Adiós a las cápsulas tradicionales: la nueva forma de tomar café que conquista por su sabor y conciencia ambiental
¿Qué tiene que tener un café para ser realmente riquísimo? Cuando nos hacen esa pregunta, nuestra respuesta siempre arranca por lo esencial: sabor intenso, aroma envolvente y ese “algo” que lo hace inolvidable desde el primer sorbo. Porque un buen café no solo despierta: también reconforta, emociona y acompaña.
En ese sentido, el café de especialidad cumple con todos esos requisitos y va un paso más allá. Y ahora, además, llega en formato cápsula para que podamos disfrutarlo en casa, fácil y rápido, sin resignar calidad.
Pero hay algo que pocos se preguntan cuando eligen este tipo de café: ¿qué pasa con la cápsula después de usarla?

La mayoría de las cápsulas tradicionales —hechas de aluminio o plástico— pueden tardar entre 150 y 500 años en degradarse, dependiendo del material y del lugar donde terminen (como basurales o el océano). Aunque ya existen versiones “biodegradables” o “compostables”, muchas solo se descomponen en condiciones industriales, no en el compost casero.
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Ahí es donde entra Caffettino, con una propuesta que marca un antes y un después. Inspirados en lo que ya es tendencia en otros países, pero pioneros en Argentina, lanzaron las primeras cápsulas 100% compostables del país, pensadas para transformar la manera en que tomamos café. Una alternativa que cuida el sabor, pero también el planeta.

Porque ahora, disfrutar de un café exquisito y de especialidad también puede ser un acto consciente. Y eso, sin dudas, lo hace aún más rico.
Caffettino marca un antes y después con sus nuevas cápsulas compostables
Caffettino nació hace más de diez años con una idea simple, pero innovadora: cápsulas recargables que permitían disfrutar café de calidad de una forma práctica. “Empezamos fabricando cápsulas reutilizables, y eso nos llevó directamente al mundo del café. Al principio vendíamos cápsulas con un cuarto kilo de café”, contó Christian Faraoni, fundador de la empresa.

Con el tiempo, y al notar que muchas personas no querían recargar por practicidad o falta de tiempo, surgió una nueva necesidad. “Así nació nuestra cápsula compostable, pensada para quienes quieren algo rápido, pero sin resignar sabor ni cuidado ambiental”, explicó. Las cápsulas están hechas de biopolímeros de almidón de papa, y cuentan con filtros compostables que aseguran la frescura del café y la calidad de la extracción.
Fabricadas con bioplásticos de origen vegetal, estas cápsulas pueden degradarse en compost hogareño en unos seis meses a un año, sin generar microplásticos y aportando nutrientes al suelo. A diferencia de las cápsulas plásticas o de aluminio —que tardan entre 150 y 500 años en degradarse—, esta propuesta busca reducir el impacto ambiental sin afectar la experiencia del café.

Actualmente, Caffettino cuenta con un local en el subsuelo del Abasto, donde se pueden comprar productos o retirar pedidos para llevar. También tienen un tostadero en Villa Lynch y venta a través de e-commerce en todo el país. Importan granos de Perú, Brasil, Colombia, Bolivia y Ruanda, y ofrecen más de 10 variedades de café de especialidad al mismo tiempo. “Queremos que el café sea rico, sustentable y accesible”, resumió Faraoni.