "acogiendo los deseos de nuestros hermanos, Carlos Ñañez y Santiago Olivera (obispos de las diócesis de Córdoba y de Cruz del Eje) y de numerosos fieles".

"Después de haber escuchado el parecer", dice la carta que lleva la firma del Papa Francisco, con fecha 9 de agosto de este año "concedemos que el venerable ciervo de Dios, sacerdote, pastor según el corazón de Cristo, sea llamado beato de ahora en adelante y que su fiesta pueda celebrarse cada año el día 16 del mes de marzo, en los lugares y según el modo del Derecho".

La Argentina tenía un sólo santo, Hector Valdivielso Sáez, y con Brochero ya son seis los beatos: Laurita Vicuña, María del Transito Cabanillas, Artímides Zatti; Ceferino Namuncurá y María Crescencia Pérez.
A lomo de mula, Brochero evangelizó en Traslasierras de Córdoba, logró que miles de fieles hicieran retiros espirituales y fue un impulsor del avance de la postergada región.

Había llegado al mundo en 1840 en la localidad cordobesa de Villa Rosa, se convirtió en modelo de sacerdote de cura gaucho que ayudó en la conversión de delincuentes y rezó por todos cuando se quedó sin vista y antes de morir leproso, el 26 de enero de 1914.

El padre Julio Merediz sacerdote jesuita, vicepostulador de la causa de canonización del Cura Brochero y uno de los principales difusores de su obra, aseguró a AICA que su vida es un ejemplo para todos los laicos.

Estimó también que "fue un adelantado a su época" al sumar al laico "vivamente" en la tarea pastoral de las parroquias: aseguró que la cultura brocheriana implica un fervor ardiente y misionero, el interés por los más desfavorecidos y la búsqueda del encuentro personal con Dios.

Sandra Violino y Osvaldo Flores son los papás de Nicolás, el niño sobre quien Brochero produjo un milagro que le permite estar hoy con vida, tras haber sufrido un terrible accidente automovilístico con apenas once meses de vida.

En pocos días, se cumplirán 13 años del accidente automovilístico que los involucró para siempre con la glorificación de Brochero: una camioneta Ford Apache sin luces chocó de frente al Volkswagen Polo en el que viajaba con los
padres de Sandra.

Nora, la abuela, sobrevivió, pero no así su esposo; Sandra, en tanto, quedó con las piernas fracturadas, y Nicolás, con 11 meses,quedó tendido en la cinta asfáltica con la cabeza muy lastimada y apenas con vida.

Su papá, Osvaldo, lo socorrió, y en la desesperación, pidió la intercesión del Cura Brochero, que fue escuchada, según los fundamentos de su beatificación.

En tanto, en la diócesis de Cruz del Eje se encuentra Silvia Correale, postuladora de la causa de beatificación de Brochero quien adelantó que recibió la comunicación de nuevas gracias recibidas por intercesión del Cura Gaucho que se dispondrá a estudiar la semana próxima para sumar a la causa de canonización para que sea declarado santo.

También se refirió al legado espiritual que vincula a Brochero con Mama Antula, es decir con la venerable María Antonia de Paz y Figueroa de cuya beatificación futura se ocupa personalmente el papa Francisco.

Con 46 años, Correale es consultora de la Comisión Episcopal para las Causas de los Santos de la Conferencia Episcopal Argentina, cargo al cual la autorizó el entonces cardenal Jorge Bergoglio.